viernes, 29 de septiembre de 2017

Catalunya 2020, una distopía (1ª parte)


Estos artículos no pretenden hacer cábalas con respecto a las circunstancias que nos podrían llevar al escenario catastrófico de una Cataluña independiente. Como tampoco tengo una bola de cristal, no sé exactamente qué eventos van a tener lugar a partir de este domingo. Lo que sí puedo hacer es inferir, mediante la lógica y el sentido común, el tipo de escenarios hipotéticos que se darían en una Cataluña independiente, que ya adelanto no resultarían positivos ni para los catalanes, ni para el resto de los españoles.

Allá vamos: supongamos que Cataluña es un estado independiente para la siguiente década, que lo ha hecho de forma unilateral aunque sin demasiada violencia ni zonas liberadas por patriotas y que en consecuencia está fuera de la Unión Europea al menos de forma temporal. ¿Les conducirá Puigdemont a la Dinamarca del sur de Europa que han prometido o por el contrario llevarán a una de las regiones más industriosas de España a la ruina y un Estado totalitario?

Hablaremos en primer lugar de la economía, no porque caiga en el error de considerarla el factor más importante, sino porque es el que más ha sido tratado por la prensa y porque es el asunto que me quiero quitar antes de encima. Esta misma semana nos decía un confidencial navarro que aproximadamente la mitad de la actividad económica de Cataluña depende de la exportación de bienes y servicios a España y otros países de la UE. En concreto, Cataluña tiene un PIB de unos 200.000 millones de euros, 60.000 millones provienen de otras regiones de España y 40.000 de otros países de la UE. 

En el caso hipotético de un bloqueo comercial total por parte de España y la UE, una Cataluña independiente se vería empobrecida a la mitad (peor que Cádiz) de no encontrar otros mercados alternativos. Esta es una situación improbable puesto que a pesar de estar fuera de la UE, los productos catalanes seguirían llegando a España y los demás países europeos, de la misma manera que nos llegan productos de China, pero los aranceles y otros gastos de gestión harían poco competitivos dichos productos, dándose una correspondiente reducción de ventas. Eso por no hablar del comprensible boicot que se daría hacia los productos catalanes por parte de las regiones de lo que sería el país antes conocido como España, la Historia nos deja otros ejemplos de secesiones con hundimientos entre el 33 y el 66% del comercio bilateral.

Sea como fuere, otros analistas económicos cifran en un 15-34% la contracción económica de Cataluña, lo que acarrearía un aumento del paro considerable, un descenso de las pensiones y los sueldos de al menos un 20%, la deslocalización de muchas empresas internacionales y una subsecuente fuga de capitales de las que hacen época. Esto sin tener en cuenta otros factores de desestabilización que no llaman nada al turismo (más del 10% del PIB) o la inversión extranjera, como por ejemplo la radicalización de los sectores de extrema izquierda o el auge islamismo radical, cuestiones ambas que hemos podido ver este verano en una Cataluña dentro de España, imaginaos que estando ya fuera iban a campar a sus anchas.

La energía es un factor a menudo olvidado en los análisis economicistas, esto es un error porque la energía no es una comodidad más sino el precursor de toda actividad económica. Sin energía no hay industria, ni agricultura, ni transporte, ni ningún tipo de actividad económica que se precie. 

En primer lugar, Cataluña actualmente tiene una capacidad de generación eléctrica que suele ser inferior a su propia demanda, aunque en el caso de darse una contracción económica como la prevista, el consumo energético bajaría hasta situarse bastante por debajo de su capacidad de producción de la misma manera que la demanda eléctrica en España ha bajado desde la crisis internacional del año 2008.

El problema real de Cataluña estriba en que a penas dispone de recursos energéticos propios. Las fuentes de energía renovables suponen un 15% de la generación eléctrica de Cataluña, correspondiendo más de la mitad de las mismas a la energía hidroeléctrica. Cataluña dispone de tres centrales nucleares que abastecen más de la mitad de la energía eléctrica generada,  pero a corto plazo su reabastecimiento resultaría problemático (cientos de toneladas de uranio enriquecido que no se venden a la vuelta de la esquina ni se pueden meter debajo de una alfombra) y a largo plazo deberían de ser desmanteladas si la Generalidad es coherente con su línea política radical-progresista.

Consumo de energía primaria en Cataluña (2016) esto es la mezcla de todas las fuentes energéticas convencionales usadas en Cataluña, no sólo las destinadas a la electrificación

Sin embargo son los combustibles fósiles la materia más sensible ya que Cataluña no dispone de yacimientos de carbón o gas natural, materiales que debería de importar por mar ya que el Gobierno español podría cerrar los gaseoductos que abastecen Cataluña debido al impago de la cuantiosa deuda catalana, medidas que encarecerían su precio. Mientras que Cataluña a penas consume carbón, depende de las centrales de ciclo combinado (gas natural) para mantener fuentes irregulares de energía como las renovables eólica y solar. Cataluña dispone en cambio de petróleo... dos pozos frente a las costas de Tarragona con una producción que a penas llega a unos pocos miles de barriles diarios, en todo caso menos del 1% del consumo sólo de Cataluña, y unas reservas que probablemente lleguen a los 30 millones de barriles, que pueden parecer muchos pero eso hoy en día no llegaría a durar más de 10 horas al nivel de demanda mundial. 

Por lo tanto, con unos oleoductos también restringidos, Cataluña habría de importar también este recurso por mar, con los sobrecostes y riesgos que esto conlleva. En lo que se refiere a infraestructuras, en Tarragona se encuentra la refinería más grande de España. El petróleo es el recurso más estratégico de todos puesto que con las tecnologías de las que disponemos actualmente a un precio razonable, sin petróleo no existe el transporte rodado, la automoción particular o el turismo moderno.

Ya sin entrar en otros asuntos como las infraestructuras energéticas compartidas con España, es de preveer que la independencia catalana también lo sería a nivel energético. Como mínimo al principio se darían situaciones de desabastecimiento de combustibles que reducirían considerablemente el uso de los coches particulares y que pondrían en problemas al transporte de mercancías, esto causaría cierto desabastecimiento de bienes de primera necesidad en las tiendas, aunque tampoco llegaría a niveles catastróficos. En lo que se refiere a la electricidad, sin una fuente constante de gas natural podrían darse en un principio apagones eléctricos y en los peores escenarios, restricciones al consumo o situaciones en las que habría que elegir entre el alumbrado callejero o que funcionen los trenes. 

