En
esta nueva entrega de nuestras escapadas de verano, se trata de visitar la
tierra de Ultrapuertos, o Baja Navarra, al otro lado del Pirineo. En realidad,
más que una escapada se trata de una excursión, puesto que daría tiempo a
realizar la visita en un solo día, en una especie de itinerario circular. Por ejemplo, una idea es dirigirse hacia
Eugui, atravesar Quinto Real y llegar a Saint-Etienne-de-Baigorry; visitar La
Bastide-Clairence y Saint-Palais; para volver por Saint-Jean-de-Pied-de-Port y
Roncesvalles. En cualquiera de los dos casos empezamos y terminamos con un
hermoso puerto de montaña (o dos, incluso).
Fundación Lebrel Blanco: http://www.lebrelblanco.com/anexos/a0196.htm
El proceso de integración de esta tierra a
Navarra se fue produciendo a partir del siglo XII, bajo el reinado de Sancho
VII el Fuerte. Parece que fue una
incorporación paulatina de valles y espacios tradicionales. Esta situación se
prolongó hasta el primer cuarto del siglo XVI, periodo en el que esta parte del
territorio navarro quedó al otro lado de los Pirineos tras la incorporación de
Navarra a la corona de Castilla, al no poder asegurarse su defensa frente a la
constante amenaza de la monarquía francesa.
A
lo largo de la Edad Media, la tierra de Ultrapuertos se configuró como una
federación de “países” o valles (Cize, Baigorri, Osses, Ostabaret, Arberoue,
Mixe, Irissarry, Iholdy, Armendaritz), además de las ciudades que tenían fuero
(Garris, Saint-Palais, Larceveau, San Juan de Pie de Puerto,
Labastide-Clairence) y de las baronías (Lantabat, Behorlegui). Al frente de todo ello se encontraba el
capitán-alcaide de San Juan de Pie de Puerto, quien representaba a la autoridad
real.
Esta
estructura todavía puede observarse hoy en día:
La propuesta de excursión comenzaría con la salida de Pamplona
hacia Eugui donde podemos visitar, de paso, la antigua fábrica de armas del
siglo XVIII. Continuando la carretera llegaremos al alto de Urquiaga para poder
admirar los paisajes de suaves montañas que se abren delante de nosotros.
Atravesando las tierras de Quinto Real
(Alduides, Urepel, Banca) llegaremos al primer municipio donde haremos una
parada, que es Saint-Etienne-de-Baigorry.
La iglesia bien merece una visita, así como la plaza principal del pueblo y su
frontón.
Interior de
la iglesia de Saint-Etienne-de-Baigorry
Continuaremos la excursión hacia La Bastide-Clairence, donde lo más característico es la traza de
sus calles. Como su nombre indica, se trata de una “bastida”, es decir, una
población fortificada medieval creada por los reyes con finalidad defensiva y
económica. La calle principal está jalonada de casas con arquitectura
tradicional.
Calle
principal de La Bastide-Clairence
Después, podemos dirigirnos hacia la bastida de Saint-Palais, situada en la confluencia
de dos ríos, y tradicional punto de encuentro para ferias y mercados. Se puede
visitar el Museo de la Baja-Navarra y la antigua fábrica de moneda del Antiguo
Reino.
Estampa pintoresca de Saint-Palais
Por último, pero no lo menos importante, quedaría la visita a Saint-Jean-de-Pied-de-Port, a los pies
del puerto de Ibañeta y de Roncesvalles.
Capital de Ultrapuertos, es la población más visitada por su belleza y
la variedad de sus comercios y restaurantes. Las viejas murallas encierran la
antigua población, dominada desde lo alto de la colina por la ciudadela. Una
vez recorrida la calle principal que baja, se visita la iglesia gótica situada
al lado del puente del siglo XIII. Por otra parte, la población es punto de
partida de la etapa más dura del Camino de Santiago llamado “francés”, después
de haberse unido (en la población de Ostabat) las tres rutas que vienen del
norte y este de Francia.
Puente de
Saint-Jean-de-Pied-de-Port
Escudo del Reino de Navarra en la iglesia de
Saint-Jean-de-Pied-de-Port
Encuentro de los caminos
a Santiago de Compostela en Ostabat
El escudo de Navarra lo inventaron los abertzales. Por eso está en esa antigua iglesia con coronica inclusive. Por cierto, si lo inventaron los abertzales, ¿por qué reivindican la bandera sin corona? Son unos dementes.
ResponderEliminar