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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Nuevo zasca a la etarrada en Cizur Mayor


El hecho taurino es algo consustancial a Navarra. Con ello no sólo me refiero a los festejos taurinos de los que en nuestra tierra tenemos documentados desde la Edad Media (tanto sueltas como corridas de toros), sino que el toro como animal totémico ya estaba muy presente durante la Antiguedad en las tierras de lo que será Navarra y así lo demuestran múltiples restos arqueológicos de origen romano.

Taurobolio en la villa romana de Arellano

Las primeras corridas de toros sueltos de las que se tiene constancia en Navarra datan del siglo XIV, así según la revista de Historia Príncipe de Viana existe constancia de que Carlos II en 1385 celebró unos festejos taurinos en Pamplona y mandó traer a dos hombres "uno cristiano, et el otro moro, que Nos habernos fecho venir de Zaragoza por matar dos toros en nuestra presencia, en la nuestra ciudat de Pomplona", mientras que tres años después, al paso de la Duquesa de Lancaster por Navarra -que iba camino de Castilla- fueron muertos por lanza dos toros bravos tanto en Pamplona como en Tudela; habiendo sido criados estos en los alrededores de Tudela.

Pero los festejos taurinos con suelta de vacas los preceden desde el punto de vista del registro documental, así el fuero dado a Tudela por Alfonso el Batallador (s. XI-XII) alude a la costumbre de correr por las calles vacas, bueyes y toros ensogados "con ocasión de bodas, de esposamiento o de nuevo misacantano".

Casi mil años después, son este tipo de festividades las que ocupan nuestro artículo de hoy, dado que tradicionalmente se venían celebrando durante las fiestas de casi todos los pueblos relevantes en los alrededores de Pamplona. Se venían celebrando como vengo diciendo, hasta que el nacionalismo vasco ha alcanzado cotas de poder en algunos de estos pueblos. Así, con la excusa de la crisis y el dispendio económico que estos festejos suponen, realizaron "consultas populares" a las que batasunos y afines acudieron en masa para votar que no, mientras que a nuestra gente pasaba del asunto.


Así es como municipios como Barañain, Huarte o Cizur Mayor, prescindieron de las sueltas de vaquillas en sus fiestas. Pero en este último caso Jon Gondan, el alcalde euskoguay de Cizur, organizó a primero de este año una chapuza de consulta telemática sin garantía alguna. Gracias a esto, los vecinos de Cizur Mayor se organizaron mediante una recogida de firmas para la realización de una nueva consulta vinculante dado que la anterior infringía la ley foral de participación.


Un año de experiencia había bastado para constatar que las otras actividades organizadas por el consistorio eran un cementerio (no poniéndose en duda su financiación) y que muchas personas de fuera acudían a la localidad para participar en las vaquillas y después lo que tocase.

Los batasunos en este caso consideraron que esta nueva consulta era una "consulta taurina" y llamaron a la abstención activa, supongo que sabían que probablemente iban a perder y la pretendían invalidar por baja participación. En qué consiste exactamente esto de la "abstención activa" ya lo dejaron bastante claro cuando la noche anterior se dedicaron a obstruir con silicona las cerraduras de los lugares de la votación.


El alcalde vasquista de Cizur se hizo el ofendido en twitter por esta travesura de sus cachorros, acusando de estos destrozos a los asistentes a un festival abertzale que durante la noche anterior había tenido en la localidad. Recordemos que este festival proetarra tuvo lugar necesariamente con la autorización del consistorio totalmente rodeado por zonas residenciales y con excesos de hora, ruido y suciedad; sin que la corporación hiciese una mierda al respecto ni vaya a negarle la licencia en adelante a los gaztecerdos de la organización.


Pero toda esta basura no impidió que los vecinos de Cizur Mayor acudiesen a votar a favor de mantener la asencia de sus fiestas, tal es así que dada la afluencia en los centros de participación se produjeron colas como las que podéis ver en las fotos. Todo sea dicho, el alcalde euskoguay tampoco dejó pasar la ocasión de meter su veneno euskaldunizante en las papeletas, al sobreponer el minoritario euskera sobre el español que hablan todos los vecinos. Finalmente fueron 2851 las personas que acudieron, de las que el 62,22% votaron a favor de retomar sus festejos taurinos. 