En cualquier caso, no es previsible que la Generalidad fuese capaz de satisfacer las necesidades energéticas de Cataluña mejor de lo que lo hace en la actualidad el Gobierno español, de hecho lo más probable es que optase por huidas hacia adelante como más energías renovables, siendo estas responsables en buena medida de que tengamos una de las facturas eléctricas más abultadas de Europa. En el caso de Cataluña, una energía aun más cara y con una menor disponibilidad, se traduciría si o si en un nuevo empeoramiento de su economía.

Todas estas situaciones no son de lo más agradable, ¿verdad? Mañana continuaremos con las consecuencias que tendría la independencia de Cataluña a nivel societario, consecuencias estas que son aún peores.

Hispano

Entérate de una vez, Serrat: ¡eres un fascista!


El pobre Joan Manuel Serrat, icono de la progresía, adalid de toda “santa causa” digna de ser avalada por los noticieros televisivos, encarnación del Espíritu de la Transición, ídolo referencial de las masas, rostro amigable y amante ideal de las mujeres de su generación… finalmente ha sido descubierto.

Definitivamente, se ha hecho saber que Serrat es un peligroso… ¡fascista! Y ya se sabe que “si el río suena, agua lleva”.

Un tanto molesto, Serrat negó la mayor, incluso trató de razonar. Por ello, afirmó que quien le acusa de fascista, “desconoce lo que es el fascismo” (http://www.huffingtonpost.es/2017/09/26/serrat-acusa-a-quienes-le-tachan-de-fascista-de-desconocer-lo-que-es-el-fascismo_a_23222833/). Es lo que tiene ser imputado, acaso injustamente -de algo, de lo que sea- y sin posibilidad de defensa: por mucho que se intente razonar, debatir, explicar… ¡es inútil! Así sucede que, quien es de tal modo acusado, con razones o sin ellas, será fascista de por vida.

Pero Serrat es mucho Serrat, de modo que se ha empeñado en exorcizar tan molestos demonios, acudiendo al rescate sus mediáticos amigos cantantes; todo ellos, al igual que él mismo, preclaros representantes de la “izquierda-caviar”. Un privilegio derivado de su posición social; nada plebeya.

En cierto modo, la situación es bastante divertida: ¡Serrat ha probado su propia medicina!, al igual que Juan Fernando López Aguilar experimentó en carne propia las bondades de su propia Ley. La duda que surge es: tamaña expedición de auxilio, ¿es sincera? ¿No será que les pesa que “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”? Y es que, llegado el caso, haber, siempre hay para todos.

Lo que le ha sucedido a Serrat es, casi, de lo peor que le puede suceder hoy en la vida a cualquier progresista de escaparate.

Conviene recordar que esta modalidad de imputación global, de efectos tan temibles, inesperados, como permanentes, viene de muy lejos; de hecho forma parte de la “agit-prop” más refinada elaborada por la Internacional Comunista hace casi un siglo, y genialmente ejecutada por Willi Münzenberg. Para los interesados en sus andanzas, el libro El fin de la inocencia. Willi Münzenberg y la seducción de los intelectuales, de Stephen Koch, es imprescindible (https://www.epublibre.org/libro/detalle/31489).

A la acusación de “fascista” se le sumó, posteriormente, otra exitosa operación de ingeniería ideológica análoga: la “reductio ad Hitlerum” (http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4952). Aplicada con notable éxito en el campo de la Historiografía, su lógica interna es similar a la sufrida por el mártir Serrat: ante una propuesta científica y académica de determinados hechos históricos, no acorde al discurso oficial, por ejemplo asociando “el “Holocausto” con el genocidio comunista en Rusia y entendiendo al segundo como antecedente lógico del primero, se esgrime rápidamente la acusación de “revisionista”, “criptonazi” y similares. Dicha descalificación, por motivos ideológicos, no puede admitir que un Holocausto, de base racista, pueda ser equiparado con unas “discutibles” matanzas, “desviaciones” inevitables de un experimento –el comunismo- que en todo caso debe rescatarse “por formar parte de un generosísimo impulso humano de liberación”. Los historiadores Nolte y De Felice, entre otros, ya desaparecidos, sufrieron tales técnicas estigmatizadoras (véase al respecto el decisivo estudio del español Pedro Carlos González Cuevas en el número 204 de la revista Razón Española: «Ernst Nolte en el contexto del revisionismo histórico europeo»).

Tanto Adolf Hitler como Joan Manuel Serrat beben agua, ¿casualidad?

Ambas técnicas son esgrimidas, incluso, en la vida cotidiana: si un padre exige que su hijo se termine la sopa, ¡fascista!; si un profesor trata de imponer orden entre sus alumnos, ¡fascista!; si un ciudadano amonesta a un viandante al escupir éste en el suelo, ¡fascista! En la esfera pública no es distinto: si te afirmas de derechas, ¡fascista!; si no apruebas los independentismos, ¡fascista!; si defiendes la familia “a secas”, ¡fascista!; si eres crítico con el cuatripartito navarro, ¡fascista!; si reclamas respeto a tus creencias religiosas, sobre todo a las católicas, ¡fascista! Esta maniobra se aplica “preventivamente” casi siempre, pero también en ámbitos nada progresistas: “cuidado, dicen que mengano es un fascista”. Entonces, ¡hasta los más pacatos y pusilánimes se pondrán firmes y se apartarán del diabólico mengano!

Esta afortunada fórmula puede –todavía más- enredarse si se le añaden otros epítetos como “fundamentalista” y “ultracatólico”; o las tan empleadas expresiones como “tecnofascismo” o “neoliberalismo salvaje”.

Si bien la orientación de estas imputaciones suele ser unidireccional, bien podrían emplearse contra sus propios adalides y compañeros de viaje. De tal modo, podríamos expresarnos así: Uxue Barcos ¡lacaya del capital! (por su gusto por los dineritos y tratos con el hipercapitalista PNV); Asirón, ¡nazi! (auténtico nacionalista y socialista); Santos, ¡criptocomunista amigo de los genocidas! (podemita más o menos marxista-leninista); etc., etc.

Todo ello sería muy sencillo, y más efectivo de contar con buenas cajas de resonancia: televisiones, medios impresos, digitales, la Universidad…

El pasado domingo, la corresponsal en Alemania de la gubernamental, y por tanto “popular” TVE, calificaba a unos cuantos millones de electores del centroeuropeo país como “neonazis, racistas, xenófobos…” Únicamente se privó de imputarles el robo masivo de chucherías de manos de los niños en los propios colegios. ¿La razón de ello? Ya lo han adivinado: haber votado al partido Alternativa por Alemania. Cuidadito, que si alguien trata de explicar la eclosión de tal fenómeno desde los errores cometidos en las labores del gobierno por los grandes partidos del sistema, la respuesta será automática: ¡fascista! Pero ello impide encontrar respuestas a algunos interrogantes elementales: ¿dónde están las escuadras nazis?, ¿no es su líder una lesbiana perfectamente integrada entre sus correligionarios?, ¿por qué le han votado casi un millón de antiguos votantes de izquierdas?

