miércoles, 30 de marzo de 2016

Hablamos sobre el Opus Dei


La Obra de Dios, uno de los múltiples temas objeto de polémica y fuertemente politizado por estas tierras. Para situarnos, la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei (Obra de Dios en castellano) es una institución perteneciente a la Iglesia católica que fue fundada por San José María Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de  1928, y erigida como prelatura personal el 28 de noviembre de 1982 mediante la Constitución Apostólica Ut sit otorgada por el papa San Juan Pablo II.

En la imagen de la izquierda, logotipo oficial del Opus Dei, a la derecha, el logotipo oficial de la Universidad de Navarra

El Opus Dei desembarca con fuerza en Navarra en 1952, para comenzar el 17 de octubre del mencionado año el primer curso académico de la Universidad de Navarra. Lo que comenzó siendo un primer curso con 48 alumnos y 8 profesores, acabará convirtiéndose en toda una empresa multinacional con cientos de trabajadores y cinco campus  (Pamplona, San Sebastián, y a través del IESE y del ISSA,  en Madrid, Barcelona y Nueva York). Además cuenta con 14 facultades, dos escuelas superiores universitarias, 17 institutos, escuelas de negocios e incluso, una Clínica  Universitaria tan conocida por todos, y el Centro de Investigación Médica Aplicada.

Pues bien, el Opus resulta tan controvertido por tres cuestiones fundamentales; por la figura de su fundador, por su ideario "católico", y por razones políticas. En cuanto a su fundador, canonizado en 2002 por el entonces Papa y hoy también santo Juan Pablo II, resulta controvertido y polémico por algunos detalles de su biografía. En principio, estaríamos ante un sacerdote que creó una residencia universitaria con objeto de impulsar entre estudiantes universitarios formación católica y espíritu religioso, o lo que nada habría que objetar. Sin embargo, la orientación preferente hacia clases sociales medias-altas y altas, la residencia de lujo en Roma (conocida como Villa Tevere), el cambio de nombre (bautizado con el nombre José María Julián Mariano Escrivá Albás, y sin embargo, públicamente conocido como José María Escrivá de Balaguer y Albás) y sobre todo el incidente del marquesado no han dejado en muy buen lugar la figura del fundador. El mencionado incidente aristocrático, para los que no lo conozcan, se trata de la obtención del Marquesado de Peralta por parte del santo, concedida en 1968 por el gobierno franquista mediante la influencia que para entonces ya ejercían los "tecnócratas del Opus" en los gabinetes ministeriales, y que, según el recientemente fallecido historiador Ricardo de la Cierva, fue otorgado "con buena intención, pero de forma irregular".

En la imagen, escudo de armas del Marquesado de Peralta. ¿Qué interés podría tener un sacerdote en obtener a toda costa un título nobiliario?; parece ser que entonces necesitaba ascendencia noble para poder ingresar en la Orden de Malta y fue lo que motivó a la "obra" y a su fundador a lograr la rehabilitación del marquesado en la persona del fundador.

La segunda cuestión polémica de la prelatura personal estaría en su ideario católico, si bien puede surgir desde dos puntos de vista; católico y anticatólico. En el segundo caso está claro, cualquier organización perteneciente a la Iglesia Católica recibirá aquellos ataques que procedan desde sectores hostiles al catolicismo en particular y al cristianismo en general, por el mero hecho de seguir la doctrina evangélica. Está claro que marxistas, anarquistas, laicistas, masones o liberales radicales, por poner como ejemplo, atacarán al Opus Dei al igual que puedan atacar al Vaticano, a los jesuitas, dominicos, maristas o a los kikos.

Desde un punto de vista católico, si bien el Opus no genera muchas simpatías entre los fieles del Papa, en muchos casos se debe a la mitología surgida en torno a la institución. De hecho, la crítica suele ser errónea, ya que no es por sus enseñanzas en materia  de doctrina religiosa por lo que se puede y debe criticar a la prelatura personal. Cualquiera de los textos de San José María Escrivá, como Camino, Surco y Forja pueden ser enriquecedores para cualquier católico, y no se encontrará en los mismos ninguna doctrina herética ni sectaria. Sin embargo, es su relación con "el mundo" y la obsesión de sus miembros con el poder y el dinero, así como la falta de crítica real y sincera hacia el sistema social, político, financiero y económico que subyuga a Occidente y que cada es más injusto, a la par que  más incompatible con la Fe y la forma de vida de cualquier cristiano (no solo católico), lo que aleja a la organización con lo que debería ser el ideal católico.

También, con acierto, se le ha criticado la estructura elitista dentro de la propia organización, incluyendo abuso de poder (ojo nada que ver con abusos sexuales) con aquellos miembros de la organización que se encontrarían en el escalafón más bajo. También sería discutible la figura del numerario del Opus, que entrega todos sus bienes, sirve íntegramente a la organización y está sometido a una dura y férrea jerarquía, que si bien podría ser comparable a la existente en cualquier orden monástica, no deja de resultar cuanto menos llamativa.

