miércoles, 15 de junio de 2016

Memoria histórica


Ni olvido,ni perdono.

Desde el asesinato del guardia civil José Pardines en junio del 68, hasta los asesinatos de los guardias civiles Carlos Sáenz y Diego Salva en julio de 2009, han transcurrido 41 años de dolor, lágrimas y sufrimiento. 

La estadística es un frío número, 829, la realidad es muy diferente: 829 personas asesinadas, personas que tenían padre, madre, esposa, marido, hijos, familia, amigos, vecinos, conocidos... en definitiva, un incalculable número a los  que también llegó los tentáculos de ETA, en forma de congoja incontrolable y terrible dolor de corazón. 

Tanto sufrimiento, tantas vidas truncadas, tanto llanto derramado, tantas cosas por hacer, tanta desesperación por saber que ya nunca se harán...Tanta vida destruida, tantos vivos destrozados. 

Casa cuartel de Zaragoza, casa cuartel de Vic, Hipercor, Plaza de la República Dominicana, las mayores matanzas...tiro en la nuca, bomba lapa, ametrallamientos, secuestro y asesinato, tiros en la espalda....Cada bala, cada explosión, nos fue matando a toda la sociedad poco a poco, junto con el que moría ese día.

Ellos ya no tienen nada, les arrebataron la vida de la forma más injusta que pueda existir: alguien quiso apretar un gatillo o detonar una bomba, porque le dio la gana. En un acto de despreciable cobardía y maldad. 

Nuestro recuerdo debe permanecer vivo con las víctimas, la sociedad presente y futura esta en deuda con ellos. Ellos dieron su vida para que el resto pudiéramos continuar con las nuestras. Una vida en libertad, lejos de la dictadura del miedo y de las armas. 

Una vida que engendra otras vidas, que llegarán a un mundo mejor, porque antes otros derramaron su sangre para que así lo fuera.

Siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón. Es la única forma de poder agradeceros todo vuestro sacrificio.

Una colaboración de uno de nuestros seguidores

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