Ya puestos, reconozcámoslo: el cuerpo nos reclama constantemente calificar de ¡fascista! a cualquiera que nos moleste; sin importar el motivo. En suma, tales tácticas ¿favorecen el diálogo, la comprensión de la realidad, la tolerancia, la aproximación “al otro”?

Para dialogar con “el otro”, con los diferentes, hace falta, al igual que con los próximos, una ciertas cualidades: honradez intelectual, seriedad, el empleo de unas categorías mentales y lógicas claras y estables, silogismos básicos, normas de educación… ¡y juego limpio! Todo lo contrario de las características intrínsecas de las dos técnicas hoy descritas que pretenden, antes que nada, deshumanizar al adversario –lo sea conscientemente o no-; al igual que hicieron los terroristas y genocidas de toda época y calaña en los inicios de su carrera criminal.

Aunque las Luces y el radical-progresismo afirman querer “derribar los muros del oscurantismo”, históricamente es innegable que han implantado los mismos métodos que impugnaban en teoría. Peor aún: los han justificado desde cierta interpretación ideológica de la virtud y con el agravante de emplearse a escala industrial y con un alcance universal.

Por último, no olvidemos que “el aliado de hoy puede ser el enemigo del mañana”. ¿O era al revés?
De modo que amigos Serrat, Asirón, Uxue, Santos, etc., etc.: ¡todos fascistas! Disfrutadlo.

Sila Félix

jueves, 28 de septiembre de 2017

Si Cataluña cae, después vendrán a por Navarra


La causa independentista en Cataluña cuenta con el apoyo inestimable de personalidades públicas como Karmele Marchante, Juanjo Puigcorbé, Pep Guardiola, Lluis Llach o Pilar Rahola; además de apoyos internacionales como el del vagabundo Lagarder Danciu. La última organización que se ha unido a este circo tragicómico es la banda terrorista ETA.

El futuro de la nació catalana, apuntalado por personajes como el parásito social Lagarder Danciu o la periodista de la farándula Karmele Marchante.

Como es obvio, no nos sorprende que los separatistas se apoyen entre sí de la misma forma que este apoyo por parte de una organización terrorista tampoco sonroja a los tan demócratas secesionistas catalanes. De hecho, los proetarras llevan ya un par de semanas llenando Navarra y el País Vasco de esteladas comunistoides, han convocado manifestaciones en apoyo del cutre-referendum y es previsible que lo más granado de la borrokada se desplace a Cataluña para calentar el ambiente a partir de este fin de semana. 

Pancarta a favor de la independencia de Cataluña a las puertas del instituto Iturrama, conocido porque en un momento de la historia de ETA, el 20% de sus terroristas navarros habían salido de este centro

Tampoco nos sorprende que en el mismo comunicado hecho público en el panfleto Gara, los etarras digan que también quieren un proceso como el de Cataluña para su Euskal Herria. Pero nos sirve para decir que lo que ocurra en Cataluña importa en Navarra. Hay bastante gente sociológicamente española que asegura de forma irreflexiva, medio en serio medio en broma; que si se va Cataluña tampoco sería algo tan malo, ese problema que nos quitamos de encima... 

Craso error, puesto que el nacionalismo vasco está mirando con atención el butifarrendum catalanista. Van a dejar que la Generalidad haga de rompehielos para que en el caso de que su empeño resulte en una independencia por las buenas o las malas, iniciar estos también su propio proceso independentista. Para los nacionalistas vascos Navarra es irrenunciable, por lo tanto nosotros también entramos en el pack

Puede que aún no cuenten con las mayorías necesarias, pero es seguro que están usando el poder para construirlas y el caso improbable de la secesión de Cataluña supondría la quiebra del Estado y un ola de desánimo general entre el pueblo español peor aún que la del desastre del 98. Las consecuencias de un escenario catastrófico como este son imprevisibles y aún estamos recogiendo en Cataluña las consecuencias de hechos que en comparación son menores: la crisis del 2008 y el afloramiento de la corrupción estructural asociada a los partidos políticos del régimen del 78.

Como dice el refrán "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar" y es sabio como todo el refranero español, lo que tampoco quita que más que el egoísmo nos ha de mover la solidariadad con todos los catalanes españoles a los que no vamos a dejar solos, porque si Cataluña resiste, toda España resistirá con ella.

Hispano

Las brigadas internacionales desembarcan en Cataluña


Distintas informaciones periodísticas solventes se están haciendo eco de noticias inquietantes en torno a la situación creada por el secesionismo totalitario en Cataluña; de un lado, la movilización de numerosos militantes de grupos separatistas de extrema izquierda de toda España hacia Cataluña para el fin de semana (bildus, bngas, sat andaluz, sectores podemitas...), y de otro, miembros de organizaciones de extrema izquierda europea (especialmente grupúsculos ultraviolentos anarquistas). Estaríamos asistiendo a una reedición de las brigadas internacionales de la guerra civil  española con intención de organizar cuando menos, unos disturbios importantes en un momento tenso y complicado para Cataluña y para el resto de España.

En realidad está casi todo inventado, y la extrema izquierda, como toda ideología totalitaria que se precie, lleva más de más de un centenar de años movilizando a sus  activistas a lo largo de todo el planeta con objeto de combatir por su "causa". En la guerra civil nos tocó padecer a las brigadas internacionales, y ochenta años después parece que unas nuevas brigadas internacionales se estarían fraguando con ultras de izquierda variopintos (desde okupas y anarquistas a comunistas y secesionistas de lugares muy diversos) desembarcando en Cataluña estos días. Muchos dieron por finiquitado el comunismo y la extrema izquierda con la caída del muro de Berlín en 1989 y la desintegración de la URSS en 1991, sin embargo, vemos cómo lejos de cumplirse dicho pronóstico el comunismo resurge de sus cenizas.

Primero tomaron el poder en Venezuela en 1999 con Chávez, de ahí han expandido por Latinoamérica su ideología y sus peones. A partir de 2014 y después de una década movilizando a sus cachorros por media Europa en distintos disturbios, están aficionándose a viajar a territorios con conflictos armados, como Ucrania (en apoyo a los separatistas prorusos) o el Kurdistán sirio-iraquí (en apoyo a los kurdos comunistas). Parece ser que algunos pretenden convertir Cataluña en un nuevo Donbass o Kurdistán, trayendo a miles de neo-revolucionarios con objeto de intentar desbordar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

 
Llevamos unos cuantos años exportando brigadistas a distintos conflictos armados como en el este de Ucrania o Siria/Iraq, ahora parece que brigadistas ultraviolentos vienen a devolver favores este fin de semana a Cataluña...

