martes, 28 de junio de 2016

Por qué no hay ‘Navarrexit’


Casi un 52% de los británicos que votaron el 23 de junio dijeron ‘No’ a que su país permaneciese en la Unión Europea. La Inglaterra profunda -los barrios de trabajadores ingleses y las zonas rurales- votó masivamente por esa salida no deseada por las grandes empresas ni por los inmigrantes. Por decisión de David Cameron hubo consulta democrática y ganó el ‘Brexit’.

¿Por qué Navarra no elige cada cierto tiempo su “futuro” en referéndum? Curiosamente la extrema izquierda más abertzale y piojosa de aquí está pidiendo que tomemos como modelo lo que allí ha querido la extrema derecha británica. ¿Por qué no se debe, ni se puede, plantear un ‘Navarrexit’?

Ante todo, porque el Reino Unido es un Estado soberano, y por tanto una comunidad capaz de decidir su futuro. Ya que hoy somos una democracia, lo hará votando, pero la clave es ésta: el sujeto soberano, que allí es el pueblo británico, aquí es el pueblo español. No hay Navarra fuera de España ni pueblo navarro fuera del pueblo español, y por tanto ni los navarros de hoy ni los del futuro han de ser preguntados por separado sobre si son lo que indiscutiblemente son –España y por ende Europa- o si pertenecen a un club tan peculiar y voluble como la Unión Europea.

Además, mientras que la UE es eso, un club de Estados soberanos y por tanto capaces cada uno de decidir si entran o salen, España no lo es: España es una comunidad popular forjada en los siglos, con la fusión de los pueblos prerromanos en la identidad romana a partir de Escipión, con la unidad política a partir de Augusto, con identidad propia y soberanía separada desde el reino visigodo de Toledo, con una personalidad cristiana desde Recaredo en 589 y con la larga batalla en común de la Reconquista. A lo largo de ese proceso y al término de él, España ES y dentro de ella, no como adición sino como mero matiz, nace Navarra. Y esta realidad no es susceptible de votación, ni de consulta.

Ontológicamente es inconcebible, si uno sabe qué es España y qué es Navarra, un ‘Navarrexit’. Navarra será lo que tenga que ser, ora reino, ora provincia, ayer tierra de batalla, mañana tierra de prosperidad, pero siempre en España. Por eso es un error, un error tan grande como el de Cameron, argumentar que los navarros hemos de ser españoles por conveniencia económica; en lo bueno y en lo malo, Navarra es España, y los intereses de unos caciques o las opiniones de unos analfabetos, por populares que se hagan, han de importar. Y por la misma razón que no hay ni habrá ‘Navarrexit’ fue un error mezquino, miope y mediocre la posibilidad abierta por la ‘Transitoria Cuarta’ en 1978. Aquí lo único que hay que decidir, y sólo a veces, es cómo somos España, no si lo somos porque eso es algo mucho más sólido que la popularidad de Bruselas en Inglaterra.

Caius

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