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jueves, 28 de enero de 2016

Operación Taula


Una trama de corrupción organizada en administraciones públicas de la Comunidad Valenciana gobernadas por el PP. De nuevo la política española se ve afectada por el egoísmo, el interés propio y la falta de compromiso. Y de nuevo el responsable de ello es el Partido Popular. La operación Taula es una de las sonadas operaciones contra la corrupción llevada a cabo por el PP, como la Púnica, en la que se descubrió la adjudicación de servicios públicos por valor de 250 millones de euros en dos años a cambio de pagos y comisiones ilegales que eran blanqueados a través de empresas pantalla o el caso Gürtel, en el que empresas propiedad de diferentes miembros del PP eran las elegidas para realizar determinadas actividades financiadas con dinero público. Sin olvidar el caso Bárcenas, reabierto hace poco tras la petición de UPyD para investigar qué pasó con los ordenadores destruidos que contenían información sensible sobre la caja b, cabe destacar la relevancia de este último acontecimiento puesto que el PP se convierte en el primer partido político en ser imputado.

¿Cómo perciben esto los ciudadanos? Con total repulsa, evidentemente. Pero ha llegado a tal punto que no sorprende que salgan a la luz nuevos casos de corrupción, el hartazgo de la población es generalizado llegando al punto de que la política se asocia directamente con la corrupción y es que, no sólo el PP ha protagonizado los grandes casos de corrupción de nuestro país sino que también ha estado involucrado el PSOE, en Andalucía por ejemplo o CiU en Cataluña de la mano de Jordi Pujol.

Los niveles de corrupción en España se equiparan a los de países africanos en los que hay golpes de estado continuos. Es una enfermedad que carcome al país, que lo debilita. Sus consecuencias sociales son inmensas, no se administra para los ciudadanos sino para los propios intereses de los políticos, sus consecuencias económicas nefastas, ¿Qué empresa va a gestionar su negocio de manera confiada viendo el panorama y la falta de igualdad, por ejemplo, en concursos públicos?, sus consecuencias políticas son aún peores. Las consecuencias políticas de la corrupción son, entre otras, la traición directa a los votantes o el hecho de que las ideas que en teoría defiende ese determinado grupo se vean desvirtuadas. De esta manera el PP desvirtúa la idea de la unión de la nación o el PSOE la defensa de la justicia social. De esta forma las personas asocian a quien defiende la justicia social, o la unidad de España con la corrupción.

Flaco favor le hacen los políticos a los 40 millones de ciudadanos que les han confiado su voto para una gestión del país que represente la diversidad política del mismo priorizando la corrupción y el egoísmo por encima de una gestión limpia, por encima de la justicia y, en definitiva, por encima de la democracia.

Prometeo

miércoles, 27 de enero de 2016

Esas pobres familias...


Hará unos pocos días nos llegaba el dramático testimonio de Eñaut Zubikarai, portero Vizcaíno ex-jugador de la Real Sociedad, actualmente juega en el CD Tondela, equipo recién ascendido a la primera división portuguesa. La vida de este futbolista se vio claramente afectada debido a la detención de sus padres por parte de la Guardia Civil en 1989. El motivo de esta detención fue ocultar a tres miembros de banda terrorista ETA en su domicilio, más tarde se descubriría que los padres de Eñaut tenían vinculación con la banda.

Eñaut no ha dudado en mostrar su lado abertzale y ha colaborado en numerosos actos de apoyo a los presos de ETA. Lo más sonado en esta historieta es que el Hércules CF de Alicante (ciudad en la que estaba preso Kandido Zubikarai, padre de Eñaut) se negó a hacer ficha a éste debido a las quejas de aficionados, ya que su podría herir la sensibilidad de muchos.


Sinceramente, te jodes. Hoy por hoy se tolera que personajes públicos apoyen sin ningún reparo a terroristas y a sujetos totalitarios. Dichos personajes públicos, ya sean actores, deportistas o políticos son bien recibidos por el colectivo antipulcro, aunque éstos apoyen la lucha obrera desde sus sillones en sus mansiones mientras twittean desde un iphone y se fuman un par de marlboros con una copa de chivas regal.

En cualquier otro país un individuo de esta categoría no tendría ningún futuro en cualquier labor que fuese representativa tanto para un equipo de fútbol, como para un partido político o el mismo país. Una noticia ya olvidada por muchos fue el debut en el Club Atlético Osasuna de un joven cuyas aficiones se basaban en dar palizas a críos e intentar saquearles mientras muestra su cuerpo-escombro de minibotas. Toda la afición le reía la gracia.