A todo esto aparece la Eta, que según algunos medios anunciaron en verano ya debería estar certificando su disolución, y lejos de ello realiza un llamamiento a "quebrar España" en Cataluña este fin de semana. Para que entendáis los profanos, los generales etarras ordenan una movilización general de sus huestes hacia Cataluña, lo que suponemos tendrá como efecto la alta presencia los próximos días de personas poco aseadas en autobuses y trenes en dirección a Barcelona. Están los etarras como para anunciar su disolución cuando están más cerca que nunca en los últimos 40 años de conseguir sus objetivos, y esta vez parece que no van a necesitar desenfundar las pipas.

En fin, veremos a ver lo que nos depara el fin de semana, y esperando que al final la situación no se desborde lo que está claro es que el telediario va a estar entretenido (para mal) y que un grupo importante de personas llegadas de otros puntos de España y Europa se van a  arrimar a la revuelta secesionista pagada desde la Generalitat. Por eso resulta crucial tomarse muy en serio los movimientos de la izquierda radical y aplicarles la ley, evitar que grupos se desplacen por territorio europeo con intención de alterar el orden público e intentar prevenir en el futuro que puedan darse situaciones que atenten contra la ley y pongan en peligro propiedades e incluso vidas.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

¿Les preocupa a nuestros políticos la prisión de Pamplona?


El pasado 19 de septiembre de 2017, la Comisión de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia del Parlamento de Navarra, desarrolló dos sesiones de temática penitenciaria. En la primera de ellas, una representación de la asociación Salhaketa-Nafarroa disertó en torno a una hipotética asunción de competencias penitenciarias por parte de la Comunidad Foral; a la vez que presentaba el pertinente informe.

Antes de analizar el evento, recordemos que Navarra es una de las cuatro comunidades autónomas en cuyos estatutos (en nuestro caso, el Amejoramiento) se contempla la posibilidad de asumir las competencias de ejecución penitenciaria, que no la legislativa reservada al Estado central: junto a Andalucía y País Vasco. La cuarta es Cataluña, quien la asumió ya en 1983; una decisión que, dados sus frutos, no ha sido imitada por las demás comunidades. Por algo será.

La de la transferencia de las competencias penitenciarias a Navarra es una vieja historia; agitada excepcionalmente y, sobre todo, sin demasiada convicción. Así, ha figurado en escasos programas electorales (ya se sabe, esas declaraciones ideales de máximos elaboradas exclusivamente para no ser cumplidas), en algunos debates y jornadas especializadas del Colegio de Abogados de Pamplona, en un par de Departamentos de la UPNA y, sobre todo, por entidades –ONG’s- que viven de las subvenciones públicas percibidas, entre otras, por sus servicios en prisión…

Pero, ante todo, reconozcamos las cosas como son: nunca ha existido una voluntad política decidida al respecto. Jamás. De hecho, tal y como se suele decir, “la prisión no da votos”. Y para colmo y terror de unos políticos, que más que nada cuidan de su propia imagen, casi siempre, las noticias procedentes del medio carcelario son morbosas, violentas y desagradables. Eso, no mola. Por supuesto que también se desarrollan en prisión actividades y experiencias muy positivas, pero, salvo muy ocasionales arranques de “buenismo” periodístico, noticias de orientación “tratamental” y “reinsertadora”, o simplemente positivas, son raras excepciones de una norma general bien asentada.

Esta cuestión de las transferencias, en el pasado, generó incluso algún episodio bastante chusco. Así, hace más de 15 años, unos cuantos políticos y técnicos navarros se pegaron un fabuloso viaje por los países nórdicos, a costa del contribuyente navarro naturalmente, al objeto de elaborar un “proyecto puntero” que relevara la vieja prisión pamplonica del barrio de San Juan en la calle San Roque. Por supuesto que dicho proyecto nunca vio la luz, ni sirvió para nada; salvo para tan peregrino disfrute de nuestros privilegiados paisanos. Dicho informe, se cree, duerme el sueño de los justos en algún cajón de Bienestar Social…
Decíamos que la prisión no genera votos. Entonces, ¿a qué se debe tan súbito interés?
Pues, fundamentalmente, a una cuestión de imagen…del cuatripartito.

Desde hace unos meses, el Gobierno Vasco viene agitando, como en ocasiones precedentes, el fantasma de la reclamación de las competencias penitenciarias; una cuestión que no debiera descartarse, a priori, pues las relaciones entre el Gobierno de Mariano Rajoy y el PNV vienen siendo muy apasionadas en los últimos meses. Y sus correligionarios navarros no iban aquedarse atrás…

No obstante, pase lo que pase y más con las dificultades existentes a día de hoy cara al apoyo a los presupuestos para 2018 por el PNV, a nadie se escapa que hasta que la problemática de los presos etarras no esté resuelta, o en su recta final, el Gobierno de la Comunidad vecina nunca las asumirá. Puro sentido común.

Las cifras actuales de presos de la banda están muy lejos de las de unos pocos años atrás. De ser casi 600 entonces, a menos de 300 hoy mismo. Con las futuras excarcelaciones por cumplimiento del total de penas, que se estiman numerosas en los próximos años, algunos casos especiales de excarcelación anticipada por enfermedad, fallecimientos inesperados, otros vía Nanclares, etc., en cuatro o cinco años su cuantía se habrá reducido muchísimo; de modo que en el peor de los casos, para las previsiones del Gobierno vasco, el número residual de etarras encarcelados bien podría encontrar acomodo en las prisiones vascas… y en Pamplona.

No olvidemos que hay un número relevante de presos navarros, cumpliendo condena por penas de terrorismo, reduciéndose rápidamente. También hay irreductibles (http://www.deia.com/2017/09/07/politica/euskadi/eta-expulsa-al-preso-que-critico-su-deriva-liquidacionista-al-acatar-la-legalidad). Pero, seguramente, apenas serán una treintena en unos pocos años. Una cifra que bien pudiera encontrar su espacio en la casi vacía prisión de la colina de Santa Lucía que, como bien se sabe, apenas está ocupada en menos de un 30 % de sus posibilidades.

