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jueves, 25 de enero de 2018

Cualquier “tradición espiritual” es admisible, salvo la católica


La Biblioteca de Navarra ha organizado, con el título “Los colores de la espiritualidad”, un ciclo de charlas con expertos en diferentes tradiciones espirituales. El objetivo: difundir sus “claves de sabiduría para vivir en plenitud” (http://culturanavarra.es/es/noticias/la-biblioteca-de-navarra-ofrece-este-trimestre-dos-ciclos-de-conferencias-dedicados-a-las-victimas-del-holocausto-y-a-las-distintas-tradiciones-espirituales).


Un breve repaso a esas temáticas y sus ponentes, que después analizaremos, evidencia una significativa ausencia de cualquier representante de la “ortodoxia” católica; mayoritaria en esta tierra hasta hace unas pocas décadas. Entonces, el catolicismo, según los organizadores: ¿no sería una tradición espiritual? ¿O es que impediría vivir en plenitud?

También se constata que, entre los ponentes, no figura ningún miembro de “sectas destructivas” o al filo de tal calificación: ¿otra manera subliminal de etiquetamiento y descarte por extensión en ausencia? No en vano, si se presenta como buenos, determinados “productos culturales” y no otros: ¿cuál es el criterio?

Se podrá alegar, también, que la Iglesia Católica dispone de sus propios recursos para una labor similar; pero lo mismo puede afirmarse acerca de estas otras “tradiciones” -que ya se están difundiendo en la Biblioteca de Navarra-, y más con el riego de millones del que se benefician -no pocas de ellas- por parte de multimillonarios yanquis del cine y los “nuevos negocios”.

Y si se presenta como un intento de ofrecer “pluralismo” a las masas, el argumento no vale; pues hoy día, cualquiera puede acceder a todas y cada una de las miles de “tradiciones espirituales” existentes en el ancho mundo vía internet y paquetería rápida: ¡ya no pueden alegar que la Iglesia querría mantener en la ignorancia a sus fieles! Dejémonos, pues, de anticlericalismo y prejuicios pasados de moda.

Si lo que se pretende –decíamos- es reflejar el pluralismo navarro en estas materias, además, ¿por qué se ha excluido, por ejemplo, a la Iglesia Ortodoxa Rumana, tan espiritual como bien arraigada en Navarra?

Parroquia ortodoxa rumana en Barañáin

En definitiva: ¿por qué semejante interés y medios en difundir esas “otras” tradiciones espirituales?

No cabe duda, pues, que en el ánimo de los “agentes” culturales que han elaborado este programa “espiritual” pesa, y no poco, esa tendencia -tan virulenta y actual- a la deconstrucción de la propia tradición; favoreciendo todo lo que pueda debilitar la identidad europea y, en lo que nos concierne, la navarra. Ya se sabe: sujetos atomizados, individuos dominados. Y si algo puede proporcionar hoy el catolicismo -tan asediado desde todo tipo de trincheras- es un estilo de vida, comunidad, criterios sobre el bien y el mal, una identidad para afrontar la existencia, y una rica cultura. No es poca cosa: ¿no constituye todo un depósito de “sabiduría para vivir en plenitud”?

Y que conste que no hablamos de catolicismo confesional: se puede ser católico “cultural” y no tener fe religiosa. Es cuestión de cada uno.

 Líderes religiosos de 15 países y de 8 confesiones en Torreciudad 2/06/2016

Desde la valoración y estima de la propia tradición espiritual navarra, que no es otra que la católica, puede dialogarse con otras identidades. Lo que es absurdo es hablar careciendo de una postura previa, sin convicciones de ningún tipo o cambiantes según la emotividad o la moda; entonces no se habla, no se dialoga: se asiente o se parlotea. ¿Tolerancia o estima? Optamos por lo segundo, al menos nosotros.

Veamos  el programa que estamos comentando.