En un país que tolera todo menos la intolerancia están bien vistas todo este tipo de cosas, es obvio que cualquier persona lo pasaría mal al ver que sus padres están en la cárcel, pero la marginación social que puede producirse en cualquier familia al ver que algún miembro tiene vinculación terrorista es absoluta. No me quiero imaginar que pasaría si en una familia de EEUU (o de cualquier otro país) hay una detención por cualquier tipo de vinculación terrorista.

Lo más gracioso es que esta gente se cambia la chaqueta por cualquier cosa, y quien dice cualquier cosa dice dinero. Me hubiese hecho mucha gracia ver la reacción de Eñaut si la selección Española le convocase para uno de sus partidos. El ya mencionado minibotas ya aceptó acudir a los entrenamientos con la selección sub-17, toda esta gente vendería hasta a su abuela por dinero pero lo mejor de todo es la hipocresía y la poca convicción política de esta gente que no duda en apoyar a cobardes asesinos.

lunes, 25 de enero de 2016

La batasunización de los espacios públicos


Se trata de algo de lo que ya veníamos avisando desde hace tiempo: una vez Bildu ha tocado poder, va a utilizar los espacios públicos para sus propios fines importándoles bastante poco las necesidades del 85% de los ciudadanos que no les habían votado y de ello tenemos dos ejemplos recientes bastante claros.

En octubre del año pasado Bildu cumplió una de sus aspiraciones históricas y ésta era contaminar ideológicamente los Civivox de Pamplona, recordar que estos son una serie de centros localizados en los barrios de Pamplona y que son utilizados para toda clase de actividades culturales como cursos de cocina, literatura, baile, idiomas o diversas actividades deportivas. Estos centros acogían como vengo diciendo usos múltiples siempre y cuando estos no tuviesen que ver con la política, y Bildu no iba a dejar pasar la oportunidad de meterle mano a uno de los pocos ambientes que permanecían libres de su ideología sectaria.

Como venía diciendo, el equipo de Joseba Asirón aprobó fuera del pleno, con nocturnidad y alevosía, una serie de nuevas normas para estos centros sociales en las que se establecían nuevos usos políticos y partidistas para los que en un principio habían sido vedados estos recintos municipales. Así es como ya en este año nuevo, los históricos dirigentes de la Izquierda Abertzale Rufi Etxeberría y Josu Beaumont dieron una charla hace un par de semanas en el Civivox del Palacio del Condestable -construido por cierto en el siglo XVI por un Beaumont, todo bastante irónico-.

De esta misma manera y recientemente también, cinco miembros de la organización EKIN, ilegalizada en el año 2001 por encontrarse bajo el mando directo de la banda terrorista ETA; han anunciado un nuevo acto otra vez en el Civivox de Condestable, dispuesto a denunciar las supuestas torturas que las FyCSE han venido realizando a miembros de la banda terrorista. Sí, las mismas que la ETA en circulares internas pedía denunciar aunque fuesen falsas.

El segundo caso que nos ocupa es el que más polvo ha levantado estos meses pasados. Sin duda recordaréis que un grupúsculo 'okupa' ocupó un inmueble propiedad del Gobierno de Navarra en la calle de la Compañía del casco viejo de Pamplona, la finalidad de este grupo era crear un gaztetxe en Pamplona o lo que es lo mismo, un local juvenil "autogestionado" que en la teoría suena muy bonito, pero que en la práctica para lo único que sirve es para que los jóvenes afines a la izquierda abertzale tengan un local gratuito en el que organizarse, realizar sus actividades propagandísticas y consumir múltiples sustancias. 

Nosotros lo sabemos, ellos lo saben, y todo intento por intentar colar como inclusivo un proyecto secundado por grupos tan "plurales" como las gazte asanbladas, Indar Gorri u otros grupos en la órbita de la IA; resulta bastante ridículo. Los hechos lo demuestran, entre las primeras actividades realizadas en dicho local tenemos la bienvenida a un preso de SEGI, así como comidas o "pintxopotes" solidarios con los presos de ETA.


Como no quedaría muy bonito para Geroa Bai que la Izquierda Abertzale les robase un edificio con titularidad del Gobierno Foral, la sombra de un desalojo comenzó a volar sobre este edificio, y no tardó el alcalde Joseba Asirón en ofrecerle a estos jóvenes, que de forma evidente son de su cuerda, un nuevo edificio que 'okupar', esta vez el chalé de Caparroso.