Los abertzales quieren cargarse los festejos taurinos como seña la seña de identidad navarra y española que son. Y esto sólo acabará sucediendo de una forma u otra si les dejamos y no hacemos nada para impedirlo.

Hispano

martes, 20 de noviembre de 2018

A la etarrada se le van acumulando las pifias


Resulta que este fin de semana el independentismo catalán mandó a una delegación para secundar una nueva concentración a favor de... los angelitos de Alsasua. La presencia del distinguido diputado Gabriel Rufián aportó bastante poco caché al evento, dado que la asistencia al mismo a duras penas iría más allá de los 1000-2000 cabestros; una cifra pírrica y un fracaso dado que cualquier otro día la bildurrianada saca más gente a la calle en Pamplona, aunque sea a enciegarse con la excusa del euskera.

Esto indica que el asunto los agresores de Alsasua es un tema que ha tenido su recorrido pero que ya está quemado, por esto veremos un cambio a una dinámica movilizadora nueva para mantener entretenidos a los aberchándals. Algo nuevo y original, como por ejemplo los presos de ETA.


Por lo demás la delegación de ERC, compuesta por Gabriel Rufián y Joán Tardá -otro separatista que cobra más de 90.000€ al año del Estado- a parte de irse de pinchos y hacer el payaso para twitter, también acudió a unas jornadas a favor de los "pacifistas" de Alchahcu que tuvieron lugar en Katakrak. Esta es una cafetería-librería-editorial a la que recordemos el euskogobierno está desviando dinero público mediante la manida excusa del euskera, en algunos casos desde el Ayuntamiento de Pamplona y con una ética algo dudosa dado que uno de los dueños de Katakrak es el concejal de movilidad Armando Cuenca.

Referéndum independentista en Guipuchilandia

Mientras tanto, la izquierda abertzale había preparado una nueva actividad para entretener a su gente de Guipúzcoa: un referéndum fake en Sansebastión, Irún, y otras localidades cercanas. No "votaron" en cajas de zapatos, pero casi. 

En total y fiándonos de Gure Esku Dago (misma organización que la de aquella cadeneta independentista) fueron 28.684 los batasunos que participaron en esta charlotada sin garantía alguna, mientras que algo más de 200.000 guipuzcoanos llamados a acudir se quedaron en sus casas. Sólo uno de cada ocho secundaron la convocatoria, lo que viene a ser una participación de risa prácticamente equivalente a los votos que EH Bildu obtiene en la zona.

Pese a este nuevo fracaso, hemos de entender el experimento como un "tiro de aviso al jabalí" por parte de una batasunada a la que le gustaría seguir el camino de Cataluña, pero que no puede por el momento dado que el ala socialdemócrata del separatismo vasco (PNV) siempre irá a lo más seguro para las clases empresariales cuyos intereses defiende y esto por el momento requiere no sumirse en una deriva independentista mientras haya un catalanismo dispuesto a llevarse los palos el primero. Por cierto, Gabriel Rufián tampoco le trajo suerte a esta consulta de cartón piedra.


Referéndum navarrista en Ayegui

Mientras tanto, en Ayegui tenía lugar otro referéndum, este en cambio con todas las palabras dado que el alcalde del pueblo se había molestado en pedirle permiso al Estado para su realización y que por lo tanto fuese vinculante. El hecho a ser refrendado era si el pueblo pasaba a la zona mixta o se quedaba en la zona no vascófona.

¿Este referéndum sí que ha funcionada y para bien? pues sí y no: en primer lugar ganó la opción de quedarse el pueblo tal y como estaba, pero por los pelos y con un 52% de las papeletas. Lo cual quiere decir que pese a las presiones abertzales, por el momento Ayegui se queda fuera de la zona de expansión más inmediata del vasquismo. 