1.- “Espiritualidad para vivir: una urgencia cultural” a cargo de Joxe Arregi (23 de enero).
Respecto al ponente, rescataremos el siguiente titular: «El franciscano Joxe Arregi cuelga los hábitos “para no acatar” órdenes de Munilla. El teólogo y profesor asegura que deja el sacerdocio y la orden religiosa “porque no hay lugar para insumisos”» (http://www.diariovasco.com/v/20100902/politica/franciscano-joxe-arregi-cuelga-20100902.html). Un cristiano, sin duda, aunque un tanto heterodoxo y amigo de ciertas equidistancias: «Ha sido una peregrinación o un viacrucis, o un Adviento, de 24 días. Una caravana de familias y de amigos de presos de ETA ha recorrido Francia, pasando por las 20 cárceles en las que fueron dispersados y cumplen condena lejos de los suyos, denunciando la injusticia de tales medidas, reclamando su abolición. Me uno a su causa» (Caravana por la paz, Jose Arregi, http://www.atrio.org/2017/12/caravana-por-la-paz/). No nos consta que haya manifestado análoga sensibilidad con las víctimas de ETA.

2.- “El camino espiritual: del estado mental al estado de presencia”, por Enrique Martínez Lozano (13 de febrero).

Su título podría confundirse, perfectamente, con cualquier convocatoria de la omnipresente y global New Age: palabros que cada autor retuerce al propio gusto, sentimentalismos, técnicas físicas y mentales diversas, etc. Pero, ¿estaremos siendo duros y superficiales en el juicio?

Traigamos a colación, de una entrevista realizada por Lala Franco al ponente (Alandar, nº 304, enero 2014), la siguiente bio: «es escritor y conferenciante. Psicoterapeuta y teólogo, se ha secularizado hace un año (…). La espiritualidad es para él un viaje a la plenitud de nosotros mismos que nos convertirá en personas unificadas y compasivas. La espiritualidad es su tema. El tiempo y el papel se quedan escasos para contener el río de su pensamiento y su experiencia». Otro heterodoxo y ¿rebotado?

3.- “Rumi, un místico sufí para el siglo XXI”, de Halil Bárcena (26 de febrero).

En la actualidad, la Mevleví, o Derviches Giróvagos de Turquía, es la orden fundada por los discípulos del maestro y poeta sufí Rumi, con sede en la megaturística Konya.

Del futuro ponente aportamos la siguiente reseña biográfica: «Halil Bárcena (Renedo, Cantabria, 1962) es islamólogo, doctor en filología árabe y especialista en mística sufí. Es doctor en filología, licenciado en ciencias de la información, diplomado en lengua árabe, máster en estudios árabes y diploma de estudios avanzados en humanidades, ha cursado estudios islámicos y de filología árabe y persa en Marruecos, Jordania, el Líbano y Siria. Formado en musicología árabe-turca, es intérprete de ney —la flauta derviche de caña. También cultiva la caligrafía árabe. Colabora con la Universidad de Barcelona. En 1998 fundó el Instituto de Estudios Sufíes de Barcelona, que dirige desde entonces. Dirige también el grupo de música y danza sufí 'Ushâq (…)» (http://www.fragmenta.cat/es/fragmentos/autors/4176). En definitiva: un sufí europeo perteneciente, seguramente, a la rama musulmana que más occidentales capta para el Islam; pero, paradójicamente, muy poco presente entre los inmigrantes africanos y asiáticos de tal confesión, más permeables a las corrientes salafistas.

4.- “Ramana Maharshi: transparencia del ser”, a cargo de Javier Melloni (16 de abril).

Venkataraman Iyer, conocido como Ramana Maharshi (Tiruchuzhi, 1879 - Sri Ramana Ashram, 1950), fue un importante maestro hinduista. Perteneció a la doctrina vedanta adwaita (“no dual”, no hay almas y Dios; las almas son Dios). Ha sido catalogado como uno de los hinduistas más influyentes del siglo XX, junto a Paramahansa Yogananda y Sri Aurobindo. El núcleo de sus enseñanzas fue la práctica de atma-vichara (la indagación del alma).

¿Y el ponente?: «Javier Melloni (Barcelona, 1962) es antropólogo, teólogo y fenomenólogo de la religión. Varias inmersiones en la India le han permitido poner en contacto elementos de la mística hindú con la cristiana. Jesuita y estudioso de los Ejercicios Espirituales, tiene al mismo tiempo un amplio conocimiento de los textos de las diversas religiones. En su tarea como acompañante espiritual integra elementos de diversas tradiciones. Es miembro deCristianisme i Justícia y profesor en la Facultat de Teologia de Catalunya y en el Institut de Teologia Fonamental de Sant Cugat. Autor de numerosos libros» (http://www.fragmenta.cat/es/fragmentos/autors/4039). Un jesuita, algo es algo; si bienya no son lo que eran…

5.- “Taisen Deshimaru y el budismo zen en Occidente” por Alonso Ufano (Sevilla) y  Antonio Arana Pamplona) (15 de mayo).

