La semana pasada conocíamos por la prensa distintas declaraciones del ex-juez y ex-senador de ERC (acaba de dimitir) Santiago Vidal, acerca del proceso separatista y rupturista que están llevando a la práctica desde hace años ERC y PDCat (antigua CDC) con el apoyo de las CUP. Parece ser que, a raíz de conocerse a través de los medios de comunicación las declaraciones de Vidal, la Justicia y el Gobierno central, como si les hubiera caído encima de la cabeza la manzana de Newton, han dado tímidos y escuetos pasos jurídicos y políticos para esclarecer los hechos. En el campo separatista, sin embargo, como reconocimiento tácito, han decidido cortarle la cabeza al un tanto imprudente (y bocazas) activista por la causa separatista. Porque si bien los separatistas, ante más de cuatro décadas de inacción por parte del Gobierno central, partidos políticos y sociedad civil, han hecho literalmente lo que les ha dado la gana, este crucial 2017 parece que se van a tentar un tanto la ropa.
A muchos particularmente no nos coge de sorpresa las distintas cuestiones que nos ha revelado el soberbio y sectario Vidal, y como veremos, todas las cuestiones que se han puesto encima de la mesa a raíz de sus declaraciones son, por desgracia, reales y fácilmente verificables. Uno de los asuntos "presuntamente" revelados por Vidal y que salen a la luz son el más que presunto robo de datos fiscales por parte del Gobierno autonómico catalán. Recordemos que, salvo las cuatro Haciendas forales (tres vascas -una por diputación- y la navarra) las competencias en materia tributaria, tanto legislativas como de administración y gestión, corresponden al Estado por medio de la Agencia Tributaria, existiendo en el caso de las CCAA una cierta descentralización en la cogestión tributaria. Sin embargo, el Parlamento Catalán ha impulsado varias leyes de desconexión y transición, entre las que se encuentra la que crea la Hacienda catalana, desgajada y independiente de la Agencia Tributaria estatal.
Vidal nos deja otra perla en cuanto a Pedro Sanchez "el felón"; el pacto que estaba fraguando con los separatistasque suponía apoyar suinvestidura a cambio de permitirles todo, a fin de cuentas para el nieto del general franquista Castejón, Cataluña es una nación.
Si los separatistas han dado los pasos jurídicos (aunque ilegales e inconstitucionales, cosa que poco les importa) de crear de manera unilateral una agencia tributaria catalana, lo lógico es que roben del Estado los datos fiscales de los contribuyentes catalanes para poder poner en marcha su proyecto de Hacienda catalana. Además este es un paso fundamental (junto con Justicia y Exteriores) para hacer efectiva la independencia. Los separatista catalanes llevan meses adelantando sus planes, lo grave del asunto es que, o bien no se actúe, o de una manera tal que para cuando quiera ser efectiva pudiera ser demasiado tarde (si la justicia lenta no es justicia, en estos casos tan graves es anti-justicia). Desde luego que en un Estado de Derecho moderno que se precie, ya solo por este asunto, unos cuantos políticos hacía tiempo que deberían estar en prisión provisional preventiva.
Otra de las cuestiones que ha salido a la luz a raíz del "caso Vidal" sería el supuesto reconocimiento por parte de, al menos 11 Estados miembros de la Unión Europea, de la declaración unilateral de independencia catalana (medie o no referéndum ilegal). Tampoco nos ha descubierto América el ex-juez, hace muchos años que las embajadas camufladas de la Generalitat catalana promocionan su proyecto separatista dentro y fuera de Europa, y ya desde hace años contarían con la simpatía de al menos las tres repúblicas bálticas; Letonia, Estonia y Lituania. No sabemos hasta dónde llegarían estas simpatías, ni cuáles serían los otros ocho Estados UE que se encontrarían en la lista (¿Bélgica? ¿Irlanda? ¿Reino Unido?) pero todo apunta a que quizá no sea tan farol lo planteado en un inicio por Vidal. De todas formas, con que un solo Estado UE reconociera la independencia unilateral catalana dejaría a la UE en una situación delicadísima, y la permanencia de España en la misma en una situación, cuando menos, bastante lamentable.
En cuanto al apoyo de unos 300 jueces (de 800 que hay en Cataluña), podría ser una cifra bastante cercana a la realidad. Hay que contar que entre el funcionariado del Estado en las zonas de presencia de distintos movimientos separatistas hay bastantes personas afectas al mismo (en Navarra, por ejemplo, bastaría con ver los resultados de ELA y LAB en las elecciones sindicales del funcionariado estatal). Pero en el caso de la judicatura resulta más flagrante todavía ya que, no solo existe un turno de acceso directo a la judicatura. Secretarios Judiciales (entre los cuales también hay afectos al separatismo) también acceden a la judicatura por una digamos que "vía rápida". Y más grave aún; mediante el cuarto turno, abogados y profesores de universidad pueden hacerse con una plaza en la judicatura española, y si bien en los últimos años han ido endureciendo las pruebas en este turno, si cuentas con los contactos políticos precisos, puedes hacerte con tu placita de juez a través del consabido enchufe. Esta vía ha sido muy bien aprovechada durante más de treinta años por CIU para conseguir un buen número de jueces afines a su causa. Y eso sin contar con los magistrados del TC, TS, CGPJ y TSJ Cat que, sin necesidad de ser jueces de carrera, han sido nombrados durante todos estos años por CIU.