Terminemos con la primera sesión. Ya hemos mencionado a Salhaketa, cuya representante se presentó como “anticarcelaria”: paradojas de la vida. Sin duda, con tales avales, sería mejor que semejante espacio lo dejaran a otros que sí creen en el sistema; pero, ellos, tan progres, se permiten el lujo de ser “anticarcelarios” y no por ello, dejar de percibir buenas subvenciones -desde hace muchos años- por sus servicios (intercambio de jeringuillas, cursos de “sexo seguro”...) en la propia prisión. Ya se sabe: los progres tiene excusas para todo; sobre todo, para sus propias contradicciones. Y más, cuando hay dinero por medio.”Somos mega-rojos, pero nos gusta vivir bien…” Criaturas.

En la segunda sesión, una representación de los colectivos que trabajan en la prisión de Pamplona expuso su peculiar mirada a la situación de la misma y las deficiencias que muestra. Fue el caso del psicólogo Juantxo Castiella, personal ajeno a la plantilla del centro, de quien no se puede decir que destaque por su gran interrelación con los profesionales penitenciarios; pero sí seguramente que sus propuestas serían del agrado del cuatripartito. De tal modo defendió propuestas personales, tales como organizar un departamento para jóvenes (pero, ¿hay jóvenes suficientes para ello?, ¿y funcionarios?), más acción formativa en el Centro de Inserción Social anexo (pero, ¿ha preguntado a los internos de esa sección abierta, si lo que realmente quieren es poder trabajar en el exterior o más cursillos que de poco sirven para ganarse la vida?). Pero el colmo del clasismo y el endiosamiento fue su petición de una “entrada propia para los profesionales ya que en la actualidad solo hay accesos para funcionarios y visitas”. ¡Inconcebible petición en una sociedad igualitaria!: Juantxo Castiella reconoce no ser plantilla, ser un “profesional” (los funcionarios, ¿son aficionados?) y reclama ¡un “fuero” especial de acceso!, ¡sí!, ¡al igual que en la Edad Media, nobles y reyes entraban en templos y palacios, por puertas exclusivas! Juantxo, majete: te has pasado hasta el ridículo; listillo.

Se observa, pues, que quienes no acudieron a ambas sesiones fueron los propios interesados, es decir, los actuales o antiguos internos, que bien podrían contar sus valiosas experiencias. Pero tampoco fueron convocados ¡los propios profesionales penitenciarios!; ni a nivel de Equipo Directivo, ni como representantes sindicales. Se comprende, progres míos: no fuera que sacaran a relucir lo de “la seguridad y la disciplina” y demás apuntes de puro realismo (del que no gusta a la clerecía progre), comprometiendo unas conclusiones ya preelaboradas.

Efectivamente: hay importantes problemas en la prisión de Pamplona: está situada lejos del centro de la ciudad y sigue sin existir transporte regular de pasajeros pese a las promesas de Asirón; apenas se oferta trabajo productivo a los internos; la edad de los funcionarios, muy pocos de ellos navarros ciertamente, aumenta rápidamente, con los crecientes problemas de elemental seguridad que ello implica. No obstante, éstos permanecen invisibles para las administraciones públicas de la Comunidad y los obedientes medios de comunicación. Así, recientemente se elaboró una estadística de las agresiones sufridas por médicos, docentes y policía en Navarra (http://navarra.elespanol.com/articulo/sociedad/profesiones-riesgo-navarra-mas-550-profesionales-fueron-agredidos-pasado-ano/20170903121703140088.html). Pues bien, de funcionarios de prisión, nada de nada… Entonces, ¿es que son intocables y jamás son agredidos, o acaso se trata de que las agresiones “entran en el sueldo”, que decía un famoso juez que ya no presta servicio en Navarra, y ni siquiera cuenta para unas míseras estadísticas?

Traigamos a colación un hecho que en parte explica estas ausencias. El 8 de junio de 2017, el Grupo Parlamentario de Ciudadanos registró en el Congreso de los Diputados en Madrid una Proposición No de Ley para el reconocimiento de Agentes de la Autoridad a los Funcionarios de Presiones. Pero fue rechazada el 28 de junio en votación de la Comisión de Interior por 18 votos en contra (PSOE, Podemos, Grupos mixto y vasco) frente a 17 votos a favor (Ciudadanos y PP). Es evidente que, con tales antecedentes, el cuatripartito no podía dar voz a un colectivo desconocido, ignorado y que podría explicar algunas verdades un tanto incómodas para la vulgata propagandística del Gobierno de Uxue y sus apoyos. En realidad, en algún estrato de sus cabezas anidan múltiples tópicos “antiautoritarios” del tipo: “los policías tienden al gatillo fácil”, “un varón es un violador potencial”, “los alumnos deben educar a los profesores”, “quién mejor sabe de su enfermedad es el paciente”, “el periodista y el intelectual debe estar comprometido, en caso contrario es un agente del capital y la Iglesia”… ¿Y los funcionarios de prisiones?: pues siempre serán son sospechosos… ¿De qué, por qué? Pues porque a esta nueva casta así se le antoja desde unas entendederas ideológicas que bien les permite justificar a un terrorista asesino múltiple, pero juzgan rápida y apriorísticamente a todo profesional que “quiere cumplir con su deber” (alguien que piense así, será un agente de la reacción o un criptofascista; se temerán en su fuero interno y, muchas veces, externo).

Una prisión también funciona como termómetro de la sociedad que la produce. Con sus contradicciones, sus opacidades, son miserias y sus grandezas. Pero entre sus muros no hay pasiones ajenas o distintas a las que viven los ciudadanos del exterior de sus muros. Por todo ello, tal realidad dice mucho de las tendencias y valores de nuestra sociedad.

Es evidente, lamentablemente, que al cuatripartito nada de ello interesa. Pero sí la imagen, vender humo, ponerse la pegatina de visionarios unos días cara a la galería y a una ciudadanía generalmente desinformada y desinteresada salvo que les afecte directamente un día. Pero tampoco se puede decir que a los partidos de la oposición les interese demasiado. A los hechos nos remitimos. Y sobre todo, a sus ausencias e ignorancia.

Sila Félix

martes, 26 de septiembre de 2017

La Navarra celta y el Aragón celta


En América latina se suele decir que quien no es inca es mandinga (etnia subsahariana), haciendo referencia a que los latinos descienden, o de los amerindios o de los negros africanos. En la España prerromana, que es la que nos concierne en este artículo, todo se podía resumir a dos grandes culturas, que eran los celtas y los íberos o iberos.

Algunas teorías sobre el origen de los vascones: Iberos, georgianos y bereberes

Los vascones se consideran relacionados con los iberos, si es que no eran el mismo pueblo. De hecho esa hipótesis ha sido considerada la más verosímil por mucho tiempo. Los nacionalistas vascos la han desprestigiado porque admitir que los vascones eran un remanente superviviente de los íberos era implicar que los vascos y navarros eran iguales que otros españoles.