El japonés Taisen Deshimaru nació en 1914 en Saga en el seno de una antigua familia de samuráis. Se inició con el maestro Kodo Sawaki, quien le ordenó monje, a la vez que le pedía que llevara el zen y el zazen a Occidente. Fundó más de cien dojos Zen en Europa, así como el templo de la Gendronnière, el mayor dojo de Occidente. Es nombrado kaikyosokan (responsable de la enseñanza del zen) para Europa. Falleció en 1982.

Por otra parte, ambos ponentes están vinculados al Dojozen Genjo de Pamplona (Asociación Zen Internacional fundada por Taisen Deshimaru).

6.- “Etty Hillesum, una mística para hoy”, por Mª José Arana (29 de mayo).

«Esther Hillesum, Etty, fue una mística contemporánea holandesa. Bella y atractiva, inteligente y con talento para la escritura. Apasionada lectora de escritores, como Höderlin, Rilke y Dostoievsky, enseñaba literatura y quería ser escritora. Lo más importante en ella es la experiencia mística, la intimidad profunda con el misterio de Dios. Murió a los 29 años en Auschwitz. En sus escritos revela una integración no común entre Eros y Ágape. Consciente de su corporeidad sexuada su experiencia de Dios está inscrita en esa corporeidad. Por eso puede iluminar la sed espiritual (aunque no religiosa o eclesiástica) que es hoy uno de los interrogantes más urgentes que la teología debe proponer al mundo contemporáneo. Ante la sorprendente biografía de Etty Hillesum, debería tomarse la precaución de no caer en la apropiación cristiana de su persona y de su vida. Vivió y murió como judía; encontró a Dios de una manera profunda y a partir de allí eligió su propio camino» (http://www.revistacriterio.com.ar/bloginst_new/2015/07/15/etty-hillesum-una-mistica-universal/). De nuevo, en esta valoración que se hace de Etty, los matices son muy importantes: supuesta “apropiación cristiana”, rechazo de lo eclesiástico…

La correspondiente ponente será María José Arana (Bilbao, 1943), doctora en Teología por la Universidad de Deusto. Caracterizada como «una histórica luchadora feminista en la Iglesia, “el último bastión de la injusticia de género en el mundo occidental cristiano”. (…) Arana, profesora emérita de la Facultad de Teología de Vitoria, es en la actualidad superiora de una pequeña congregación de religiosas del Sagrado Corazón en Getxo. No oculta su vocación de sacerdote» (http://www.diariovasco.com/sociedad/201605/22/maria-jose-arana-teologa-20160522010538-v.html). Vale: una monja que siempre quiso ser cura. Un clásico.

Tal es la oferta espiritual de Biblioteca de Navarra: bien pensada, atractiva; nada casual, nada inocente.

Navarra, al igual que el resto de Europa, se ha construido sobre el Derecho romano, el cristianismo, concretamente el catolicismo romano, y la filosofía griega. No descubrimos, con ello, nada nuevo.

Lo que sí es novedoso, hoy día, es el euromasoquismo de tantos progres de receta, que les lleva a denostar todo lo que señale a la tradición e identidad propias. Formarían parte, también, de tan acomplejado síndrome psicológico-filosófico-existencial: un multiculturalismo sentimental, un optimismo buenista ignorante de la naturaleza humana, la sobreinformación y su suplantación por la imagen, la palabrería vacía y sin soporte intelectual, el aprecio exagerado de lo foráneo y exótico, el culto a lo nuevo, el seguidismo de las modas.

 El arzobispo sirio Matti Abd Alahad visita la Universidad de  Navarra

En términos más filosóficos, diríamos que vivimos en la denominada “posmodernidad”, caracteriza da por sus teóricos, entre otras, como una fase de crisis y transición, indeterminada en su duración, en que la globalización certificaría la “desaparición de los grandes relatos” y la irrupción de los “microrrelatos”; todo ello en el sentido existencial, simbólico, antropológico, filosófico, y cómo no, religioso. En definitiva: un supermercado pseudo-espiritual de libre elección; en rechazo de cuanto remita a autoridad, tradición, educación en la voluntad, ascetismo…, pero únicamente en lo que respecta a las “religiones organizadas” y, especialmente, la católica.