Además, al Opus Dei le aqueja el mismo mal que corroe a gran parte de la Iglesia Católica; la falta de verdadero espíritu evangelizador. Es más, resultaría dudosamente compatible con la doctrina  y el espíritu católico, así como con una verdadera evangelización, centros como la archiconocida escuela de negocios IESE de Barcelona, Madrid y Nueva York. Dicha escuela de negocios, para quien no la conozca, está orientada a la formación de altos ejecutivos de las multinacionales occidentales, y como tal, impregnada de ideología mundialista, y por lo tanto, en definitiva, anticristiana.

A lo que habría que añadir una cuestión más en relación con los miembros del Opus Dei; cualquier persona que conozca la obra (no es necesario haber sido miembro de la misma) ha podido observar cómo una serie de familias monopolizan numerosos puestos de trabajo y responsabilidad en el "holding" que tienen montado en Navarra a través de la Universidad-Clínica, colegios (Irabia, Redín, Miravalles...), y otras empresas como ediciones Rialp, Eunsa.... Pues bien, la realidad es que muchas de estas personas militan en el Opus más como medio de vida que como vocación, algo que, no es por nada,  pero a la larga se nota, y mucho. 

Lujosa sede del IESE Barcelona

Lujosa sede del IESE Nueva York

Por último, la polémica también surge en el campo político. Nombres como Juan José Espinosa, Federico Silva, Manuel Lora Tamayo, Gregorio López Bravo, Faustino García-Moncó o Laureano López Rodó todavía resultan familiares para muchos españoles; y no es para menos, fueron ministros en el gobierno franquista a la par que  miembros del Opus Dei. Debido a la etapa en la cual los tecnócratas, con el apoyo del almirante Carrero Blanco, monopolizaron la política (y parte de la economía) española durante el régimen franquista, en buena parte de la sociedad española ha calado el mito de considerar al Opus Dei como una organización cercana políticamente a la derecha española, cuando no puramente franquista o postfranquista (concepto que solo existe en la mente de la extrema izquierda española).

Sin embargo, la realidad es algo distinta; en el Opus Dei conviven personas de las ideologías más diversas y dispares, desde personas afines al Partido Popular como también al PSOE, CIU, PNV.... en incluso EH Bildu. Es más, la tendencia mayoritaria entre los miembros y simpatizantes del Opus está más cerca del centro izquierda o incluso del separatismo que de la derecha. A mayor abundamiento, en Navarra militantes del Opus llegaron incluso a controlar (o influenciar de manera decisiva, según como se mire) un partido político conocido por muchos; Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), partido que en su primera legislatura llegó a pactar un gobierno tripartito con el PSOE y EA, y con el apoyo parlamentario de IU. Con todos estos antecedentes, a  nadie le puede quedar duda alguna de que el Opus Dei no es una organización afín políticamente al derechismo, franquismo, o postfranquismo, muy a pesar de la extrema izquierda manipuladora e ignorante.

Extracto del artículo publicado en ABC en 1995 en el cual se hace eco de la enorme presencia y peso de miembros del Opus en el CDN que además, facilitó un gobierno tripartito filoseparatista

Desde sectores del Opus Dei se ha vendido que la participación activa de miembros de la obra en política respondía a un intento de influir en la misma. Personajes como el actual ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, presume públicamente de su militancia en el Opus Dei, lo mismo que el ex diputado y dirigente bildutarra Rafa Larreina (aunque en este caso más bien no presume de ello), sin embargo, viendo los resultados prácticos, parece que se sirven de la política para su causa personal, o en todo caso, a la de la Obra, y no al catolicismo en general. A todo esto añadir un dato que puede suponer todo un shock en los ambientes de la progresía (separatista o no) de Pamplona; el gran gurú ideológico Daniel Innerarity fue nada menos que numerario del Opus Dei.

En la imagen de la izquierda, López Rodó, ministro franquista. En la imagen de la derecha, Rafa Larreina, diputado en la legislatura 2011-2015 por Amaiur, repitiendo candidatura con EH Bildu en 2015 aunque por fortuna el 20-D no revalidó puesto en el Congreso. Tan dispares en teoría en lo político, y unidos ambos por su militancia en el Opus.

No quisiera terminar el presente artículo sin mencionar un incidente que muestra el estado actual de la "Obra" opusiana. En el año 2012 el escritor y periodista Enrique de Diego a través de la editorial de su propiedad Rambla publicó el libro que lleva por título "La tercera campanada". Se trata de un texto escrito por Escrivá de Balaguer en 1974 y dirigido a los miembros del Opus Dei en el cual, se advertía de manera casi profética los males que iban a aquejar a la Iglesia Católica del siglo XXI, afirmándose en el mismo que "toda una civilización (por Occidente) se tambalea, impotente y sin recursos morales", describiendo las causas morales de la crisis de civilización que hoy sufrimos en el viejo continente.

Pues bien,  a pesar del enorme enriquecimiento que puede aportar dicho texto para cualquier cristiano, la prelatura del Opus Dei intentó sin éxito vía judicial prohibir la publicación del libro por parte de la mencionada editorial Rambla. Una muestra más del estado de ruina en el que se encuentra una organización que pudiendo haber sido el motor de la Iglesia Católica del siglo XXI, subsistirá únicamente como una multinacional que se halla, para más inri, subordinada al mundialismo anticristiano.

Imagen de la portada del libro publicado por la Editorial Rambla "la tercera campanada", muy a pesar del Opus Dei

Viriato

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