jueves, 7 de abril de 2016

Vascuence, euskera, navarro, batúa y euskañol


Una de las batallas que actualmente se están librando es la del lenguaje y este no es una batalla nimia, puesto que cambiar nuestra forma de hablar es también una forma de cambiar nuestra forma de ser; todas nuestras acciones, pensamientos, emociones y sensaciones se configuran por medio de las palabras.

Un claro ejemplo de esto es la neolengua feminista radical que ha logrado impregnar la sociedad en la que vivimos por medio de la legislación progre y la prensa de masas. Sólo así se puede explicar el uso de términos tan en boga hoy en día como "terrorismo machista", que no por ser usados mil veces dejan de ser absurdos, puesto que no existe ninguna organización que se dedique de forma premeditada a matar mujeres ni existe un discurso político que ampare las acciones de los cobardes -todo sea dicho- que maltratan a las mujeres.

Como vengo diciendo, las palabras son una poderosa herramienta para influir en las personas y por ello hay que tener cuidado para no asumir los términos del discurso abertzale. Esto en ocasiones puede llevar a confusiones y asunciones erróneas en lo que se refiere a algo aparentemente tan simple como las palabras que usamos para referirnos a la lengua vasca, realidad que no carece también de su complejidad. Para arrojar algo de luz al respecto he querido escribir este artículo.

Vascuence y euskera son términos sinónimos. Son muchas las personas que usan los términos "vascuence" o "vasco"; y con toda la buena intención del mundo, evitan cualquier tipo de palabra con el prefijo eusk- al considerarla una contaminación nacionalista. Esto es erróneo puesto que la voz euskara de la que procede, tiene su origen como mínimo varios siglos antes de la invención del nacionalismo vasco por lo que debe ser un término neutral desde el punto de político. 

Algo parecido pero más acusado sucede con el término Euskal Herria, que a pesar de ser utilizado por los abertzales como sinónimo de la "patria de los vascos", se trata en origen de un término cultural que literalmente quiere decir "la tierra en la que se habla euskera". Es por esto que Sabino Arana, consciente de que el término Euskal Herria era utilizado por gente tan española como los Carlistas, crea el término Euzkadi para referirse al conjunto de las "siete provincias vascas". Es probable que del uso este término nacionalista venga la confusión que os venía contando al principio, término que con el tiempo se cambiaría por Euskadi pero que sigue siendo lingüísticamente erróneo, puesto que el sufijo -di no era aplicable en el euskera a un conjunto de personas sino de plantas.

Como vengo diciendo, vasco y vascuence son también dos términos perfectamente aplicables y lo único que puedo objetar a vascuence es quizás su uso se haya visto desfasado, pero como por alguna razón extraña los abertzales deben de considerar que este término lo inventó Franco o algo así, nunca está de más usarlo para su fastidio.

A pesar de que el término euskera no sólo no debería de tener asociadas connotaciones políticas, como vengo diciendo, hay gente que quizás seguiría siendo reticente a su uso por tratarse de un término propio de otra lengua. Pero nada más lejos de la realidad: la voz euskera se encuentra recogida en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, por lo que es un término que junto con eusquera, efectivamente a día de hoy pertenece al castellano.


Es un error pretender llamarle "navarro" al idioma de los vascos. Otras personas han propuesto que se comience a llamar navarro al euskera, quizás para intentar sortear la inevitable asociación que se produce entre este idioma y la Comunidad Autónoma Vasca, que recordemos originalmente no son tierras vascas per se, ya que estaban pobladas por otras gentes de origen celta y fueron vasconizadas en algún momento entre la Antiguedad y la Edad Media. 

Esta idea probablemente parte de la asunción errónea de que lo navarro ha de estar contrapuesto a lo vasco o que un navarro no puede ser culturalmente vasco. Esto es un error equiparable a considerar que algo navarro ha de ser por necesidad vasco. Que una parte de los navarros sean culturalmente vascos no quiere decir que todos los navarros tengamos que ser vascos, de hecho sólo una minoría de navarros hablan euskera (en torno al 15%) y no por ello son ni más, ni menos navarros. 

La euskaldunización de Navarra es una de las piedras angulares para la construcción de Euskal Herria (como nación y no como concepto cultural) y esto incluye a lugares como la Ribera en los que nunca se ha habado euskera. Llamarle navarro al euskera es un error, puesto que induciría a la confusión de considerar que un navarro por necesidad ha de hablar euskera. 


De hecho hace tiempo que los abertzales vienen dando la vara con esta matraca, repitiendo como cacatúas aquello de "lingua navarrorum". Esta es una expresión medieval puntual intencionadamente mal entendida, puesto que no quiere decir que de forma excluyente el euskera fuese la "lengua de los navarros"; sino que era la lengua de los que por aquel entonces se conocían a si mismos como los navarri, es decir los campesinos (la palabra deriva del arcaísmo nabar que quiere decir arado). Y los hechos demuestran que por aquel entonces el Reyno era también un hervidero de lenguas romances, destacando entre todas ellas el Romance navarro, lengua en la que los monarcas pamploneses y luego navarros redactaron sus documentos más importantes, junto al latín. 

Por todo esto considero que llamarle navarro al euskera es contraproducente hasta el punto de hacerle el juego a los abertzales.