Si en Navarra nos echamos al monte en defensa del Trono y del Altar, ahora “lo que se lleva” es todo lo contrario: desprecio absoluto de las tradiciones y acogida incondicional de cuantas novedades sean impuestas desde las factorías de las modas universales; todo ello reconvertido en consumismo puro y duro –de productos presentados como espirituales sin rigor alguno (desde horóscopos al poder curativo de las piedras)- al servicio del dinero sin arraigo.

Tales movimientos implican muchas contradicciones. Veamos, si al catolicismo se le niega, tantas veces, hasta el derecho a salir de las sacristías, por el contrario, se beneficia con recursos públicos cualquier otro tipo de experiencia espiritual, o que se presente como tal. Una monja católica con toquilla estará oprimida y alienada; una musulmana con velo, habrá ejercitado su libertad personal. ¿No es absurdo?

La persona, cuando nace, lo natural es hacerlo en una familia y en el seno de una tradición. Con el crecimiento y su desarrollo, la vida le contrastará y podrá acreditar si esa tradición es una herramienta operativa, o necesita transitar nuevas sendas que le proporcionen respuestas a ese imperativo antropológico que es la necesidad de sentido.

Centro de Estudios y Meditación Budista Karmapa Mikyö Dorje (Gulina, Navarra)

La nuestra es una sociedad plural, individualista, atomizada y en continuo movimiento. Las viejas creencias aparentemente ya no sirven… Diversas “religiones de sustitución” imponen sus fueros y atraen neófitos: el consumismo, el postureo, las dependencias, las ideologías e incluso el terrorismo, el “supermercado espiritual” del que se toma lo que “apetece”.

Muchos actores culturales –los intelectuales orgánicos, según Gramsci- que definíamos como progresistas, se movilizan en una dirección muy determinada: deconstruir la tradición… católica, combatir las creencias… cristianas, imponer los dogmas… políticamente correctos que tiñen todos los ámbitos de la vida; también en el ámbito espiritual.

Creyentes o no, el redescubrimiento de la propia Historia, las tradiciones y la propia espiritualidad, son recetas para que Navarra perviva en sus hijos.


Sila Félix

miércoles, 19 de abril de 2017

Navarra: sé tú misma


En algunos grupos de facebook se ha subido un video en el que se visualiza y escucha el himno nacional español – la Marcha Real- en las calles de Pamplona, con motivo de una de las procesiones religiosas de esta pasada Semana Santa.

Los comentarios, en general, eran muy positivos: “estamos en España”, “que alegría”, “¿por qué va a molestar?”…

El Himno Nacional en los pasos de Pamplona

Ciertamente, el hecho no deja de ser, en estos tiempos, una excepcionalidad. Ante todo, por desarrollarse en la parte vieja de Pamplona; supuesto feudo de la aberchalada y radicalismos anarco-comunistoides para quienes la tolerancia es vista como un ejercicio de debilidad frente al “fascismo que avanza”.

Pero además, para otros, tamaña manifestación popular no dejaría de ser sino un pernicioso residuo del denostado y fenecido nacional-catolicismo de tan “infausta memoria”. Otro signo a derribar y eliminar; y van…

A pesar de todo ello, para muchos -sin necesidad de ser religiosos- tal ejercicio de identidad colectiva no deja de ser una manifestación más de estricta normalidad social y democrática. Un ejercicio de civismo, de libertad y de consistencia comunitaria. Simbolismo compartido, sacralidad pública, identidad nacional, espontaneidad popular.

Ciertamente, el asunto no es nada sencillo; sobre todo, al cargarse un episodio de este tipo con múltiples valoraciones ideológicas que retuercen y deforman la realidad… al servicio de contrabandistas de ideas y proyectos totalitarios (laicistas confesionales, radical-progresistas, panvasquistas paganizantes o veterocatólicos sabinianos…).

Constatemos, en primer lugar, el empeño en expulsar la religión –la católica, faltaría más- del espacio público y limitarla a las sacristías y a la conciencia individual; lo que en última instancia implica la eliminación de unos poderosos vínculos simbólicos de carácter comunitario e identitario orientados al sentido existencial. La tendencia laicista es poderosa, sigue en alza y son muchos los resentidos encantados en alimentarla… y no pocos acomplejados en plegarse ante lo percibido como “normal”. Veremos mucho, mucho más.

