lunes, 10 de septiembre de 2018

Plásticos amarillos separatistas sí, plásticos negros "machistas" no


Resulta que el pasado viernes Pablo Casado fue a Barcelona para decirles a quienes noche y día retiran lazos amarillos, jugándosela frente a CDR descerebrados o fuerzas parapoliciales como los Mozos de Escuadra, que "están poniendo en riesgo la convivencia" al "hacer la justicia por sí mismos". Casado ofrece en cambio que sean las instituciones y las leyes las que actúen frente a la propaganda separatista. Unas instituciones que ya con el PP han dejado tirados a los catalanes que sacaban la cara por España, y que ahora mismo están en manos del enemigo tanto en Cataluña como en Madrid.

Pero es que lo de este chico no es la coherencia, hace una semana decía en twitter que "apoyaba a quien quite los lazos amarillos" y ahora que las limpias de lazos amarillos se está convirtiendo en una forma de rebelión ciudadana, intenta anestesiar al personal porque se empieza combatiendo abiertamente al separatismo y se acaba dándole su merecido a quienes desde Madrid lo han fomentado.


Pero la lección de hipocresía que hoy vamos a tratar nos lleva a otro lugar no mucho más lejos, en concreto al País Vasco. Un "alarde" antes que una maniobra de ostentación, era una forma de revista de tropas para que la autoridad de turno (o el propio rey) comprobase el estado de movilización y armamento de sus soldados. Esto podía tomar forma, por ejemplo, en forma de desfile y con los siglos este tipo de actividades han quedado desfasadas pero aún se conservan a modo de actos festivos, sobre todo en la zona de Guipúzcoa en torno a Fuenterrabía e Irún. Sí, allí donde el voto es muy mayoritariamente podemita y PNVero, conservan una tradición que en cualquier otro lugar sería considerada facha-militarista.


En el caso de Fuenterrabía, este alarde se viene celebrando desde el siglo XVII en la forma de una procesión cívico-religiosa -a la virgen de Guadalupe, por cierto- escoltada por paisanos armados, lo normal al ser la profesión de las armas una cosa de hombres a lo largo y ancho de la Historia y esto es un hecho objetivo. El conflicto viene porque desde hace 20 años a una serie de feministas petardas venidas de fuera del pueblo y amparadas por el Gobierno Vasco y otros castuzos; se han empeñado en desfilar armadas en un "alarde mixto" previo al tradicional.

Este "alarde mixto" no es reconocido ni por los organizadores del alarde, ni los vecinos y las vecinas del pueblo. Por eso reciben al alarde mixto entre pitidos y en un pasillo de plásticos negros y carteles de betiko alardea (el alarde de siempre) para mostrar que no quieren saber nada de este "alarde mixto". A mí me parece razonable que los vecinos del pueblo se molesten en mantener tal cual una tradición con cientos de años frente a la ideica feministoide de turno, que supone algo parecido a que por ejemplo un grupo de maromos se empeñe por sus bemoles en correr "la carrera de la mujer" que viene teniendo lugar anualmente en algunas ciudades.



Pero resulta que este año el gobierno del PNV ha enviado a la ertzaintza para escoltar el "alarde mixto" e incautar plásticos negros a quienes desobedecen las órdenes del Gobierno Vasco: "Pese a la petición desde la Diputación para que no hubiera plásticos negros en la calle Mayor, lo cierto es que sí los ha habido y Jaizkibel ha hecho su recorrido bajo un ambiente de tensión. La ertzaintza ha retirado buena parte de los plásticos, pero han sido sustituidos por silbatos. Denis Itxaso, delegado de Cultura, ha manifestado que «hemos dado un paso atrás y que es un día muy triste». Por su parte, Izaskun Landaia, de Emakunde, ha segurado sentirse «hundida» por la situación vivida en Hondarribia." Tensión y silbatos al paso de la compañía Jaizkibel (diariovasco.com)

Ahora volvamos a Cataluña, pero sin abandonar el País Vasco, y veamos qué opinión tiene de las limpias de plásticos amarillos un medio a sueldo del PNV -de la misma familia que "nuestro" Diario de Menticias- como es el Deia:

"Puede ser legal, desde luego, pero quitar lazos es envenenar el espacio del ejercicio normal de los derechos fundamentales. Parece que hay voluntad de alimentar el enfrentamiento político. Eso debe pertenecer al espacio de libertad y debe prevalecer el sentido común, en este caso de responsables políticos, porque no todo vale." "Quitar los lazos es envenenar el espacio del ejercicio de los derechos humanos" (deia.eus)

"La distensión ha rebajado las expectativas electorales de Ciudadanos en el Estado español y de su filial, Ciutadans, en Catalunya, donde las últimas encuestas le otorgan una pérdida porcentual que le arrebataría el liderazgo en votos y unos cuantos escaños. De ahí que el partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas sea quien más se está afanando en mantener la tensión política y elevar la confrontación con iniciativas como la de retirar los lazos amarillos por tierra, mar y aire.C’s devuelve la tensión con su campaña contra los lazos amarillos (deia.eus)

Atención al ejercicio de doblepensar: para los peneuveros quienes ensucian el entorno poniendo plásticos amarillos por todos lados están ejerciendo casi un derecho humano, mientras que los unionistas que los limpian son unos fachas que no respetan la libertad de expresión y son mala gente que busca "crear tensión".

Sin embargo en Fuenterrabía, a unos ciudadanos que pretenden proteger sus tradiciones, la policía del PNV les tiene que quitar por "machistas", los plásticos negros con los que protestan. Mientras que quienes ni siquiera son vecinos del pueblo y por pura ideología llevan 20 años acudiendo a las fiestas de un pueblo, escoltados por la policía y a que les piten los vecinos, no buscan "crear tensión".


Ironías de la vida: los del "derecho a decidir" no respetan el "derecho a decir" de sus propios pueblos al organizar sus fiestas. Todo sea por seguir las órdenes de arriba respecto a la imposición del feminismo como ideología única... y que algún que entre otro listo (o lista) trinque la subvención de turno.


Hispano

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