miércoles, 23 de mayo de 2018

El chaletazo: jerarcas podemitas chic y el lujo


Mucho ha llovido estos días a cuenta del "casoplón" adquirido por la parejita jerarca del partido post/neo bolchevique Podemos. Y la polémica ha surgido con razón, ya que, la política como la religión o las grandes marcas comerciales, viven en parte de su imagen. Como acertadamente, a pesar de la enorme distancia que nos separan, el alcalde de Cádiz, el señor Quichi, o el líder de IU señor Garzón, han manifestado, un dirigente de extrema izquierda debe dar una imagen de sencillez (aquello de que la mujer del César no solo tiene que ser honrada sino parecerlo). 

Si puede resultar escandaloso un palacio arzobispal residencia de un obispo o cardenal lleno de lujos de primer orden, pues otro tanto tiene que ocurrir no solo con cualquier dirigente político, sino especialmente en aquellos que presumen de tener mayor sensibilidad social respecto a las capas más desfavorecidas de la población.

@Pablo_Iglesias_ e @Irene_Montero_ os hemos ayudado en la decoración de vuestro nuevo casoplón.
Hemos pensado que una réplica del cartel que obligasteis a colocar en el ayuntamiento de Madrid os puede gustar 😉✌ pic.twitter.com/gYCy7Mb22A
— Cañas por España 🇪🇸 (@canasporespana) 20 de mayo de 2018 

En otro orden de cosas, el casoplón de la parejita no solo ha desatado una tormenta política por la mala imagen que da el gusto por el lujo de quienes se han vendido como "perroflautas" durante tanto tiempo, sino por otras cuestiones, como la horterada de chalé de nuevo-rico. Para empezar, la propia construcción pijohortera, para seguir, el precio que inicialmente era nada menos que de 600.000 euros pero que cada día va en aumento.


Por seguir con el escandalazo, la hipoteca imposible concedida por la Caja de Ingenieros (entidad bancaria restringida a personas con alto poder adquisitivo y dirigida por el separatismo catalanista), eso por no hablar de los gastos mensuales de manutención (que de por sí ya representan un sueldo de cualquier trabajador malpagado de hoy en día). A todo esto hay que añadir una declaración de bienes por parte de la parejita que no cuadra con la vivienda adquirida, y todo esto sin saber si ha mediado dinero "negro" de por medio.

Imaginen por un momento que el precioso chalet de La Navata no lo hubiesen comprado ahora, sino que hubiese sido adquirido allá por el año 2016 y que ahora, dos años después, se estuviese escriturando y blanqueando dicha adquisición. Sería un escándalo. ¿Se imaginan? pic.twitter.com/cnLvTcMpk3
— Rubén Pulido (@Pulifil) 21 de mayo de 2018

Pero no crean nuestros lectores que el lujo por los palacetes se queda en esta entrañable parejita ex-perroflauta. La dirigente podemita del País Vasco, Pilar Lasa, poco antes de convertirse en la lideresa de la formación en la CAV, mostró ante la televisión pública otro casoplón pijo-hortera valorado nada menos que en un millón de euros. Otro caso reciente, la concejala de Podemos (Ahora Murcia) en el Ayuntamiento de Murcia y número dos de la formación, María Ángeles Moreno Micol, que una vez en el cargo, acomodó una vieja casa de pueblo en un casoplón de lujo. 

Se ve que el virus de los casoplones lujosos, pijos y horteras se va extendiendo entre la casta dirigente podemita que introducida en altos cargos institucionales, repite las prácticas mafiosas de los viejos partidos, solo que con un añadido: una ideología radical que como ya ocurriera en la fenecida URSS, pretende condenarnos a los ciudadanos a súbditos condenados a la subsistencia (igualitarismo a la baja) mientras ellos disfrutan de dachas dignas de un zar.

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