En segundo lugar, las tendencias y posicionamientos de la propia Iglesia católica; en tantas ocasiones desconcertantes para propios y extraños. Y no nos referimos al magisterio del Papa Francisco. Un detallito a modo de ejemplo: ya no es posible escuchar el himno nacional en una ceremonia oficiada en un templo católico…, por imperativo canónico. Si la familia de un fallecido desea que en algún momento del funeral por el alma de su ser querido sea entonada la marcha real -por manifestación expresa del fallecido, de la familia, de sus amigos, de todos ellos…- no lo conseguirá: sea en San Nicolás de Pamplona o en San Pedro de Olite. En Urdax o en Cortes. Hasta tal punto es así que no es imposible afirmar que el himno nacional interpretado en la celebración eucarística de la Virgen del Pilar, en la iglesia de San Miguel de Pamplona, acogiendo a la patrona de la Guardia Civil y al Benemérito Cuerpo allí celebrante en el último octubre del 2016, acaso forme parte ya del pasado.

La Dolorosa de Pamplona

Tiempos paradójicos y sorprendentes los nuestros: a la religión se le expulsa del espacio público y en los templos no puede escucharse la Marcha real. Tanta separación, tanto matiz, tanta dialéctica, tanta normativa, tanta asepsia…nos han hecho perder la memoria y los reflejos. Y las personas sin memoria ni reflejos son dóciles ante el poder, el que sea.
Formalmente, ambos episodios son circunstancias distintas que responden a dinámicas propias. Está claro.

La separación Iglesia-Estado, interpretada en su versión confesional laicista anticatólica, tan de moda en nuestra decrépita Europa, seguirá avanzando también en Navarra. Nos guste o no. A la vez que la increencia se instala significativamente entre los navarros; y algunos miles de nuevos –y otros no tan nuevos- navarros se adscriben a los cultos evangélicos y musulmán. Y a la New Age o al “supermercado espiritual” tan próximo a las viejas supersticiones que el cristianismo nos había liberado... Estamos en una sociedad pluralista. Es evidente. Nadie lo niega. Y muy poco católica; también es notorio. Perviven parroquias católicas de gran vida y proyección, realidades eclesiales luminosas y esperanzadoras. Pero lo cierto es que no es posible afirmar –salvo desde la perspectiva de la esperanza escatológica- si serán el germen de nuevos cristianos o islas que resisten mal que bien, los vendavales de la globalización, el mundialismo y el desarraigo.

Mientras tanto, algunos añorarán que la marcha real suene al órgano y en un templo, al menos en alguna ocasión. Un signo de los tiempos: Navarra apenas se reconoce en su pasado; tampoco en el religioso. Y con ello se pierden lazos comunitarios, viejas y benéficas solidaridades, experiencias compartidas, tradiciones operativas que dieron vida a un Fuero exhausto…

Los navarros de ayer, de hoy, y de mañana, seguiremos teniendo necesidad de comunidad y pertenencia. La navarridad de hoy es distinta de la de ayer. Y lo será de la de mañana. Habrá, ya las hay, muchas formas de vivenciar la navarridad, individual y colectivamente. Pero si el lazo con la tradición católica se rompe –creencias, vivencias,  comunidades orgánicas- se tratará de una Navarra irreconocible; no en vano –es legítimo preguntarse- ¿perviviría Fuero alguno? Navarra, en tal caso, ¿sería algo más que una mixtura personal a base de Osasunbidea, Hacienda Foral y los lights cursillos de los Civivox?

Cuando Juan Pablo II reclamaba el tan famoso como olvidado “¡Europa, sé tú misma!”, invocaba a su pasado religioso, a su cristianismo, su tradición romana, su sabiduría griega. Hablaba de raíces, pero también de proyección y futuro. También estaba pensando en nuestra Navarra.

Merece la pena recordarlo, más cuando hablamos de religión y catolicismo. Fue un 9 de noviembre de 1982 cuando Juan Pablo II en aquel discurso sobre la identidad europea invocó, entre otras muchas cosas, lo que sigue: “Desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual, en un clima de pleno respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No te enorgullezcas por tus conquistas hasta olvidar sus posibles consecuencias negativas. No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo”. No por olvidadas tales palabras, han perdido actualidad.

