Páginas

miércoles, 3 de mayo de 2017

El nacionalismo vasco margina al sur de Navarra


El gobierno de Uxue Barkos margina a la Ribera de Navarra, esta es la sensación que les queda a muchos navarros al sur de Tafalla cuando ven que el cuatripartito se centra en políticas identitarias como la imposición del euskera y la ikurriña, mientras dejan a un lado una de las regiones más deprimidas de Navarra. Extremo este que no es de extrañar, ya que para el nacionalismo vasco la Ribera no es Navarra, o más bien no es la Nafarroa euskalduna que ellos querrían, sino la Navarra abierta y consciente de que comparte importantes rasgos culturales con Aragón y Castilla; vamos que que para nada se siente vasca.

Ayer ElConfidencial.com publicaba un artículo en el que se hacía eco de esta realidad según era percibida por muchos riberos, que se sienten navarros de segunda a los que quizás una comunidad vecina como Aragón trataría en mejores condiciones de las que lo hace el actual Gobierno del PNV/Geroa Bai.

Está claro que los problemas de la Ribera vienen de largo y que en gran medida son consecuencia de que la mayor parte de su población se encuentre situada en torno al medio rural y sus carencias inherentes. El paro alcanza el 20% en algunos lugares (doblando la media de Navarra) circunstancia a la que no ayuda el que sea también la región navarra que más inmigración acoge -si en un lugar en el que ya hay paro introduces a más personas en edad de trabajar, el paro aumenta, es de cajón- con aproximadamente un 15% población extranjera, frente al 11% en la Comarca de Pamplona o menos del 6% al norte de Navarra. Ahí también vemos quién es realmente acogedor y dónde aquello de "ninguna persona es ilegal" se queda en mero postureo.

Pero la gente no olvida el trato que esta zona de Navarra ha recibido por parte del nacionalismo vasco, que siempre ha intentado poner palos en las ruedas de cualquier proyecto que supusiese un mayor desarrollo económico para la Ribera. Basta recordar la conflictividad creada en torno al pantano de Itóiz y su Canal de Navarra, con aguas dispuestas para aumentar la superficie de regadío al sur de Navarra. Otro caso más sangrante es el del Tren de Alta Velocidad, mientras el PNV defiende de forma enérgica su llegada al País Vasco, en el caso de Navarra la marca blanca del PNV (Geroa Bai) mantiene paralizado el proyecto por las presiones de los cabezolaris de turno, sus socios de Bildu.

En una situación como esta cabe recordar también aquel artículo del escritor e "historiador" batasuno José Mari Esparza Zabalegui publicado por el Diario de Noticias -verdadero boletín del régimen vasquista en Navarra- hace unos años bajo el título de "¿Qué hacemos con nuestro Ager Vasconum?" y en el que se preguntaba qué hacer con la Ribera de Navarra si estas tierras estaban habitadas por unas gentes que a lo largo de la Historia se habían ocupado de permanecer separadas de los "verdaderos vascos". Su solución: separar esa zona de Navarra y asimilar el resto a su "Euskal Herria" como una tierra conquistada, porque al final  la identidad vasca se tiene que imponer a la navarra y a los que no son vascos hay que expulsarlos de su Euskal Herria. Que casualidad que en el Mentizias hayan borrado ese artículo en concreto.

La brecha no ha sido creada por el cuatripartito, pero parece que trabajan día a día para acrecentarla cuando se olvidan de los hospitales e institutos de la Ribera que están masificados y se caen a cachos; para preocuparse sólo en saltarse sus propias normas para conceder un trato de favor con comedores y autobuses gratuitos para los hijos de la minoría euskalduna radicada en el sur de Navarra, minoría que ni por esas consiguen acrecentar. Pero de eso se trata, ¿no? de que exista una brecha entre el norte y el sur de Navarra, porque a quienes son buenos vascos la zanahoria y a quienes no quieren serlo, el palo.

Hispano

1 comentario:

  1. Muy buena rtículo. Y muy bueno rescatar los dichos y hechos de personajes como el citado.
    Conviene recordar.
    Hay mucho, demasiado, que recordar de los panvasquistas y de sus desmanes.

    ResponderEliminar