La moraleja de toda esta historia está muy clara, si eres abertzale puedes ocupar ilegalmente un edificio propiedad del Gobierno de Navarra y que Geroa Bai tolere la usurpación de este bien público sin que la Policía Foral efectue el desalojo preceptivo. Como premio y para evitar problemas, el ayuntamiento de Pamplona presidido por Bildu te dará a dedo, sin ningún concurso público y por compartir su misma ideología, un chalé con vistas al río Arga. En cambio, si no eres abertzale y te quieres reunir con tus amigos en un local, te jodes y te pagas una bajera como todos los demás. Para Bildu lo primero es lo primero: la batasunizacón de los espacios públicos.

jueves, 21 de enero de 2016

Los pasos de Uxue para tener un “órgano”. Permanente.


La presidente de Navarra, Uxue Barkos, ha apostado en público en los últimos días por crear un “órgano de cooperación permanente” con la Comunidad Autónoma Vasca. Y aunque luego ha intentado corregirse a sí misma, lo dijo sin lugar a dudas en el sitio más indiscreto de todos: en la Fundación Sabino Arana, controlada por el PNV. Tanto como el PNV controla Geroa Bai, y por tanto el Ejecutivo navarro.

Barkos ha aclarado que la semana pasada no habló de la posibilidad de recuperar un órgano común permanente con Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, sino sólo de “una relación real, permanente, entre las instituciones”, que es lo que a ella le interesa de verdad.

Y es que la presidente Uxue Barkos tiene lo que se dice “memoria histórica”. Cuando tuvimos un gobierno tripartito formado por PSN-PSOE, EA y CDN bajo la presidencia de Javier Otano y vicepresidencia de Juan Cruz Alli, la condición de los abertzales fue que se crease un órgano permanente de gestión política entre las tres provincias vascas y Navarra. Cumplieron lo pactado, y el acuerdo de cooperación entre las dos Comunidades que dio lugar a dicho órgano fue aprobado por el Parlamento de Navarra el 11 de junio de 1996. Todo parecía hecho, un paso al menos hacia su Euskadi soñada. Duró muy poco: en pocos días el presidente el Gobierno de Navarra, Otano, tuvo que dimitir por el descubrimiento del caso de corrupción que llevó su nombre. CDN  se quedó a solas con los nacionalistas, el tripartito se rompió, el órgano nunca llegó a funcionar y poco después el poder fue a manos de UPN y Miguel Sanz, que habían ganado las elecciones sin mayoría absoluta.

Por eso Barkos no quiere correr en esto del “órgano”. Dice que “no es lo mismo un órgano que unas relaciones fluidas ni muchísimo menos. Evidentemente, un órgano institucionaliza tantas relaciones y tantas cuestiones. Lo que yo planteo es que, en estos momentos, nos interesa romper lo que ha sido una política de los gobiernos de UPN a lo largo de tantos años de vivir de espaldas a la Comunidad Autónoma Vasca”. Y eso significa la tan aclamada “fluidez”: vaselina. Primero quiere que nos acostumbremos a verlos, y a verla a ella a menudo con Urkullu, y poco a poco meter a su gente en todas partes (véase la OPE de Educación).

Cuando ya parezca hasta normal ver a los abertzales decidiendo por nosotros, su siguiente paso será la eurorregión Aquitania-Euskadi. Con la excusa de Bruselas, meter a Navarra en una institución conjunta con la CAV dominada por el PNV y Bildu. Un segundo paso.

¿Y el tercero? El órgano común permanente, por fin. Una institución sin más sentido que el nacionalista, que pretenden legitimar diciendo que juntos defenderemos los fueros, cuando hay que ser un auténtico ignorante en Derecho si si ve el mismo contenido en los Fueros castellanos de Vizcaya y Álava, en los privilegios gremiales de las villas marítimas y en el muy distinto Fuero General de Navarra. Como la sociedad sabe poco de leyes y de historia y nada de Hacienda, dirán lo que quieran y muchos les creerán, y esperan que ese sea un gran paso no al servicio de Navarra sino al servicio del nacionalismo vasco.