Los tiempos cambian, las personas son otras, pero el corazón del hombre es el mismo. La Navarra que hemos conocido, en lo bueno y también en lo menos bueno, es fruto del trabajo de las muchas generaciones que nos precedieron. Eran religiosos, entendían que vivir para los demás era bueno, creían en el bien común, se dotaban de reglas que ayudaban a sobrevivir, a tener una existencia con sentido y a impartir justicia. No había conflicto entre el ser navarro y el ser religioso. Pero vivimos tiempos acelerados de cambio y transformación. Las imposturas se imponen a lo natural. La dialéctica al sentido común. Lo artificioso a lo espontáneo.

Así las cosas, además, la Iglesia tiene su propia “agenda”, pues su mirada y naturaleza son divinas. De hecho, los hay que se plantean que la Iglesia arriesgó mucho y perdió credibilidad por su vinculación a la unidad de España. Están en su derecho. Seguro que no les faltan argumentos teológicos o dialécticos. Y si no los tienen, se los inventan, que no pasa nada. 

Pero también estamos en nuestro derecho si reclamamos la defensa de la sacralidad en la vida pública navarra y la identidad española allí donde vivimos y nos movemos. Sin complejos, sin violencias, sin mentiras.

Por ello, en una deseable fase de civismo democrático y de madurez social, los proyectos totalitarios sobran: sean panvasquistas, nihilistas, mercantilistas o islamistas.

Sila Félix

jueves, 9 de marzo de 2017

Navarra ha dejado (casi) de ser católica

¿Pero era católica? ¿Y eso cuándo? ¿Y qué es eso? Esperamos una respuesta de Uxue Barkos, afiliada devotísima de un partido que nació y creció como ultra católico (pero ya no lo es), y chica que fue educada en colegios y Universidades de la Iglesia católica (pero se ha olvidado).

Porque hace unos días la Mesa del Parlamento de Navarra votó una solicitud de Podemos e Izquierda-Ezkerra para “no acoger actos religiosos en la Cámara”. ¿Y eso en concreto qué quiere decir? ¿Hay Misa diaria en la vieja Diputación? Bueno, es una manía de esta gente de la extrema izquierda, que quiere no sólo que cada uno opte por su afiliación y práctica religiosos, sino incluso decidir ellos por todos que no haya religión, ni sus restos, en público, ni en privado. En concreto, que los cargos del Gobierno no juren al tomar posesión, que no haya símbolos religiosos o, como vimos hace tiempo, se rinda homenaje a los reyes sin actos religiosos. Lo que tiene su gracia si se hace en el Monasterio de Leyre. Eso es como aplaudir la Javierada como hecho festivo y deportivo, pero luego negarle contenido religioso. Una estupidez. Pues ahí están.


Pero este fervor anti católico, que por cierto debe mucho a la actitud pasada y presente de bastantes clérigos y laicos -que no se quejen al pagar la factura-, pone en apuros a Geroa Bai. Los de Uxue están en el Cuatripartito, sí, pero tienen su voto muy cogido con alfileres y muy vinculado a la tradición del PNV y de la parte de EA que no quería irse con los ¿ex? etarras. ¿Podían oponerse a la tradicional recepción al Ángel de Aralar en Pamplona y en la Diputación?

Para los de IU y los de Podemos, estaba claro. Para los de Bildu batasuna también, aunque luego también ellos tienen su voto rural y comarcal al que maltratan bastante aunque por ahora conservan unido. Pero Uxue no podía votar eso. Oh sorpresa, Geroa votó a favor del Ángel con UPN y el PP. No sabemos si lo votaron por ser el Arcángel Miguel o más bien por ser de Aralar, pero así votaron. Quieren conservar su identidad dentro del Cuatripartito. Aunque es un pellizco de monja, o más bien de Uxue, es como lo de las bekas prelaticias de Mendotza: ellos hacen posible que el avance de los enemigos de Navarra y de la Iglesia, pero a la vez quieren quedar bien al menos un rato. Sólo es un gesto, es verdad. Pero es un gesto que demuestra que ni UPN hizo las cosas bien ni el Cuatripartito es homogéneo. Vaya banda. Nos vemos en Javier, antes de que lo prohíban.