Los numerales íberos del uno al diez son bastante similares a los del euskera: ban, bi, irur, laur, borste, śei, sisbi, sorse, abaŕ, hamar. Sin duda se parecen a los correspondientes en vascuence. Veinte es oŕkei en ibero y hogei en vascuence. Además hay similitudes en el sistema fonético de ambas lenguas.

El íbero suena como el vascuence. Se han encontrado topónimos iberos por buena parte de España muy similares a los vascones. Por ejemplo el ibero "Iliberri" (iliberri) es casi idéntico al vascón "Iriberri" (ciudad nueva). Iliberri es el nombre prerromano de la ciudad de Granada.

No lo digamos muy alto, que los abertzales son capaces de reivindicar la incorporación de Graná (como dicen los granadinos) a la C.A.V. Eso sí, previo cambio de nomenclatura de Granada a Granada-Iliberri, como han hecho con Vitoria-Gasteiz y con Estella-Lizarra. Son odiosos.

El idioma ibérico no se ha conseguido descifrar en plenitud, pero sí se han descifrado varias palabras coincidentes con las palabras euskéricas. Esto ha dado varios dolores de cabeza a los abertzales.

Lo cierto es que los vascos son de origen celta y según la hipótesis iberista, los navarros y aragoneses somos, como descendientes de los vascones, un remanente de iberos que preservó su lengua hasta época romana. Quizás el pueblo navarro de Ibero sea una prueba indicatoria del origen ibérico de los navarros.

Lo interesante es que los iberos se dice que vinieron en la antigüedad del Magreb, precisamente de donde son los bereberes cuya lengua se ha dicho estar relacionada con el vascuence. Además en el Cáucaso hay lenguas, como el georgiano, que también se les suele relacionar con el eusquera.

Georgia en georgiano es "SAKARtvelo", por lo que quizá tenga relación con "uSKARa", el nombre del euskera en el desaparecido dialecto roncalés. "Casualidades" de la vida, que los antiguos georgianos se llamaban iberos también.

Cántabros, várdulos, caristios, autrigones y berones

España prerromana mostrando las dos principales divisiones etnolingüísticas peninsulares: Celtas e iberos. Los celtas en tonos verdosos incluyen a los lusitanos (antepasados de los portugueses), cántabros, várdulos, caristios, autrigones, berones...

Los bardyetas se extendían por la mayor parte de  Gipúzcoa y la mitad oriental de Álava, Su nombre celta pasó a ser varduli (con diminutivo latino), es decir, várdulos. Los várdulos, caristios y autrigones son los antepasados de los vascos, mientras que los berones lo son de parte de los riojanos.

A los cántabros de entonces se les suele considerar como parte de los celtas, y a los várdulos, caristios y autrigones, los antepasados de los modernos vascos, se los relaciona con los cántabros y también se les suele considerar como parte de los celtas.

Europa céltica

Buena parte de Europa era celta en la antigüedad. Los celtas llegaron a extenderse hasta la península anatólica, en la actual Turquía central. En el Nuevo Testamento se conoce a estos "turcos" celtas como "gálatas", y a su territorio se le conoce como Galacia.

Las invasiones romanas, germánicas y vasconas redujeron lo celta a la mínima expresión, quedando solo reductos de cultura celta en Francia (Bretaña), Islas Británicas y España (Galicia y Asturias, principalmente).

Muchos topónimos que suelen empezar con CAL, KEL, GAL indican origen celta. Celta en inglés es Celtic, pero no se pronuncia Séltic, como sería lógico, sino KELtic. Tierras celtas con los prefijos cal, kel, gal son o eran CALedonia, GALicia, GALia, GALes, portuGAL, y posiblemente portuGALete, GALdácano... Incluso hay una región llamada GALicia entre Ucrania y Polonia que era celta.

Áreas de cultura celta. Asturias faltaría en este mapa. Galicia está incluida correctamente porque este mapa es de las âreas que han mantenido la cultura celta. Sin embargo si lo que se contase en el mapa fueran solo los territorios lingüísticamente celtas, Galicia estaría excluida, ya que la romanización barrió el idioma celta. A pesar de eso, los gallegos están orgullosos de su lengua romance. De la misma forma los navarros estamos orgullosos de nuestros topónimos romances: Sangüesa, Javier, Lumbier, Navascués, Turrillas, Pamplona, Estella, Olite, Santesteban. Castilla NO los trajo. Son nativos de Navarra.

Además hay varios Portugaletes en Galicia pertenecientes a las localidades de: Ponte Caldelas (Pontevedra), Mondoñedo (Lugo), interior de la Ría de Muros (La Coruña), Villanueva de Arosa (Pontevedra), Caldelas de Miño (Pontevedra). Es más, a la localidad gallega de Tuy, se le llega a llamar portuGAL en 1610. 

Hay varias Vienas, Vianas o Veanas que están distribuidas por Europa y que algunos filólogos hipotetizan que son originadas en la palabra celta beann (monte, colina o pico) que en gaélico escocés y en gaélico irlandés significa pico o cima. En protogaélico, bastante más cercano al idioma celta original, es benna.

Los vascones conquistan a sus vecinos

La Sierra de Cantabria está emplazada entre la provincia de Álava y La Rioja. Aquí vemos el nombre Cantabria repetido en una zona antiguamente celta, un tanto alejada de la moderna autonomía de Cantabria.

Los historiadores romanos de la antigüedad consideraban a várdulos, caristios y autrigones como cántabros debido a su afinidad común céltica. De hecho lo que hoy es el País Vasco, por mucho tiempo se ha llamado Cantabria, por su fuerte relación cultural con los cántabros antiguos.

Esto tuvo que empezar a cambiar cuando los vascones, vascongaron (vasconizaron) estas tierras conocidas como vascongadas. Así los vascones implantaron su lengua en estas tierras célticas o celtoides.

Pero dejaron sin vasconizar las Encartaciones vizcaínas. Así la mayoría de localidades encartadas, como Carranza, no tiene nombres eusquéricos, sino celtas o castellanos. De hecho en esta parte de Vizcaya casi nadie habla eusquera todavía hoy en día. Galdames, Galindo, Gallarta son pueblos encartados que posiblemente deriven su prefijo del prefijo típicamente celta GAL.

La mayor parte de La Rioja actual también se vasconizó. Ciudad de Cantabria es como se ha denominado al yacimiento celta protohistórico ubicado al sur de lo que se conoce como Cerro de Cantabria, en el término municipal de Logroño.