¿Y dónde terminará esto? Parece bastante claro… Pende sobre nuestras cabezas la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, que muy transitoria no debe de ser si se aproxima a cumplir ya los 40 años. Ya fue una solemne bobada y una concesión inútil y suicida cuando la planteó Jaime Ignacio Del Burgo en 1978, y mucho más lo es ahora. ¿Por qué los abertzales no nos aplican ahora mismo ese referéndum? Porque saben que ahora perderían. Se lo reservan para cuando lo vena más claro, es decir después de todos los demás pasos. Así, el órgano común se hará instrumento permanente de euskaldunización y sumisión. O eso esperan, claro, porque los navarros nos vamos a resistir.

miércoles, 20 de enero de 2016

Gaztetxerío social

Tras la noticia de la inauguración del gaztetxe de la calle compañía el pasado 5 de diciembre nos llega a los oídos el acaecimiento de que los okupas del mencionado local van a tener a su disposición el chalet de Caparroso (situado en Pamplona) con todo tipo de apoyo legal.

Para los que no lo sepan, un gaztetxe es un supuesto centro social donde acude la juventud para realizar una serie de actividades con el fin de evitar que hagan vida en otro tipo de locales como alternativa al consumo. Todo esto se lleva a cabo mediante la autogestión, los jóvenes son los encargados de limpiar el local, adecentarlo y aportar los medios para que tenga actividad. Dichas actividades pueden ser, sesiones de cine, charlas, conciertos, cursillos gratuitos, comidas, talleres de aprendizaje, consumo de drogas duras y diseño de material proetarra.

El “gaztetxe de iruñerría” es el último en aparecer desde el desalojo del euskal jai en 2004. Este tipo de locales son bastante comunes en diversos lugares de España, lo que más destaca de ellos... su pluralidad política. A todos los jóvenes les gustaría tener un local donde no gastar dinero y pasar un buen rato haciendo todo tipo de actividades pero estate seguro, si eres español, dudo que encajes en este tipo de lugares.


Los gaztetxes destacan por sus fieles y desaseados militantes, todos ellos de ultraizquierda, que ven estos locales como un acto de rebeldía y a su vez una buena labor por la sociedad. Sinceramente la idea de tener un local en desuso ocupado por jóvenes para dar una labor lúdica me parece genial, si no fuese porque todo ese colectivo de extrema izquierda lo usa como cueva de manifiesto político y contaminación ideológica juvenil. Curioso es el caso que tan sólo tres días después de la inauguración del gaztetxe de Pamplona se anuncie una charla sobre drogas “desde el conocimiento” (drógate pero píllasela al camello adecuado, no te vaya a estar vendiendo pladur).


Lo mejor de todo es que este tipo de locales totalmente en estado de ilegalidad, son apoyados por la alcaldía de Pamplona, por ello Bildu no ha dudado en cederles un edificio para realizar sus euskoactividades. ¿Estarán financiados por partidos como Bildu y otras organizaciones? No lo ponemos en duda. ¿Hará lo mismo la señorita Carmena con el Hogar Social Madrid? Los intereses políticos son lo primero a la hora de alimentar este tipo de casas con cierto parecido a fumaderos de crack del bronx en los 80. No es de extrañar que Bildu financie los talleres de pancarteo, consumo indiscriminado de porros, litronas de “keler” a mansalva y fomento al odio ideológico de este tipo de gente.

Uxue Barkos contra el Opus Dei


Negras nubes se ciernen sobre la Clínica Universitaria de Navarra. La que es probablemente la clínica privada con mejor reputación de España y desde luego el mejor establecimiento hospitalario de Navarra, además de uno de los centros punteros en investigación de nuevas terapias y medicamentos cuyo prestigio sitúan a Navarra en el mapa internacional, ha vivido mejores momentos y el clima político vasquista que nos toca sufrir hoy en día en nuestra tierra, amenaza el empleo de hasta un cuarto de su plantilla.

Hasta el momento estaba vigente un convenio del anterior Gobierno de Navarra por el cual los empleados de la Clínica Universitaria y demás centros asociados -la Universidad de Navarra con su museo y el CIMA- recibían su atención médica general en la Clínica a cambio de que el Gobierno Foral sufragase parte de este tipo de atención. Este convenio también abarcaba a las familias de dichos empleados y eran unas 7200 personas en total las que se beneficiaban del mismo, aliviando un sistema sanitario público que pese a ser reconocido como uno de los mejores de España, también cuenta con listas de espera y carencias inherentes, como sabe cualquiera que haya acudido a urgencias y le haya tocado esperar durante horas para ser atendido.

