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jueves, 28 de abril de 2016

Derecho al anonimato, según quién seas


Los últimos días no han estado exentos de polémica, al menos en las páginas de ese panfleto a sueldo del PNV que es el Diario de Noticias. Ya el viernes, era su columnista Jorge Nagore el que se rasgaba las vestiduras porque un homólogo que escribe en el Diario de Navarra bajo el pseudónimo Dulanz se había atrevido a tocar esa vaca sagrada que es el euskera.

El buen Dulanz nos contaba en su espacio que de forma nada sorprendente, no era el euskera sino el inglés la lengua de proyección internacional que había sido elegida para la inmensa mayoría de los proyectos empresariales del CEIN, y que mientras nuestros jóvenes emprendedores apostaban libremente por la lengua de Shakespeare nuestro euskogobierno se dedicaba a colocarle palos en las ruedas a los modelos educativos que como el PAI garantizan el correcto aprendizaje de la lengua inglesa. Si esto ocurre es porque la gente paga por aprender inglés, mientras que con el euskera hay que hacer que su enseñanza sea obligatoria e hiper-subvencionar sus redes clientelares.

Dicen que cuando alguien señala la luna, los tontos se quedan mirando el dedo. Lo que realmente enervó a Nagore (leer aquí) no fue que el citado columnista tildase de "trabalenguas euskérico" a un pincho del Iruñazarra con el curioso nombre de Iruñanguilazarra -en cierta medida es un trabalenguas y esto no es despectivo- sino el hecho de que el columnista lo hiciese desde "la impunidad del anonimato". 

En la misma columna el juntaletras dice que hay opiniones que le pueden gustar más o menos... pero que algunas opiniones como las de Dulanz,  no pueden quedar sin un castigo. Como dudo y mucho que cualquier cosa que haya dicho Dulanz sea constitutivo de ilícito penal, igual lo que realmente echa en falta Nagore es que Dulanz de la cara para que se la parta algún grupo de incontrolados de esos que buscan la verdadera impunidad bajo una capucha y en los que la izquierda abertzale ha demostrado ser prolífica.

Como ya es algo pasado, no voy a preguntarle a Nagore cuál era su opinión cuando individuos de dudosa reputación periodística y que aún se agazapan bajo el pseudónimo Maite Soroa, se dedicaban en su espacio del diario Gara a realizar ataques a personas particulares; cuyos nombres, mira tú que causalidad, más tarde aparecían citados como objetivos terroristas en los papeles de la ETA (quizás para felicitarles las Navidades...). Lo que  le preguntaré es si también les dedicaría una columna a los energúmenos que bajo el anonimato y mediante insultos, injurias y descalificaciones personales hacia las personas que no piensan como ellos, convierten en una suerte de picota digital los foros y los comentarios de las noticias de su medio, el Diario de Noticias.

Ya en twitter y en respuesta a esto, algunos usuarios le echaron en cara al tal Nagore que se olvidase de algunos angelicos como los de la kale borroka que bajo a la impunidad que confiere un buff a media cara, se dedican a destrozar Pamplona de forma cíclica. O ya puestos a ello, la financiación ilegal proveniente de Bilbao que recibe su medio. Para el que no lo sepa, twitter hace las veces de una inmensa barra de bar en la que cualquier usuario se puede referir a cualquier otro usuario, salvando las barreras que existen en el mundo real. Independientemente de que se trate de un perfil personal o anónimo, si no te cae bien alguien o no te gusta lo que te dice, lo tienes fácil: puedes bloquear o silenciar lo que te diga esa persona.

Con este pretexto y ya en domingo, entraba al trapo en el mismo lugar el que va camino de convertirse en la versión navarra de Jorge Vestryngeel que fue eterna joven promesa de UPN, concejal, senador, candidato fallido a la alcaldía, consejero polémico, aspirante fracasado a eurodiputado, discípulo y luego enemigo de Miguel Sanz, más tarde expresidente del Partido Popular de Navarra y actualmente díscolo con sus supuestas ideas de antes. En suma, Santiago Cervera


Recordemos que Cervera dimitió de su puesto en el PPN en uno de los episodios más esperpénticos de la historia política reciente en Navarra. En 2012 algún anónimo intentó extorsionar al expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiain, al que le advirtieron de que harían públicos unos papeles que le comprometían en actividades ilícitas de no depositar un sobre con 25.000€ (casualmente, el mismo formato y cantidad repartido por Bárcenas) en un agujero determinado de las murallas de Pamplona. Al mismo tiempo, Cervera recibía un e-mail llamándole a ir a buscar un sobre con información comprometida (¡¡¡en plena era digital!!!) en el mismo agujero de las murallas. Santiago, intentando ser anónimo, acudió embozado a recoger aquel sobre, y el resultado es el que ya conocemos: fue detenido en el acto por la Guardia Civil, juzgado y absuelto (en 2015) del chantaje y de las amenazas. Pero su carrera política había terminado, si bien no la periodística.