Caius

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Un arzobispo cobarde vuelve a ceder de nuevo ante los proetarras


El pasado mes de noviembre, uno de nuestros colaboradores escribió un artículo en el que nos relataba cómo Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y Tudela, había llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de EH Bildu en Pamplona para la exhumación de los restos humanos presentes en la cripta del Monumento a los Caídos, maniobra que dejaría vía libre para la demolición del monumento por parte del consistorio proetarra.

Un acuerdo turbio que había sido llevado a cabo con nocturnidad y alevosía, a espaldas de los familiares de los fallecidos. Un chalaneo que retrata al arzobispo como el cobarde que es y que nos hace preguntarnos si este regalo a los herederos de los marxistas que ayer exterminaron a sus predecesores, no habrá sido en realidad una concesión entregada a cambio de un precio cuantificable en euros.


Puede parecer una broma por el día de hoy, pero no lo es. Ayer martes se presentó una recua de proetarras en la Iglesia de San Lorenzo -parroquia pamplonesa que alberga la capilla de San Fermín- con la finalidad de encerrarse en la misma bajo la campaña de movilización "Kalera, kalera" que pide la excarcelación de los presos de la banda terrorista ETA. Sí, esa escoria que le llama a los asesinos de ETA "presos políticos" y que defiende que un terrorista que vuela a alguien por los aires o lo acribilla a balazos por la espalda, se tiene que ir de rositas.

El párroco Javier Leoz se negó desde un principio aduciendo que se trataba de un recinto sagrado y que como tal no se prestaba a ese tipo de iniciativas. Ante la insistencia de estos proetarras que obviamente no pisan una parroquia ni por equivocación y que buscan protestar dentro de una iglesia para hacer ver que la sociedad está en medio de algún tipo de conflicto; el párroco le pide asesoramiento al arzobispado y a mandos policiales que le recomiendan que le ceda a los abertzales una sala del centro parroquial, donde han procedido a encerrarse los simpatizantes de ETA.

No sorprende que mandos policiales, supongo que de las policías en manos de Bildu, le recomienden al párroco que no se busque problemas y le ceda a los abertzales una habitación del centro parroquial. Lo que me sorprende es que el arzobispo celebre misas en memoria de las víctimas de ETA y que ayer sin despeinarse le cediese una dependencia parroquial a la izquierda abertzale para llevar a cabo una de sus charlotadas a favor de los asesinos de ETA. Lo que monseñor Francisco Pérez debería haberles ofrecido es confesión y arrepentimiento para los presos de ETA, pero de este arzobispo ya nada nos puede sorprender, teniendo en cuenta los antecedentes anteriormente expuestos.


Por desgracia la iglesia ha jugado últimamente un papel ambiguo buscando agradarle a todo el mundo para ver si le perdonan otros tiempos en los que fue más clara y la dejan existir. De esta forma lo único que se consigue es defraudar a sus verdaderos fieles actuando de forma condescendiente con las ideologías nacionalistas que han marcado a fuego estas tierras, antaño reserva espiritual de España, actualmente entre las regiones más descristianizadas de Europa y laboratorio ideológico de las políticas más recalcitrantemente progres y anticristianas del continente.

¿No me creen? no es casualidad que la región con más ateos de España sea precisamente el País Vasco. Quizás han tenido que ver mucho las posturas tibias de la Iglesia vasca con los curas batasunos que escondían etarras, los que le dedicaban oraciones a los "presos vascos lejos de casa" o los catequistas que empezaban hablando del Espíritu Santo y terminaban con su Euskal Herria. Lo que puede ser considerado el mal del País Vasco, no puede ser el consuelo de los navarros, porque nuestra comunidad es la segunda más descristianizada y esto sólo quiere decir una cosa: que algo estará haciendo mal la Iglesia Católica de Navarra.

Hispano

jueves, 15 de septiembre de 2016

El islamista que intentó quemar la iglesia de Fontellas vuelve a actuar de nuevo

San Bartolomé, decapitado en la iglesia de Ribaforada.