En cambio, sienta un precedente peligroso, dado que puede generar un efecto llamada según el cual los alcaldes de municipios en los que gobierna un partido no demasiado significado y mediante una mayoría no nacionalista; podrían convocar este tipo de referéndums para quitarse presión de encima y que en un pueblo con una minoría nacionalista se impusiese el hecho de pasar a la zona mixta o la vascófona.

¿Y cómo sería esto? Pues debido a que como es sabido el vasquismo es un sector social muy movilizado mientras que nuestra gente cree que con votar cada cuatro años ya vale y le dedica infinitamente más tiempo a su vida personal (o sus negocios) que a cualquier forma de implicación en la vida política; para luego andar quejándose en la barra del bar de que en las oposiciones o en las contratas le exigen el euskera. 

Así es como por ejemplo la bildurrianada y el podemismo han saboteado los festejos con vaquillas en las localidades en torno a Pamplona, pueblos en los que estos eventos gozan de bastante participación se han visto despojados de los mismos dado que la progredumbre se ha movilizado masivamente en su contra, mientras que la gente normal se ha quedado en sus casas sin saber siquiera que estas consultas tenían lugar.

El próximo domingo tendrá lugar una nueva votación popular en Cizur Mayor a la que convendría que fuesen el mayor número de vecinos posibles, dado que de lo contrario quienes decidirán serán los cuatro vasquitos colgados de siempre.

En el caso de Ayegui se puede hablar entonces de suerte, dado que una escueta diferencia de 30 votos ha decantado el resultado a favor de quienes no quieren la imposición del euskera. No es que en una localidad donde no se habla euskera la mitad del pueblo le vote al nacionalismo vasco, es que en un pueblo donde Bildu sólo obtiene el 20% de los sufragios, los vasquistas han pasado lista para ir a votar a favor. Como indica el hecho de que con una participación de tan solo el 40%, poco menos del 50% hayan ido a favor de la euskaldunización de una zona que el euskera no se habla de forma efectiva desde la Edad Media.

Como es de esperar, a los batasunis, los que van de defensores de los referéndums de ciencia ficción, no les ha gustado nada el resultado de esta consulta en Ayegui porque ellos sólo hablan de democracia cuando son capaces de violentarla de forma que en vez de expresar "la voluntad del pueblo" pase a representar la voluntad de los matoncillos abertzales de turno, les tenemos calados.

Hispano

jueves, 28 de septiembre de 2017

Si Cataluña cae, después vendrán a por Navarra


La causa independentista en Cataluña cuenta con el apoyo inestimable de personalidades públicas como Karmele Marchante, Juanjo Puigcorbé, Pep Guardiola, Lluis Llach o Pilar Rahola; además de apoyos internacionales como el del vagabundo Lagarder Danciu. La última organización que se ha unido a este circo tragicómico es la banda terrorista ETA.

El futuro de la nació catalana, apuntalado por personajes como el parásito social Lagarder Danciu o la periodista de la farándula Karmele Marchante.

Como es obvio, no nos sorprende que los separatistas se apoyen entre sí de la misma forma que este apoyo por parte de una organización terrorista tampoco sonroja a los tan demócratas secesionistas catalanes. De hecho, los proetarras llevan ya un par de semanas llenando Navarra y el País Vasco de esteladas comunistoides, han convocado manifestaciones en apoyo del cutre-referendum y es previsible que lo más granado de la borrokada se desplace a Cataluña para calentar el ambiente a partir de este fin de semana. 

Pancarta a favor de la independencia de Cataluña a las puertas del instituto Iturrama, conocido porque en un momento de la historia de ETA, el 20% de sus terroristas navarros habían salido de este centro

Tampoco nos sorprende que en el mismo comunicado hecho público en el panfleto Gara, los etarras digan que también quieren un proceso como el de Cataluña para su Euskal Herria. Pero nos sirve para decir que lo que ocurra en Cataluña importa en Navarra. Hay bastante gente sociológicamente española que asegura de forma irreflexiva, medio en serio medio en broma; que si se va Cataluña tampoco sería algo tan malo, ese problema que nos quitamos de encima... 