Según la Constitución Española de 1978 todos somos iguales ante la ley (y por lo tanto, ante la Justicia). Sin embargo el tratamiento que el Gobierno central y la justicia otorgan a los separatismos vasco y catalán distan de ser iguales al resto. Un ejemplo lo tenemos con la agresión a Yolanda Barcina, cuyos agresores ante penas inferiores a 2 años no ingresaron en prisión a diferencia de los que participaron en el escrache de Blanquerna, que con penas inferiores a los 2 años sí tuvieron que ingresar en prisión. Otro ejemplo lo tenemos con la corrupción, mientras que miembros de casi todos los partidos políticos en fase de instrucción por delitos de corrupción ingresan en prisión (se supone que como medida cautelar), la familia Pujol, por poner un ejemplo, o no ingresa en prisión o no pasan más de 24 horas en el calabozo.
Por otro lado, en cuanto a los cuatrocientos millones de euros ocultos en los presupuestos generales catalanes para impulsar en 2017 el referéndum y las leyes de desconexión, como declaró Junqueras, si existieran, dado su carácter oculto, la Generalitat y los partidos que sustentan al ejecutivo de Puigdemont, no nos los van a mostrar. Si realmente tienen intención de consumar el golpe a lo "Companys", resulta bastante obvio que necesitarán dinero, y para ello, deberán tener partidas presupuestarias que, como resulta bastante evidente, tendrán ocultas para evitar su impugnación por parte del Gobierno central, o en su caso, ciudadanos particulares y sociedad civil organizada. Por lo tanto, de cumplir su palabra el actual President, si en 2017 hay referéndum y/o desconexión, habrá partida oculta en los presupuestos. Algunos se preguntarán cómo pueden existir partidas ocultas en los Presupuestos, pues bien, con dividir los 400 millones entre todas las Consejerías y anotar como destino uno distinto al real, ya quedarían camufladas las partidas en el Presupuesto.
Muchos ciudadanos pueden caer en la trampa de pensar que los separatistas no consumarán el golpe mediante acciones unilaterales e ilegales. Sin embargo, olvidarían que existe un precedente histórico, cuando Luís Companys en 1934 proclamó unilateralmente la independencia de Cataluña (entonces sin mediar referéndum ni apoyo internacional alguno a la causa). Por aquel entonces el conflicto finalizó con la suspensión de la autonomía, la incautación de armas a los mossos y Companys y los suyos entre rejas, y eso sí, el tumulto se llevó por delante la vida de 46 personas.
Por último, y no menos inquietante, está la afirmación de que un Estado no europeo entrena a los mossos en labores policiales, militares y de inteligencia. Por si alguien todavía no se ha enterado, ese Estado no es otro que Israel. La Generalitat lleva muchísimos años intentando montar su propio servicio de inteligencia al servicio de la independencia y de las élites oligárquicas catalanas. Primero recurrieron durante mucho tiempo al servicio de agencias de detectives privados y a favores de agentes de distintos cuerpos policiales. Desde hace unos años, en el seno de la policía autonómica catalana se está poniendo en marcha un CNI catalán, como ya denunció en su día la oposición en el Parlament (finales del 2014). Pues bien, parece ser que el Mossad israelí es quien ha estado y está en la actualidad ayudando a los separatistas, entre otras cuestiones, a montar el CNI catalán.
La razón por la cual Israel apoya a los separatistas en la actualidad de momento nos es desconocida (su apoyo a ETA en el pasado lo justificaron en el "régimen franquista"), pero si algo está bastante claro es el actual apoyo al proceso separatista catalán, algo que si bien de momento los gobiernos débiles (en algunos temas casi inexistentes) de Moncloa no parece que vayan a tomar cartas en el asunto, resulta de vital importancia que la sociedad los conozca, y desde luego, las relaciones de España con Israel no pueden ni deben ser las mismas si el Estado hebreo apoya cualquier movimiento separatista en España.
Como pueden apreciar los lectores, las declaraciones de Santiago Vidal en un primer momento pueden sonar a farol o bravuconada de un necio soberbio, pero los datos apuntan que podría estar en lo cierto, si no en todo, al menos en gran parte de sus afirmaciones. El Gobierno central y los principales partidos políticos de la partitocracia del 78 llevan colaborando cuarenta años por acción o por omisión en los procesos rupturistas y totalitarios en Cataluña, las provincias vascongadas (hoy Euskadi o CAV), y por efecto rebote en Galicia, Navarra, Valencia y Baleares (y en Andalucía, Aragón y Asturias que se preparen). No sabemos que nos deparará este 2017, pero desde luego la muy difícil reversión del actual devenir de los acontecimientos dependerá de nosotros, del pueblo llano, de la sociedad civil organizada, de lo contrario, los malos, sí, los malos, triunfarán, sus proyectos totalitarios asfixiarán y aquellos territorios que consigan enganchar y el futuro que les depare imagínenselo, aunque el siglo XX está lleno de ejemplos y resultados.
Distintas organizaciones de la sociedad civil en Cataluña representan hoy la única esperanza de frenar al separatismo. Ni Bruselas, ni Madrid son hoy garantía alguna de triunfo de la verdad, la razón y la democracia frente al totalitarismo sectario y fanático que amenaza nuestras libertades en una parte nada desdeñable de España. O la sociedad civil reacciona, o en poco tiempo asistiremos a las trágicas consecuencias de la inacción-traición de instituciones y partidos sobrepasados por unos acontecimientos a los que han contribuido durante décadas por acción o por omisión.
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