martes, 7 de agosto de 2018

¿Pretenden PNV y la neobatasuna reeditar el Pacto de Estella?


El 12 de septiembre de 1998, los partidos separatistas PNV, EA y Batasuna-ETA, sindicatos del ramo como ELA y LAB, y el resto de organizaciones del “holding” MLNV (Jarrai, Gestoras pro-amnistía y un sinfín de organizaciones satélite) escenificaban en la localidad navarra de Estella un pacto que, en un primer momento, vendieron como un intento de buscar un proceso de diálogo y negociación para poner fin al conflicto ¿?. El acuerdo tuvo unas consecuencias inmediatas y otras más duraderas en el tiempo. En primer lugar, lo que supuso los pactos de Estella fue la creación de un frente separatista declarando a todos los habitantes, de la C.A. Vasca y la Comunidad Foral de Navarra no afectos al separatismo, como ciudadanos de segunda (¡¡¡Como los alemanes en Mallorca llegó a afirmar el señor Arzallus!!!).

Fruto de este “acuerdo” entre PNV y la ETA, los separatistas falsamente “moderados” (PNV) rompieron unilateralmente su acuerdo de coalición con el PSE-EE-PSOE echándolos del gobierno autonómico y convocando elecciones autonómicas anticipadas. Además se creó un ente tipo la ANC catalana, denominado Udalbiltza, que era una “asamblea” de cargos públicos municipales de PNV, EA y ETA/Batasuna con objeto de crear una institución supramunicipal de “Euskalherria” e impulsar el proceso rupturista. Tras la tregua trampa de ETA declarada a finales de 1998 y las elecciones autonómicas vascas del 25 de octubre de 1998, el PNV accedió al Gobierno vasco por primera vez con un acuerdo suscrito con Batasuna-ETA, y el  presidente de la autonomía (lo llaman lehendakari) obtuvo la investidura con los votos de Batasuna-ETA.

Si bien la ruptura de la tregua trampa por parte de ETA supuso la suspensión del pacto de Estella y del ente Udalbiltza, y obligó al PNV a romper con Batasuna-ETA en el año 2000 y adelantar elecciones al Parlamento Vasco  para el año 2001, el PNV decidió mantener el pulso en solitario con el desafío que planteó con el llamado Plan Ibarreche (que no era otra cosa que el desafío institucional). Al final este proceso entró en vía muerta, Batasuna fue ilegalizada en 2002, ETA tuvo que echar el cierre en 2011 y el PNV fue felizmente desalojado del poder (aunque sea con el PSOE como recambio) en la legislatura de 2009-2012.


El pacto de Estella y todas sus ulteriores consecuencias, en un intento de impulsar un desafío separatista (institucional y en las calles) y declarar a los no separatistas ciudadanos de segunda, duró de 1998 a 2009 y bien podría parecer que todo aquello quedó olvidado en el baúl de los recuerdos. Sin embargo, con un PNV que ha regresado al gobierno autonómico, una Batasuna re-legalizada por el PSOE (y mantenida después por Rajoy) y una ETA aparentemente desaparecida, los separatistas han vuelto al punto de partida. 

El PNV (que, ironías de la vida, gobierna de nuevo con el PSE-EE-PSOE) está pactando con la neobatasuna (ahora se hacen llamar EH Bildu) un nuevo Estatuto Autonómico que recuerda demasiado al texto planteado por el Plan Ibarreche, con reconocimiento de la C.A.V. como “nación” (probablemente metan también a Navarra en algún sitio) y derecho de autodeterminación.

Esta vez no han escenificado ningún pacto fuera de la ponencia de reforma estatutaria del Parlamento Vasco, pero es más que probable que exista un Pacto de Estella-bis secreto probablemente firmado en alguna sidrería deluxe situada en algún punto de la autonomía. Para que se hagan una idea nuestros lectores, ni un filoseparatista PSE-EE-PSOE, ni el más filoseparastita Podemos Euskadi han querido sumarse la ponencia de reforma estatutaria alegando que los separatistas pretenden crear ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, imagínense que estarán tramando el “moderado” Urkullu y el “hombre de paz-reencarnación de Ghandi” Otegui. 

En los próximos meses veremos el discurrir del Pacto de Estella II (o 2ª Parte), quedando algunas cuestiones en el aire, como cuál será la actitud final de Podemos, si el PNV de nuevo expulsará del gobierno a los maketos del PSE-EE-PSOE (como ya hizo en 1998) para pactar el gobierno directamente con neobatasuna, y cuál será la actitud del Gobierno central del señor Sánchez.

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