Cualquier batasuno diría que este convenio era un chanchullo de UPN para desviar dinero público a sus amigos en el Opus Dei. La realidad es que este acuerdo suponía de forma objetiva un ahorro para los contribuyentes, puesto que el gasto asumido de forma pública suponía una cantidad sensiblemente menor de lo que habría costado atender a todas estas personas en el sistema sanitario público. En otras palabras, prescindir del convenio es deficitario para las arcas forales, nos va a costar más dinero de nuestros impuestos a los navarros y además va a saturar aún más la sanidad puesto que por el momento el euskogobierno ha previsto que para atender a más de 7000 personas tan sólo hacen falta dos médicos, un pediatra y cuatro enfermeras más, a los que ya se ocuparán de exigir saber euskera, claro está.

Pero esta decisión no obedece a ningún criterio técnico, la expresión tan cacareada por el gobierno del "kanvio" de Uxue Barkos cuando quiere decir que está imponiendo algo por bemoles. En este caso son las fobias y las filias del euskogobierno las que mandan, a pesar del hecho de que este convenio le resulta más barato al Gobierno de Navarra que atender a estas personas en el sistema sanitario público, los vasquistas dicen que son enemigos declarados de todo lo que huela a religión católica y más aún del Opus Dei. Ya se encargaron de dejarlo bastante claro sus lacayos de ETA, perpetrando en su historia seis atentados contra la Universidad de Navarra.

Esta guerra entre los abertzales y la Obra parece que viene de largo como ya digo; uno de sus últimos episodios fue la polémica en torno al centro de bioingeniería que la Universidad de Navarra pretendía ubicar en el actual emplazamiento del Centro Politécnico Donapea que se encuentra anexo al Campus de la Universidad de Navarra. El caso es que la UNAV por algún motivo se había encaprichado de esta ubicación, como si fuese la séptima colina con la que hacerse y solo ahí pretendía realizar este proyecto que habría dado empleo a unas 200 personas, buena parte de ellas altamente cualificadas. 

A cambio de la adquisición de este terreno, el Departamento de Educación iba a construir un nuevo centro en el cercano barrio Echavacoiz que asumiría las funciones del de Donapea y las acrecentaría en forma de "campus de la formación profesional", algo que no habría venido nada mal puesto que los accesos e instalaciones de este centro ya avejentado dejan bastante que desear. Como es obvio, el proyecto no salió adelante por la oposición de la izquierda y sobre todo de los abertzales, que llevaron a cabo una furibunda campaña en contra. 

En el tira y afloja, el rector de la UNAV ya amenazó con llevarse este proyecto a San Sebastián, maniobra esta digna de una mente privilegiada, puesto que supondría llevarse con él no solo sus puestos de trabajo a la provincia con menos paro de España, sino a la única provincia gobernada por aquel entonces por la misma izquierda abertzale, que no se había cortado un pelo en sabotear su proyecto cuando le venía bien a Navarra, que no cuando le venía bien a ellos en Guipúzcoa.

Precisamente esto último es lo que nos puede enseñar la moraleja de toda esta historia: si algo podemos aprender de la de la experiencia del Opus Dei en su trato con los nacionalistas de todo pelaje, es que toda cesión hacia un Saturno dispuesto a devorarlo todo nunca es suficiente y que para eso es mejor actuar en conciencia propia y no pensando en que les guste o no a los nacionalistas lo que se haga. 

De nada van a servirle a la Obra los guiños al vasquismo como iniciar y terminar discursos en euskera en una universidad con vocación nacional e internacional, y en la que por lo tanto probablemente el 99% de la gente presente en el acto no tendrá ni pajolera idea de euskera; ni la tolerancia hacia los numerarios que como Rafael Larreina militan en un partido independentista como Amaiur, que el problema no es que sea vasquista, sino que sea compatible pertenecer al Opus y ser diputado por un partido que aún no ha condenado de forma expresa la violencia de ETA y que hace campaña activa a favor del aborto (por mucho que en las votaciones, él se ausente).

De seguir por este camino la Obra se llevará la Clínica Universitaria, y si se tercia la Facultad de Medicina o incluso la Universidad entera. Quienes lo sufriremos seremos los navarros, puesto que se iría de Navarra una las mejores universidades de España que atrae a más de 10.000 estudiantes cada año y que supone una inyección de dinero en la comunidad probablemente sólo superada por la Volkswagen. Pese a estos futuribles, el hecho es que el Opus Dei ya tiene una nueva "Clínica Universitaria de Navarra", situada cerca de la autopista A-2 en Madrid, unas instalaciones que por cierto pueden ser ampliadas.

