jueves, 2 de agosto de 2018

La clase política impulsa una nueva lengua regional: el leonés


Según informa un medio local leonés (https://www.leonoticias.com/leon/leon-calles-lliones-20180727123946-nt.html) , el consistorio de la capital leonesa ha aprobado con los votos favorables de PP, PSOE, neo/postcomunistas y separatistas leoneses los cambios de denominación de las calles de León y su rotulación bilingüe castellano/leonés. 

La medida se enmarca en una más amplia en la cual se pretende “recuperar” la lengua leonesa para evitar su definitiva extinción. Para ello, la Junta de Castilla y León (PP) prepara la creación de una cátedra de leonés en las universidades de la Junta con objeto de “mantener el habla y la escritura”. El idioma leonés hace referencia al conjunto de hablas romances vernáculas del dominio lingüístico asturleonés situado entre el gallego-portugués y el castellano. Actualmente según estimaciones de organizaciones partidarias de la inmersión lingüística en leonés, el subdialecto contaría con unos 25.000 hablantes, considerándose como una lengua cercana a su “extinción”.

Si en las últimas cuatro décadas en España el impulso de las lenguas regionales se hubiera realizado con normalidad, racionalidad y sin imposiciones ni construcciones nacionales, el impulso de dialectos casi extintos como el leonés, el asturiano o el aragonés podría resultar simpático en un contexto folclórico sin mayores implicaciones. Lo curioso es que, cuando se da auténtica libertad para aprender un dialecto con en el caso del leonés, asturiano y aragonés, y a pesar del dinero público invertido en la promoción de estos tres dialectos, las personas que optan por su aprendizaje roza unas cifras irrisorias. A pesar del intento de imposición, con el vascuence en las zonas mixta y sobretodo no-vascófona de Navarra ocurre otro tanto, siendo porcentajes minoritarios los que optan de manera libre por el aprendizaje de la lengua.

Por si fuera poco, no solo se promociona una lengua, también se intenta crear una identidad “regional” con tintes de identidad pre-nacional profundamente anti-española. No es casual que las fuerzas de extrema izquierda como IU/PCE, Podemos o los sectores más radicales del PSOE  estén tan comprometidas con el pactismo con el separatismo y el fomento y apoyo de inmersiones lingüísticas y construcciones culturales previas a construcciones nacionales. 

A estas alturas, ya solo se puede engañar a quien quiera dejarse, el fomento de nuevas lenguas y dialectos supondrá en dos décadas a lo sumo la irrupción de nuevos frentes rupturistas precisamente en los tres territorios que fundaron España: Asturias, León y Aragón. Ya no vale las miopías políticas y los cortoplacismos, y siendo políticamente incorrectos, es preferible la extinción definitiva de tres dialectos como el asturiano, leones y aragonés, que permitir que la extrema izquierda abra tres nuevos frentes rupturistas separatistas con tres nuevas construcciones nacionales artificiales. De momento, solo VOX se ha opuesto, Ciudadanos se ha puesto de perfil, y el PP de Casado se ha sumado al frente popular rupturista y filoseparatista de las izquierdas extremas. Tomen buena nota nuestros lectores.

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