Craso error, puesto que el nacionalismo vasco está mirando con atención el butifarrendum catalanista. Van a dejar que la Generalidad haga de rompehielos para que en el caso de que su empeño resulte en una independencia por las buenas o las malas, iniciar estos también su propio proceso independentista. Para los nacionalistas vascos Navarra es irrenunciable, por lo tanto nosotros también entramos en el pack

Puede que aún no cuenten con las mayorías necesarias, pero es seguro que están usando el poder para construirlas y el caso improbable de la secesión de Cataluña supondría la quiebra del Estado y un ola de desánimo general entre el pueblo español peor aún que la del desastre del 98. Las consecuencias de un escenario catastrófico como este son imprevisibles y aún estamos recogiendo en Cataluña las consecuencias de hechos que en comparación son menores: la crisis del 2008 y el afloramiento de la corrupción estructural asociada a los partidos políticos del régimen del 78.

Como dice el refrán "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar" y es sabio como todo el refranero español, lo que tampoco quita que más que el egoísmo nos ha de mover la solidariadad con todos los catalanes españoles a los que no vamos a dejar solos, porque si Cataluña resiste, toda España resistirá con ella.

Hispano

lunes, 4 de septiembre de 2017

El curso 17/18 comenzamos con Cataluña


Hoy lunes comienza el curso para los estudiantes de la UPNA y la UNAV, Pamplona vuelve a la vida tras el letargo postsanferminero y como nosotros tampoco queremos ser menos; también retoma su actividad este blog que pretende ser el nexo de unión de todos los patriotas en Navarra, sin caer en sectarismos, porque la causa que nos debe unir es más grande que cualquier pequeñez que nos pueda llegar a separar.

Comenzamos un curso cuya actualidad va a estar marcada por la ya cansina deriva separatista en Cataluña, no hace falta ser un primor para verlo y es un tema que también en Navarra nos va a afectar. Primero, los sucesivos gobiernos de la Generalidad realizaron durante décadas una labor constante de zapa que en Cataluña ha reducido al Estado a su mínima expresión. Una democracia que por ejemplo, permite que en una de sus regiones se impongan multas lingüísticas o que sea imposible la escolarización en la lengua oficial del Estado, es una democracia fallida.

Ahora recogemos los frutos envenenados de las dejaciones del pasado: este 1 de octubre probablemente tendrá lugar otro referéndum que el Estado dice que no va a tener lugar, de la misma manera que no tuvo lugar el del 2014, ¿verdad? Poco o nada se puede esperar de un Mariano Rajoy inerme ante la política de hechos consumados de los separatistas catalanes o de un Tribunal Constitucional que no tiene fuerza material para impedir nada y aunque la tuviese, sólo sería un parche, porque el independentismo en Cataluña se ha convertido en un movimiento social y eso no hay juez que lo pare.

La situación en Cataluña sólo puede ser revertida mediante el trabajo a largo plazo de asociaciones que como Somatemps han asaltado la trinchera de la lucha cultural contra el nacionalismo. Otra plataforma destacada es el blog Dolça Catalunya, que acaba de llegar a los 50 millones de visitas y es probablemente el blog más leído de España en estos momentos. No son estas las únicas iniciativas existentes en Cataluña, pero en mi opinión son las que nos marcan el camino a seguir en Navarra.



Es también durante este verano cuando ha estallado otra crisis en Cataluña, de la que los atentados de Barcelona y Cambrils sólo son la punta del iceberg; esta es la islamización de Cataluña o como sus nietos, en vez de hablar catalán, hablarán árabe.

Fue durante las legislaturas de José María Aznar cuando la llegada de inmigrantes comenzó a dispararse y también en los tiempos del molt corrupte Jordi Puyol los nacionalistas catalanes vieron que una buena parte de ese flujo migratorio iba a provenir de países latinoamericanos; vamos que se trataba de personas que como ya hablaban español, les iba a importar un carajo aprender catalán. Ante esto la Generalidad se plantea favorecer la inmigración de países no hispanohablantes, por ejemplo abriendo oficinas de inmigración en los países de origen. Primero lo intentaron con los polacos sin demasiada suerte, ya que no tardaron en constatar que los polacos son de voto conservador y difícilmente se iban a dar a sus gilipolleces. 


