jueves, 21 de diciembre de 2017

¡Paremos el expansionismo abertzale!


Como la mayor parte los que me lean sabrán ya, actualmente Navarra se divide en tres zonas lingüísticas: la zona vascófona, la zona mixta y la zona no vascófona. Ya hemos dicho en otras ocasiones que esta división induce la confusión debido a que en su momento se consideró como zona mixta aquella en la que pese a existir una minoría casi residual de vascoparlantes, presumiblemente hace algunos siglos esta minoría habría sido sensiblemente mayor. Mientras, la zona vascófona es aquella del norte de Navarra en la que actualmente existe una mayoría vascoparlante, pero también una minoría nada despreciable castellanoparlante que se sitúa en torno al 40% y cuyos derechos lingüísticos son pisoteados de forma sistemática.

Esta división es un error, como vengo diciendo, ya que prima consideraciones románticas referentes a supuestas realidades lingüísticas pasadas; frente a los hechos estadísticamente cuantificables. En Navarra no existen de facto tres zonas sino dos, una zona mixta al norte de Navarra en la cohabitan vascoparlantes bilingües y castellanoparlantes monolingües; y una zona no vascófona que abarcaría la zona media y el sur de Navarra, zona que aun a día de hoy es muy mayoritariamente monolingüe castellanoparlante.

Dicho esto, no pretendo confundir los deseos con las realidades y soy consciente de que esta realidad difícilmente va a cambiar si no es a peor. Parecido piensan al menos por el momento en el PNV/Geroa Guay donde el bocachancla de Koldo Martínez ya se encargó de revelarnos su estrategia a este respecto: mantener la división como está configurada e ir realizando cambios graduales para implantar el bilingüismo de facto. Por ejemplo, extendiendo el área de influencia de las zonas vascófona y mixta, a modo de cárcel soviética ya que por ejemplo aquel municipio que pasa de la zona no vascófona a la zona mixta, no puede dar luego marcha atrás. Que se lo pregunten a Cizur Menor.

Esta estrategia obedece al fin y al cabo a aquel principio que dice que puedes cocer a una rana si la introduces en agua templada y gradualmente vas subiendo la temperatura hasta la ebullición, pero que si la introduces directamente en agua hirviendo, la rana saltará inmediatamente antes de quedar escaldada. En otras palabras: los vasquistas introducirán cambios graduales para que nos vayamos acostumbrando hasta llegar a el horizonte final de su secta, que es una Navarra monolingüe euskalduna en la que el uso del castellano ha sido erradicado.


Actualmente tenemos una zonificación que es mejorable pero que en cierta manera ejerce de muro de contención para evitar que zonas como Tudela también se pudran de abertzalismo. Por lo tanto debemos presionar de forma activa, en los ámbitos de acción de los que cada uno disponemos, para que este estatus no cambie. El siguiente paso remarcable en la agenda del nacionalismo es la imposición del bilingüismo en toda Navarra, usando los métodos que ya conocemos todos. La gran batalla para aquellos que podemos mirar a más de cuatro años vista, es detener el proceso de imposición del euskera en toda Navarra al que ellos llaman inmersión lingüística.

Acto seguido al bilingüismo legal, que no real, vendrá la preponderancia de la lengua vasca sobre el español, importándoles muy poco que sea el idioma de inmensa mayoría de los ciudadanos. Podemos ver en la foto que abre este artículo que en el parking de la Plaza del Castillo ya se han aplicado el cuento y colocan al euskera por encima del español y con una letra más grande. No solo ocurre en espacios privados, en los pueblos donde gobierna el PNV/Geroa Guay ya ponen al euskera por encima del castellano en su cartelería, y en Pamplona Asiron ha suprimido directamente el nombre español de la Chantrea para poner solamente el término vasco de Txantrea; que con esa tx queda más feo que Picio, todo hay que decirlo.

Ante estas faltas de respeto uno se puede sentir impotente, pero un buen principio es el tomarnos la rotulación por nuestra propia mano, es decir, comprar un spray negro y tachar aquellos letreros que todos hemos pagado y que ningunean la realidad hispanohablante de esta tierra. Ha trascendido que ya hay ciudadanos ejerciendo este sano derecho de protesta en la Ribera, Sanguesa o la Comarca de Pamplona. Y tú, ¿eres rana o persona? ¿te limitarás a protestar en Facebook o harás algo en el mundo real?

Hispano

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