En el mapa se observa cómo los berones, un pueblo céltico, ocupaban una zona correspondiente a parte de La Rioja. Hay una pequeña parte de Navarra que se suele incluir como parte del territorio de la tribu celta de los berones. Cascante es quizás el pueblo celta (de origen) más conocido de Navarra. Su nombre no es eusquérico, como algunos abertzales quieren ver.

¿Son los vascos y los navarros una raza distinta del resto de Europa?

Los nacionalistas vascos siempre se pavonean de que son únicos, que no se parecen a nadie étnica, lingüística y culturalmente. Si bien el euskera no es una lengua indoeuropea (como sí lo son las celtas, romances, germánicas, eslavas...) ni fino-úgrica (finés, estonio, húngaro), lo cierto es que los vascos y los navarros nos parecemos genéticamente bastante a otros españoles y europeos occidentales.

Lo siento por los aberchabacanos, pero no somos una isla genética. Solo, en cierto modo, donde el eusquera es mayoritario (bastante más arriba de Pamplona) son una isla lingüística.

Mapa genético de Europa coloreado según predomine un haplogrupo u otro. Salvo alguna parte pequeña en Galicia y Andalucía, en España somos genéticamente bastante homogéneos.

El lauburu es aragonés también

Lauburus hay por todas partes prácticamente, como ya se documentó en este blog. Algunos “lauburus” alemanes figuran rodeados por un sol en iglesias cristianas. Son un signo solar típicamente indoeuropeo que a España lógicamente trajeron los primeros indoeuropeos que llegaron por estos lares, los celtas. 

En Aragón son abundantes los lábaros o “lauburus”. Algunos pueblos aragoneses con Lauburu tallado en piedra son: Cruz de Fanlo, Arbaniés, Piedramorrera, Plasencia del Monte, Coscullano... En Barbastro hay esvásticas de tres o de cinco “fuellas” o cabezas.

En Vizcaya hay “lauburus”, no sólo los hay de cuatro “cabezas” sino de seis, como los que se ven en Aragón, o sea que se llamarían "seiburu".

En Fago, un pueblo de Huesca, hay una pila bautismal con el "lauburu".

El Escudo de Aragón exhibe las cabezas cortadas de cuatro reyes moros. Puesto que lauburu significa cuatro cabezas en vascuence, y por todo Aragón hay unos cuantos lauburus, algunos han llegado a soñar que el lauburu es una representación de las cabezas de los reyes moros del Escudo de Aragón.

En Arbaniés, Huesca, topónimo con nombre casi idéntico al de la localidad navarra de Arbuniés, en la parte superior de la fachada de un pajar, hay un “lauburu” inmenso. Una casa de Velillas, Huesca, tiene otro, mientras que en Torres de Montes, Huesca, hay otros tres tallados en fachadas de casas. En Barbastro, Huesca, los hay de tres, cuatro y cinco cabezas.

Logo de una asociación de enseñanza de aragonés, la lengua que los lingüistas han llamado navarroaragonés.

El Alto Aragón está lleno lauburus y de frontones: http://www.diarioaragones.com/deportes/pisandoarea/101049-jaca-epicentro-de-la-pelota-aragonesa.html Lo que llamamos pelota vasca, en Valencia es pelota valenciana y en Aragón es pelota aragonesa. ¿No deberíamos llamarla pelota navarra?

Las palabras “lauburu” y la palabra lábaro parecen tener un origen común. Hasta suenan de forma similar. De hecho este símbolo solar (para algunos eólico), en sus diferentes versiones, es indoeuropeo, pues se haya principalmente entre los pueblos que hablan estas lenguas, es decir, desde la India, pasando por Paquistán, Irán, dando un salto hasta Rusia y siguiendo continuamente hasta Europa occidental.

Pero, si éste símbolo es indoeuropeo, ¿cómo llega a tierras vasconas de Aragón y Navarra?

Los vascones reciben a los celtas

Hemos ido discutiendo sobre los pueblos vecinos de los vascones, especialmente de los indoeuropeos. Los celtas, son los primeros pueblos indoeuropeos en habitar la España prerromana y entre ellos están los vecinos occidentales, en el presente conocidos como vascos y riojanos. Antes de estos celtas se cree que llegaron protoceltas a Iberia.

Los vascones en cambio no tenían nada que ver con los indoeuropeos, tampoco los iberos. Los romanos, igual que los griegos, son indoeuropeos. La romanización termina de convertir en indoeuropeo lo que no habían logrado los celtas, y así sin las lenguas iberas, las tierras vasconas de más al norte, además de las vasconizadas (País Vasco y La Rioja básicamente), se quedan como únicas supervivientes lingüísticas no indoeuropeas.

Si los romanos penetran en tierras vasconas, los celtas ya lo habían hecho y lo hacen tanto en el Ager Vasconum (Montaña navarroaragonesa), como en el Saltus Vasconum (tierras llanas navarroaragonesas), como veremos en los topónimos más abajo.

Hay varias localidades navarras con yacimientos celtas: Viana, Cascante, Bargota, Los Arcos, Arróniz, Sesma, Barbarin, Mendavia, Mues, Mendaza, Espronceda, Arce, Cortes.

Es llamativo encontrar yacimientos celtas desde Arce, en La Montaña navarra, pasando por Los Arcos, en La Zona Media navarra, hasta Cascante, en La Ribera navarra. Este hecho indica contundentemente que los celtas penetraron intensamente toda Navarra.

Además Landa, Lana, Cascante, Arga, Ulzama son topónimos de origen celta (no eusquéricos), y posiblemente Arguedas también. Así mismo se cree que el sufijo -ica de las localidades navarras de Artica o Zabaldica, es también céltico.

En Peñahitero (Fitero) hay restos humanos antiquísimos (s.IX a. C), que son la tumba de un príncipe celta. Las primeras huellas de presencia humana en Bargota, Navarra, se encuentran en el yacimiento protohistórico de El Castejón, un antiguo poblado de origen celta en el que se han recogido restos de cerámica.

Ulzama deriva del topónimo celta Uxama, que significa 'el más elevado', precisamente eso es La Ulzama, puesto que es, junto con Basaburúa, el valle más elevado de la vertiente mediterránea navarra. Pero si Ulzama es un topónimo celta, ¿por qué habría que ponerle una t?

Ulzama está relacionado con el topónimo Uxama Argaela, en la actualidad Burgo de Osma (provincia de Soria) y de Uxama Barca, hoy conocida como Osma de Valdegovía (provincia de Álava). Incluso hay un barrio de Osma en Mallavia (provincia de Vizcaya), pero Mallavia se relaciona con la comarca del Bajo Deva (provincia de Guipúzcoa).