De momento, la no renovación de este convenio con mucha probabilidad va a suponer despidos en la Clínica Universitaria que pueden suponer hasta el 25% de la plantilla, trabajadores que se van al paro y que recordemos a los vasquistas que la mayor parte de los trabajadores de la CUN no son de la Obra, y de hecho hay hasta personas de su cuerda. Con el ataque a la Universidad, el Cuatripartito no gana nada contra sus enemigos políticos, que tampoco pierden nada, porque las obras del Opus Dei no hacen política y si actúan en sociedad no pocas veces han actuado con personas, con dinero, con ideas y con espacios contra la Navarra Foral y Española. En el fondo, tampoco pierde la Universidad, que siempre tiene el recurso de irse al menos en parte. La que pierde, si esto no se arregla, es Navarra y los navarros. El gobierno euskaldún de Uxue Barkos se vuelve a lucir. Claro que a ellos una Navarra pobre y en crisis siempre les atrae para que venga Urkullu a rescatarnos.

jueves, 14 de enero de 2016

Postureo euskaldún


La definición de postureo sería algo así como una forma de expresar un tipo de comportamiento únicamente por imagen y apariencia. A diario, muchos Martínez, García, López, Pérez y demás no dudan en despedirse diciendo “agur” o saludándote con un “kaixo” aún sabiendo que esta gente no tiene ni puñetera idea de euskera. Pues sí, estamos ante el postureo euskaldún al que todo PTV rinde riguroso culto.


Resulta cómico leer cómo la batasunada escribe “kampora” (fuera) en lugar de “kanpora” cuando se hacen ver como unos defensores acérrimos del lenguaje por el que muchos llegaron a matar. Apoyar la ikurriña sin saber su origen, defender una supuesta conquista de Navarra sin saber quiénes eran los Beaumonteses, veranear en Salou y ponerse ciego a speed, ir al graderío sur del Sadar a cantar basura cual borrego... podría decirse que el postureo euskaldún está muy presente a día de hoy y lo podemos ver en muchos lugares de Navarra (hasta en la Ribera).

¿Qué pensarían de mí si voy de viaje a Londres y digo que he pasado una semana en London? ¿Y si me voy a New York? Tenemos al mítico y criticado “spanglish”. Lo mejor de todo es cuando un tipo que huele a la más sudada de las axilas te dice que ha estado tomando un pintxo en “iruñea”, ni siquiera es euskañol, sino postureo puro y duro. A todo esto hay que sumarle la vestimenta, abalorios... etc, si no llevas una ovejita en el coche no eres un buen vasquito.


Lo que más criticaré en cuanto al “posturas euskaldún” no es su vestimenta, ni su higiene distraída, sino su ascendencia. Lo más gracioso de estos neovasquistas es que la gran mayoría de ellos, aparte de no tener ni idea de euskera, de vascos no tienen nada. Un gran colectivo tiene ascendencia inmigrante, sean andaluces, aragoneses, y sobre todo castellanos, gente sin identidad al fin y al cabo que son acogidos en una intrasociedad que sólo les exige no ya que aprendan el idioma, sino que chapurreen un puñado de palabras.

Por otra parte, los que tienen ascendencia Navarra no estarán muy orgullosos de sus parientes carlistas (o falangistas) que lucharon en el bando nacional (mayoritario en Navarra), muy cómico por su parte defender una ideología con cien años de historia mediante las puras apariencias, la superficialidad y el desconocimiento tanto de la historia Navarra como del idioma por el que muchos llegaron incluso a matar. Algo bueno tiene que Uxue pretenda hacerle aprender a todos euskera por cojones, y es que las nuevas generaciones de PTV al menos realmente hablarán vasco y dejarán de hacer el ridículo cuando les entrevisten los de Nafar Telebista y hablen un perfecto español con alguna palabra vasca salteada.

miércoles, 13 de enero de 2016

El 'lauburu', el símbolo que NO es vasco


Basta entrar en cualquier tienda de suvenires de Navarra o el País Vasco para verlo reproducido en cualquier tipo de soporte: llaveros, camisetas, platos, banderas... o toda clase de quincalla. Muy a menudo verás a algún abertzale de manual con un colgante del 'lauburu' al cuello, si es que no lo tiene tatuado. Si le preguntas por qué lleva eso al cuello te dirá sin dejar lugar a ninguna duda, que es un símbolo vasco milenario y con suerte, que es un símbolo solar de buen augurio.

Pero no, amigos, el 'lauburu' es de todo menos un símbolo ancestral de los vascos; quizás lo sea en la mente calenturienta de los abertzales, pero salvo anécdotas no se encuentran ejemplos de su uso por el pueblo vasco previos al siglo XVI. Ni es vasco, ni es milenario; y su redescubrimiento como "símbolo vasco" responde únicamente a motivaciones románticas prenacionalistas, a pesar de que ahora sea un símbolo muy abertzale.