Como suele hacer ahora, abandonadas sus viejas amistades, Santiago Cervera escribió el otro día una columna en Diario de Menticias (que podéis leer aquí) En ella arremetía contra Dulanz por escribir bajo un pseudónimo. Según Cervera cualquier periodista que escriba en un medio ha de hacerlo bajo su propio nombre (sin saber a ciencia cierta si Dulanz es un periodista, o simplemente un colaborador) para garantizar la veracidad de su información, y para que en el caso de dar algún tipo de opinión que por ejemplo no coincida con los puntos de vista de sus vecinos, se enfrente a las miradas acusatorias de los mismos. Miradas, o más que miradas, como se ha visto en estas décadas en esta provincia ensangrentada.

Curiosamente en este mismo artículo este señor defiende que un político no puede hacer críticas hacia un periodista, como hizo Pablo Iglesias con el periodista de El Mundo Álvaro Carbajal, pero a la vez exige que los periodistas en toda ocasión pongan su nombre por delante, porque así harán posible algún tipo de escarnio público en el caso de que sus opiniones resulten impopulares. Lo llaman coherencia, la misma que tiene Jorge Nagore al ofenderse por lo que le dice cualquier persona en twitter, para luego escupir bilis contra políticos que como Sergio Sayas no son de su cuerda.

Pero la situación que más le escama a Cervera es que él sospecha que UPN ha montado una suerte de grupo de presión en algunas redes sociales que incomoda sobremanera a los twitteros abertzales. Para demostrar esta afirmación (que no hace de forma directa, sino de forma bastante cobardica) él dice que comparten discurso con UPN y que sus cuentas han aparecido después de que UPN perdiese el poder en Navarra. Argumentos estos bastante torpes, y muy sorprendentes en alguien que presumió siempre de ser siempre la vanguardia de las innovaciones y de las libertades digitales. ¿Habrá cambiado también en eso de opinión y de amigos? ¿Habrá cambiado de nombre a su perrito Pixel?

Tampoco era lógico esperar que Santiago Cervera fuese más fiel a sus principios “de antes” –en UPN, en el PPN, en suma en defensa de una Navarra española- que a sus mujeres de antes –pues su boda efectiva con Mónica Ridruejo fue más fugaz que peculiar su albo atuendo en la ceremonia. Ahora orbita en la galaxia abertzale, y parece molestarle que haya personas con cuentas de twitter que diciendo lo que piensan sin tapujos hayan conseguido romper el monopolio abertzale del activismo en las redes sociales. ¿Pasará a pedir el fin de los seudónimos y una nueva censura el que presumía de libertad de expresión cuando sus amigos eran los de antes, Soraya, Rajoy o Ana Mato?

El expresidente del Partido Popular de Navarra, de colegueo con proetarras

Yo entiendo que Cervera pueda estar resentido en cierta medida con algunas personas. Pero hacer causa común con los que quieren sumir Navarra en el pandemonio de Euskal Herria e ir de colegueo con proetarras que usan twitter para difamar o realizar amenazas veladas de quemar las propiedades de concejales de partidos disidentes, no tiene justificación alguna y es una traición a las ideas que supuestamente defendía¿Ahora le negamos el seudónimo al que escribe en otro medio y nos acercamos a los que hicieron con alias y capucha nacionalismo armado? De hecho, dice mucho de su carrera política de dudoso mérito y confirma aquello de que en muchas ocasiones los partidos políticos actuales no son un medio para seleccionar las personas más capacitadas para gobernar, sino una máquina para seleccionar mediocres capaces de ganar elecciones, importando bastante poco que sean unos inútiles o que su única ideología sean los cargos, el relumbrón y el dinero.

Hispano

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