En tierras vasconas del actual Aragón también penetran los celtas. Quizás los topónimos celtas aragoneses más conocidos son Gállego, Castro y La Puebla de Castro. Gállego no viene de gallego, sino de Galicus, la forma romana de llamar a los habitantes de la Galia (los galos), que, como los gallegos, eran celtas. 

Castro celta que bien podía ser representativo de los poblados celtas en Aragón y Navarra.

Hay veces que se puede caer en este error de ver el apellido Gállego, e incluso Gallego, pensando que se trata de alguien de origen gallego, cuando de lo que en realidad se trata es de alguien de origen tan aragonés como un baturro o El Pilar. Eso sí, aragonés de origen celta.

Castro es como se denomina a un poblado fortificado celta. El topónimo castro se da en diversas zonas de España, como Galicia, Castilla, Andalucía... Su versión inglesa es Chester y está presente en las ciudades de Manchester, Winchester, Chesterfield...

Normalmente el apellido Castro se da por gallego, pero ya que los apellidos suelen venir de topónimos, debería haber aragoneses sin origen gallego apellidados Castro, por los topónimos Castro aragoneses.

Deva, divinidad celta

Deva aparece con frecuencia en topónimos de todas las autonomías españolas que forman el litoral cantábrico: Galicia, Asturias, País Vasco y Cantabria. 

Era una diosa acuática, asociada a fuentes y cursos fluviales. Hay ríos llamados Deva en Cantabria, Asturias, Guipúzcoa, Pontevedra, e incluso en Aragón hay un río llamado Riodeva, cuyo nombre deriva precisamente de "río Deva".

Este río es afluente del río Guadalaviar, como lo llaman en Aragón, o Turia, como lo llaman en Valencia. Este río Riodeva está en la zona aragonesa de Albarracín, provincia de Teruel y atraviesa una localidad también conocida como Deva.

Astarte, Eostre, Ostara, Aster...

Astarté es la versión fenicia de la diosa sumeria Inanna, que los israelitas llamaban Astarot. Ishtar era el nombre que le dieron los babilonios, acadios y asirios. La celta Eostre/Ostara derivaría de esta diosa mesopotámica.

Desde Ishtar, con el significado de "estrella", se dio origen al latín "Stella", al español "Estela", al francés "Estelle" (muy próximo al topónimo "Estella", que no terminó de evolucionar a "estrella"), al inglés "Star", al vascuence "Izar". 

Desde Ishtar pasó de nuevo al hebreo como "Ester" y de éste, por medio de la Biblia pasó de nuevo a las lenguas occidentales como "Ester" o "Esther".

En el mundo antiguo se crearon unas divinidades y acabaron con un nombre, a veces similar, en la otra punta del mundo, como acabamos de ver ahí arriba. El griego Poseidón pasó a la mitología romana como Neptuno. El griego Heracles pasó a conocerse como Hércules en Roma, aunque en el clásico Disney figure el nombre Hércules como griego.

La diosa celta Eostre dio origen en inglés al nombre Easter. Easter es el nombre en inglés de la Semana Santa. Tiene gracia que un nombre pagano originalmente, acabe como cristiano.

Se cree que esta divinidad celta, con un pasado también en otras áreas del mundo, dio nombre al pueblo celta "astur", además de a "Asturias", "Astorga", y aquí en Navarra a los topónimos de Azteráin, Astráin y Esteríbar,

Esteríbar está documentado como Eztiribar y Azteribar. Astráin está documentado como Azterain. Azteráin, "coincidentemente" es un despoblado de Esteríbar, por lo que se cree que están relacionados etimológicamente. Azteribar significaría el "valle de Azter" o Áster, mientras que Azteráin y Astráin significarían "posesión de Aster".

Otras influencias celtas sobre los vascones, aragoneses y navarros actuales

Símbolos celtas: Lauburu, Lábaro, Trisquel y Rueda Solar. En realidad todos son variantes de lo mismo. Son de origen indoeuropeo recibidos a través de los celtas.

La lengua celta influyó sobre el vascuence en la tendencia a transformar /mb/ en /m/, una tendencia conservada en el habla popular de la cuenca del Bidasoa donde denbora (tiempo) se pronuncia “demora”, y lehenbiziko (primero), “lemizko”. Los ríos Bidasoa y Bidousse fluyen bajo teónimos celtas.

El celta dio al vascuence una gran cantidad de préstamos lingüísticos como aitá “padre” (en gaélico irlandés es athir), andere “señora”, haltza “aliso" oker “torcido”, ezker “izquierda”, erreka “arroyo”... 

Además es de origen celta la copulativa "eta" derivada de "uta", y "egi", derivada de gyo, “valladar” o “alineación”,que significa “cordal de un monte” o “prolongación de una cresta”.  El celta gyo está presente también en el topónimo Moncayo, ese destacado monte aragonés que en días despejados se puede contemplar desde Navarra. 

El Cinca es el único afluente pirenaico del río Ebro con nombre eusquérico. Cinca vendría de Cinga, que a su vez vendría del vascuence Txinga “terreno pantanoso”, relacionado con Txingudi, marisma del Bidasoa. En cambio Ega, Arga y Aragón, los que hacen al Ebro varón, son topónimos celtas. Este río y valle, el Aragón, ha pasado el nombre a la actual autonomía vecina.

Deyo es el antiguo nombre del castillo y monte de Monjardín, más su área circundante que va desde la fortaleza de Monjardín hasta el río Ega. Deyo es supuestamente el nombre de Monjardín en vascuence, pero no es cierto porque es celta.

De hecho así es como se llamaba Tierra Estella. Curiosamente Tierra Estella en euskera también se llegó a llamar Estellerri, no Lizarraldea, como nos intentan vender los políticos abertzales. Segia, también un nombre céltico, es el antiguo nombre de la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros.

También Nemanturista, antigua localidad al sureste de Pamplona, tiene un aumentativo relacionado con las inscripciones celtas Menmandutiae (Galia Narbonense), Minmantii (Aquitania Céltica), Mermandios (Lusitania), Mirmanos (junto a Tudela)... Todos estos topónimos se pueden reconstruir en el término celta  Menmandios, que se puede traducir como “deidad de la memoria”.

En el territorio vascón la lengua y cultura celta eran consideradas superiores y de referencia hasta la llegada de los romanos. De hecho la población paleovascona servía a una élite celta de reyezuelos y guerreros hasta que llegaron los romanos. El propio nombre vascones, viene de barscunes y bascunes, nombre dado por los celtas.

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