Que una lengua haya sido unificada no es un argumento contra esa lengua. A lo largo del siglo XX fueron llevados a cabo los trabajos para la unificación de los diferentes dialectos del euskera, que culminarían en la Reunión del Santuario de Aránzazu (1968) de la que saldría el euskera batúa (euskera unificado o unido). Muchos euskadunzarras (aquellos que hablan en euskera de su pueblo) lo llaman batua a secas y tachan el afán homogeneizador de esta medida. Esto es normal porque nunca llueve a gusto de todos, pero no está entre mis prioridades el marearos sobre a qué dialectos beneficia o no, más aún cuando se trata de una lengua que no hablo.

Se puede criticar una clara intencionalidad nacionalista de ciertos impulsores como Koldo Mitxelena (militante del PNV), pero el hecho es que de no haberse producido una unificación del euskera, este habría terminado por desaparecer en un maremagnum de dialectos. Ya es difícil que una persona aprenda euskera para hablar con un millón de personas con las probablemente ya puedes hablar en español, como para que encima lo que aprenda sea un dialecto del euskera con el que sólo te puedes entender correctamente con los vecinos de tu valle.

Toda lengua moderna que se precie ha tenido que pasar por un proceso de unificación, ya sea en el siglo pasado con el batúa o en los tiempos de Alfonso X el Sabio con el castellano. Que el euskera haya sido unificado no es un argumento contra el propio euskera.

La frontera difusa entre el euskera y el español es el euskañol. El euskañol es algo que podríamos llamar nueva variedad idiomática, mezcla entre el español y el euskera. Este iría desde la chabacanería de crear palabras "vascas" a partir de palabras en español, cambiando v por b, ch por tx, etc; hasta el uso de palabras sueltas en castellano mientras se habla en euskera o la construcción de frases gramáticamente incorrectas en euskera por contaminación lingüística con la gramática española. Quizás este último caso se de en personas cuyo idioma materno no es el euskera o que no lo dominan muy bien.


Basta poner un día la Nafar Telebista para ver a personas que no tienen ni pajolera idea de hablar euskera, pero hablando un perfecto castellano te sueltan un "Iruñea" o "Nafarroa" por ahí en medio. Postureo euskañol al fin y al cabo, pero esto resulta suficiente para ser considerado "euskaldún" por los abertzales; ya no hace falta hablar euskera sino chapurrear alguna palabra de vez en cuando y tener voluntad de aprenderlo "algún día". Teniendo el poder, ya se ocuparán mientras de que las jóvenes generaciones aprendan en vascuence y además reciban con él el mensaje político abertzale. Hay precedentes, y por eso no hay que dejarles.

¿Qué pensarías de alguien que te dijese que se ha ido "de vacaciones a New York"?¿resulta ridículo? pues lo mismo pienso yo de los posturas euskaldunes.

Hispano

2 comentarios:

  1. Normalmente me parecen estupendos los artículos pero considero desacertado este.
    Dice Hispano que la voz “eusk” es neutral. ¡Claro! Los idiomas por sí solos no ofenden a nadie. Pero el hecho relevante es que “eusk” no existe en español.
    Los separatistas rechazan decir “vasco” y “vascuence” por tratarse de términos en español. En cambio yo, por el mismo motivo y por la costumbre, defiendo su empleo. Adoptar el vocabulario que quiere imponer la vascorrada me parece traicionarse a sí mismo. Al rehusar la palabra “vascuence” se desprecia de forma soterrada la relación entre lo español y lo vasco.

    Es irrelevante lo que haga la RAE. Cuando se habla español, lógico es utilizar el vocabulario existente en español. Si la RAE ha incluido en el diccionario “euskera”, habrá que interpretarlo como una concesión indebida (como tantas otras) a los devotos del vasquismo, y como reconocimiento de cierto uso, ya que los medios de comunicación del progrerío difunden y adoptan aquello que suponga detrimento de lo español. Por el mismo motivo si sigue así, la RAE podría incluir “pintxo” en el diccionario.

    “Vascuence” es una de los pocos sustantivos en español que designan una lengua. La mayoría de los idiomas son nombrados a través de adjetivos (italiano, japonés, sueco…). Los vascoparlantes debieran apreciar esta palabra.

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  2. Hola Chachi, nunca llueve a gusto de todos...

    Respondiendo a tu comentario:

    1º Digo que la voz "eusk" debería de ser políticamente neutral precisamente porque precede a la creación del nacionalismo vasco y por esto mismo no puede ser uno de esos términos creados por el nacionalismo vasco para intoxicar el vascuence.

    2º Igual a ti te parece irrelevante lo que diga la Real Academia Española, a mí no. Como tu bien dices la inclusión de esta palabra responde al uso y de la misma manera a pesar de contar con la palabra balonpié, utilizamos el extranjerismo fútbol. Alegas que este uso viene a raíz se su utilización en la "prensa progre" sin aportar fuente alguna. Yo te puedo decir que por ejemplo el rey Alfonso XIII ya lo llamaba "euskera" en alguno de sus discursos a principios del siglo XX.

    3º En ningún momento digo que haya que rehusar de la palabra "vascuence", es más aconsejo su uso porque parece que a los abertzales les jode que lo llamemos así.

    Un saludo :)

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