Después vinieron los musulmanes en general y los marroquíes en particular, en el año 2004 y ya con Artur Mas la Generalidad abrió una oficina de inmigración en Casablanca, este trasiego de cientos de miles de magrebíes para estos fines espurios era conocido y tolerado por el Estado. Con el proceso independentista ya en marcha, se le ofrecen prebendas descaradas a la comunidad musulmana con la finalidad de comprar su voto en un hipotético referéndum independentista vinculante, pero algún imán de cataluña ya lo dice: 

"Hay que aprovecharse de los independentistas pues ellos se apoyan en nosotros para conseguir votos pero lo que ellos no saben es que cuando nos dejen votar todos votaremos a los partidos islámicos pues nosotros no pensamos en izquierdas y derechas. Esto nos hará ganar alcaldías y a partir de ahí con las grandes competencias de las autonomías empezará a implantarse el Islam."

La solución del problema catalán no vendrá con más dinero desde el Estado, ya que quien pretenda comprar a su enemigo jamás tendrá dinero suficiente. La solución al nacionalismo sólo puede venir desde dentro de Cataluña.

Hispano

miércoles, 21 de junio de 2017

Referéndums en el norte de Navarra: también la izquierda abertzale hace el ridículo


En este blog venimos dedicando no pocos artículos y comentarios a las tácticas, estrategia y naturaleza de la autodenominada izquierda abertzale. Y no podía ser de otra manera, no en vano la trayectoria histórica de Navarra y del resto de España viene siendo impugnada brutalmente -y sin descanso- desde todas las estructuras operativas del entramado político-social liderado, durante décadas, por la organización terrorista ETA; cuyos efectos perversos seguimos padeciendo en diversos órdenes de la vida personal, familiar y social.

Tal vez por ello, en alguna ocasión se nos ha señalado –con cierto aire de reproche- que únicamente destacaríamos los logros del separatismo; a la vez que se nos recomendaba que, en lo que respecta a las miserias próximas, mejor lavarlas en casa. Es una opinión respetable; pero que no compartimos desde el ejercicio personal y colectivo de la libertad y la crítica constructiva. De hecho, tal labor analítica la desarrollamos por obligación; ojalá no hubiera necesidad de ella. Pero al adversario, mejor conocerlo que despreciarlo.

Uno de los enormes logros del voluntarismo abertzale ha sido la creación de una auténtica contra-sociedad en la que puede vivirse veinticuatro horas al día, siete días a la semana, en clave propia: diversión, afectos, movilización, gastronomía, lecturas, mitos… comunidad e idioma. La estimulante “construcción nacional” desde la base. Pero tal constructo no implica que siempre acierten con sus decisiones políticas; es más, en ocasiones alcanzan el ridículo. Incluso partiendo desde la violencia.

Nos referimos a los seudoreferéndums desarrollados en 24 localidades navarras el pasado domingo 18 de junio.

Convocadas por una de tantas estructuras movilizadoras de la izquierda abertzale -Gure Esku Dago-, votaron 7.781 personas de un total de 27.095 en 24 municipios del norte de Navarra (Leiza, Vera de Bidasoa, Lesaca, Alsasua, Goizueta…). La participación fue de un escaso 28,73%. Y de ese reducido porcentaje, su inmensa mayoría, un 95,8%, fue favorable al “ejercicio del derecho a decidir” y a “ser consultados sobre el estatus político en toda Euskadi”. Es decir: se declararon partidarios de la integración de Navarra- sin más adjetivos, eufemismos, ni disimulos- en Euskadi.

Pero no se trata de una farsa aislada, no en vano se vienen realizando “consultas” similares en diversas localidades vascongadas con anterioridad; habiendo votado ya unas 150.000 personas. El suelo/techo de la izquierda abertzale, según se vea.