Un símbolo religioso mundial. Mucha gente en Occidente vincula a la esvástica única y exclusivamente con el nazismo, pero este símbolo ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales por toda clase de pueblos a lo largo y ancho del orbe y no como un símbolo maléfico, sino como un símbolo del Sol y con éste bienestar, suerte y prosperidad. De hecho la palabra esvástica proviene del sánscrito, una de las lenguas más antiguas (3500-5000 años) que aún a día de hoy sigue viva en la India; y quiere decir "bienestar" o "buena fortuna".

En las culturas precristianas europeas la esvástica también fue utilizada de forma muy profusa como símbolo solar así como símbolo de la vida o la muerte, dependiendo del sentido de rotación de la misma. Así mismo, ha recibido otras denominaciones como cruz gamada, tetraskelion (de los griegos) o Sonnenrad (rueda solar germana) de la misma manera que ha sido representada de múltiples formas, entre ellas el tema que nos ocupa: el llamado 'lauburu' que no es nada más que una esvástica dextrógira de brazos curvilíneos.

Mosaico romano adornado con una esvástica y representación de Buda con una esvástica levógira en la India

Los antiguos vascones fueron de los pocos que no la usaron. Una vez sentado este precedente nos tenemos que desplazar al siglo XVI, cuando comienzan a extenderse unas teorías sin ningún fundamento que vinculan al pueblo cántabro -un conjunto de tribus de claro origen celta- con los vascones, un pueblo preindoeuropeo y por lo tanto no emparentado con los celtas. Por sorprendente que esto parezca, estas teorías históricas venían motivadas mayormente como una forma de exaltación de la españolidad de los vascos, puesto que no existen crónicas romanas de resistencia vascona hacia su poder militar en sus territorios -no sólo no resistieron, sino que colaboraron abiertamente con su dominio en el conjunto de Hispania- pero sí de las luchas que llevaron a cabo los cántabros contra los romanos.

La cultura vasca sobrevive gracias a Roma. Así, estas teorías vasco-cantabristas vendrían a decir que cuando los romanos hablaban de la resistencia de los pueblos cántabros a su dominio, en realidad estaban confundidos y se referían a los vascos. Así explicaban por qué el idioma y la cultura de los cántabros habían desaparecido, mientras que el idioma y la cultura vascos seguían existiendo a día de hoy. Supongo que es más fácil llegar a esta conclusión que ver que si los vascones no sólo no desaparecieron como pueblo, sino que acrecentaron su poder bajo el Imperio, fue precisamente porque colaboraron con los romanos.

El caso es que como decía, esta muestra de una supuesta resistencia al invasor romano era vista como una forma de exaltación a la españolidad de los vascos: aquellos que resistieron al imperio romano eran pues los primeros españoles originarios. Este tipo de posturas no son nada que no se haya visto ya, el hecho de que las tierras vascas no fuesen conquistados de forma efectiva por las hordas islámicas que invadieron la España visigoda a partir del año 711 también ha sido usado para exacerbar la españolidad de estas provincias; gracias a este hecho que demostraba su limpieza de sangre, guipuzcoanos y vizcaínos tenían la hidalguía universal y esta condición explica que participasen de forma desproporcionada como funcionarios en la Corte de Madrid.

Un símbolo muy poco vasco. O nada. Los defensores de las teorías vasco-cántabras se toparon entonces con el lábaro, una suerte de estandarte que los pueblos cántabros habían utilizado para comunicarse entre ellos en el combate y que se compondría de un símbolo geométrico sobre un pendón color púrpura. Suponiendo que los romanos habían confundido a los vascos con los cántabros, entonces el lábaro debía de ser algún tipo de adaptación latina de una palabra vasca, y la que encontraron cierto parecido con la locución vasca "lauburu" que literalmente significa "cuatro cabezas"; todo esto muy bonito pero bastante falso, puesto que la expresión "lábaro" no procede del vasco sino del celta, y significa "el que habla", puesto que este símbolo vexiloide había sido utilizado para comunicarse en combate, como recogen las crónicas romanas. Pero, una vez lanzada la fábula, ¿Qué símbolo tiene "cuatro cabezas"? Una esvástica curvilínea, en concreto esta que sigue.