Tan escasos resultados fueron valorados, desde Gure Esku Dago del siguiente modo: “Después de un largo proceso, hemos tomado la palabra sobre nuestro futuro político, y esa puerta la hemos abierto nosotros y nosotras, haciendo uso de los derechos que nos asisten, mediante un proceso estricto y enriquecedor”. Una bonita manera de decir “no ha sido ningún exitazo, pero lo hemos hecho, nadie lo ha impedido y no ha pasado nada”, de modo que “si lo queremos, y más grande, podremos hacerlo”.

Las arriba mencionadas son unas localidades navarras en las que la izquierda abertzale campa a sus anchas: instala ikurriñas en los ayuntamientos y en cualquier otro espacio público desde hace años, maltrata a agentes de las fuerzas del orden público si se da la ocasión, controla toda la simbología visible, se ejercita un vigilantismo social que todo lo sabe y ve, no permite disidencia alguna… Una fisonomía, en general, que se asemeja más al Goyerri guipuzcoano –el sancta-sanctórum de ETA en el que perpetró una “limpieza ideológica” sin parangón en Europa occidental en tiempos recientes-, que a cualquier otro entorno navarro. Un experimento de laboratorio, en suma, del “paraíso” panvasquista incrustado en territorio foral. Pues a pesar de todo ello –partiendo de tamaña base operativa y semejante estado de ánimo generalizado- únicamente votó una cuarta parte de los convocados. Un fracaso, se mire como se mire; así que la voluntad no siempre consigue lo que se pretende desde el frío cálculo ideológico.

Seguramente, con el día tan bueno que hizo, muchos posibles votantes se fueron de playa a las Gemelas en Hendaya, o subieron en tren al monte La Rhune, o estuvieron de compras en San Juan de Luz, o de potes por lo viejo de San Sebastián y Fuenterrabía. Es comprensible: al igual que hicieron sus vecinos guipuzcoanos.

Tan famélico resultado numérico, que no hay que despreciar, desvela la fortaleza, pero también la debilidad, del movimiento abertzale.

Su fuerza: el voluntarismo de sus decenas de miles de adictos con espíritu de secta, su capacidad de trabajo a largo plazo, su movilización permanente, su imaginación táctica. Su debilidad: la libertad humana necesita espacio y ejercitarse; de lo contrario, las personas sufren y el malestar se instala en la sociedad, haciéndose el aire irrespirable. La prueba de ello es que sus cálculos no han sido realistas: esos 7.781 votos apenas son una fachada refrendaria; una mascarada por completo oportunista. En suma, una imposición artificial y ajena al ritmo de la ciudadanía en su conjunto. Lo cierto es que la izquierda abertzale no cree en el pueblo: lo manipula y si no responde “adecuadamente” a sus estímulos, lo violenta. Que sus amigos asesinaran a decenas de ciudadanos navarros, quienes no pensaban como ellos, no fue un accidente histórico: fue el resultado de una decisión colectiva de raíces políticas.

Es admirable, materialmente hablando, que sean capaces de organizar semejante despliegue, movilizar cientos de voluntarios, implicar a dos decenas de administraciones locales, conseguir que una cuarta parte de los votantes sigan el dictado del soviet eusko-nazi. Pero el esfuerzo no les ha garantizado el triunfo parcial, ni predetermina el éxito final.

Ello no quiere decir que se deban ignorar episodios como el anterior; es más, hay que valorarlos adecuadamente y sacar las conclusiones pertinentes. Para después, obrar en consecuencia.

El Gobierno de Barkos miente cuando afirma que no quiere imponer la ikurriña. Miente cuando asegura que Navarra tiene garantizada su continuidad e integridad. Sus actos desvelan sus pensamientos y su corazón: los tienen puestos en la Euskadi de sus sueños y pesadillas.

El fruto de tales mentiras es una Navarra fracturada, dividida, mermada. En consecuencia, al pueblo navarro le corresponde deshacerse de quienes tratan de imponerle una “agenda” totalitaria cargada de violencias de todo tipo. Hagamos memoria y recordemos siempre: el nacionalismo panvasquista es, antes que nada, violencia.

Sila Félix