Un "lauburu" (esvástica de brazos curvilíneos) en una pila bautismal... de Alemania

¡Los abertzales quieren su esvástica! Ya en su tiempo estas teorías vasco-cántabras fueron desmontadas por autores de la época -como Francisco de la Sota o José de Moret- pero quedaron impregnadas en el imaginario y fueron retomadas de forma romántica por el movimiento fuerista del siglo XIX o autores pre-nacionalistas como el francés  Augustin Chaho. A caballo entre el siglo XIX y el XX surge el nacionalismo vasco de a mano de Sabino Arana, fundador del PNV; y como no podía esperarse menos de este movimiento fabulador, también adopta el 'lauburu'  junto con la clásica cruz gamada como símbolos vascos de toda la vida. Con el final de la Segunda Guerra Mundial se volvió algo bastante impopular eso de usar como símbolo político una esvástica, por lo que dejó de usarse el símbolo de brazos rectos, pero no el de brazos curvos.

Y así fue como de la noche a la mañana apareció un símbolo taaan vasco que nunca había sido utilizado en ningún escudo heráldico del País Vasco o de Navarra y que hasta el siglo XVI no existía constancia de su uso por parte de vascos más allá de lo anecdótico, y así es como ha llegado hasta nuestros días como el símbolo por antonomasia de la cultura euskalduna.

La próxima vez que veáis a un aberchandal todo ufano con su colgante roñoso del lauburu al cuello pensando que se trata de un símbolo vasco que proviene de la noche de los tiempos, vosotros ya sabéis que se trata de una variación de un símbolo milenario que tiene su origen en Asia, y que ha sido usado por griegos y germanos, por celtas y romanos, por budistas y por japoneses, por nazis y por vikingos, casi por todos menos en Vasconia hasta los inventos separatistas. Pero para este pobre diablo educado en otra mentira abernazi, la ignorancia es la felicidad.

Hispano

lunes, 11 de enero de 2016

Puigdemont sigue el golpe de Estado de Mas, y es el modelo de Barkos


El 10 de enero, dos horas antes del plazo límite según la Ley, y teniendo para eso que reunirse en domingo, la Generalidad de Cataluña tiene un nuevo presidente. Carles Puigdemont, un independentista radical de Convergencia, tuvo 70 votos a favor, 63 en contra y dos abstenciones. Junts pel Sí, que fue en septiembre la coalición de los independentistas de centro de CDC y los independentistas de izquierdas de ERC, consiguió los votos de la extrema izquierda marxista de la CUP, con dos condiciones: no presentar de presidente a su líder Artur Mas, romper la unidad nacional de España creando un Estado catalán y cumplir el programa totalitario de la CUP.

No nos engañemos: Puigdemont está ahí representando a Mas, porque Mas está vetado, y para hacer exactamente el mismo golpe de Estado que intentó Mas. Del mismo modo que Mas entró en esto para hacer lo mismo que no podía hacer el corrupto Jordi Pujol, el señor del 3%. Mas estaba haciendo y Puigdemont hará desde ahora algo imposible: usar un cargo autonómico en una región de España, creado por la Constitución de España, para romper España.

Fuera de los suyos, sólo Podemos e Izquierda Unida, es decir la otra extrema izquierda marxista-leninista, dicen que Puigdemont puede hacer lo que va a hacer. La ley dice que no. Pero sobre todo una inmensa mayoría de españoles de todas las regiones, de todas las ideas y de todas las clases sociales decimos que no.

En España, el Gobierno, las Cortes, los Ejércitos, las Fuerzas de Seguridad, los Tribunales y todas las Instituciones tienen el derecho y el deber de defender esos bienes mayores que Puigdemont amenaza con romper, no sólo para los catalanes sino para todos. En efecto, “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles” no es creada por la Constitución sino reconocida por ésta como su premisa y cimiento. Todas las instituciones y todos los españoles tenemos ahora la obligación de detener el proceso de Puigdemont y su frente Popular: precisamente porque “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.

Navarra tiene en esto mucho que decir. Está ahora gobernada por una minoría radical que desea imitar lo que sucede en Barcelona. Pero todos los poderes de Uxue Barkos nacen de ese Estado, de esa nación y de ese pueblo, España, y están sujetos al deber de defender a España. El Gobierno de España, con Rajoy o con quien sea, tiene la fuerza para suspender y anular lo que Puigdemont haga. Y también para hacer que Barkos se emplee en lo mismo, o en caso contrario suspenderla por lo mismo. ¿Qué harán Uxue y su cuatripartito? ¿Ayudar a sus amigos y enfrentarse con “Madrit” o cumplir sus deberes legales y defender la unidad nacional española? Vamos a ver muchas cosas interesantes, en este 2016.