Esta semana abríamos el blog con la noticia del marroquí que había intentado quemar la iglesia de Fontellas en la Ribera Navarra. Recapitulando, este islamista había sido detenido un día después de este atentado contra el patrimonio religioso de Navarra y a las pocas horas había sido puesto en libertad con una orden de alejamiento de diez metros sobre los lugares de culto cristiano. Pues bien, esta medida ha resultado tan eficaz que durante la noche del martes este mismo individuo volvió a dar rienda suelta a su furia iconoclasta, esta vez ha cometido destrozos en la iglesia vieja de Ribaforada. 


En un principio se creía que durante esta nueva algarada del islamista sólo había sido destrozada una cruz de piedra de la fachada del templo, a la tarde pudimos saber que este descerebrado también había logrado acceder al interior de la iglesia donde la había emprendido a golpes hasta decapitar una imagen de San Bartolomé, patrón de Ribaforada. Así es como pocas horas después la Guardia Civil procedió a detener a este integrista durante la mañana del miércoles pasado.


Como ya dije en la entrada del lunes, la reacción de la judicatura ante el primer atentado había sido de risa: poner en libertad a un indivíduo que no sólo había reconocido su autoría en la quema del retablo en Fontellas, sino que afirmaba que este tipo de acciones le iban a llevar al paraíso. En libertad eso sí, con una orden de alejamiento de diez metros a cualquier lugar o acto donde se rinda culto cristiano. Los hechos han acabado demostrando que las leyes laxas y garantistas de Occidente nada tienen que hacer contra la fe de unos fanáticos que no tienen nada que perder y que haciendo su parte para destruir los pilares de nuestra sociedad dicen tener garantizada la salvación eterna.

Ya lo dijo aquel líder religioso musulmán: "Gracias a vuestras leyes democráticas, os invadiremos. Gracias a nuestras leyes religiosas, os dominaremos" y aún quedan demasiados ciegos incapaces de comprender que en este mundo donde el materialismo parece inundarlo todo; aún quedan personas dispuestas a darlo todo a cambio de nada, en este caso por una ideología político-religiosa que se ha propuesto conquistar el mundo para que no haya un solo rincón en el que no impere la Sharia.

¿Y nuestra respuesta ante este ataque frontal consiste en una miserable orden de alejamiento? Este individuo debería estar a estas horas de camino a la Audiencia Nacional para ser juzgado por un acto de terrorismo, porque ha dejado de ser un gravísimo acto de vandalismo contra nuestro patrimonio histórico desde el momento en que este sujeto ha actuado con la finalidad manifiesta de atentar contra los valores religiosos de la sociedad occidental en aras de destruirla. Una vez cumplida su pena, ya sí, habría que proceder a su expulsión de vuelta a Marruecos, lugar en el que a buen seguro no se verá importunado a cada momento por nuestros iconos religiosos, más que nada porque está prohibido hacer proselitismo cristiano en Marruecos.

Parafraseando a aquel líder de la Europa Oriental: si algún musulmán ansía la imposición de la ley islámica en nuestros países bien haría en volverse de vuelta a un país musulmán en el que impere la sharia. Son estas minorías religiosas las que necesitan vivir con nosotros y no al revés, por lo tanto son ellos los que tienen que adaptarse a nuestra forma de vida y nuestras leyes, no nosotros a las suyas. Por supuesto, no toleraremos faltas de respeto por parte de estas gentes hacia nuestra forma de vida y nuestra cultura.


Hispano

lunes, 12 de septiembre de 2016

¿Esto no es cristianofobia? Un islamista intenta quemar la iglesia de Fontellas


A estas alturas ya os habréis enterado de que la iglesia del pueblo ribero de Fontellas sufrió un ataque por parte de un islamista radical que la intentó quemar, para los que no han oído nada: al principio de la tarde del pasado jueves los vecinos del pueblo notaron la presencia de un individuo que caminaba por el tejado de la iglesia. Dicho personaje ganó acceso al templo a través del campanario y prendió fuego al retablo de la iglesia, resultando un incendio que fue sofocado por los bomberos de Tudela; no sin antes provocar cuantiosos daños como la destrucción de la talla de la patrona del pueblo, la Virgen del Rosario, así como otras figuras y el propio retablo del siglo XVII.

De la investigación policial se encargó la Policía Foral, pero tan sólo 24 horas después la Policía Nacional ya había detenido en Tudela a un sospechoso del incendio. Esta celeridad puede indicar dos cosas; o bien que el individuo era un torpe y había cometido un error de bulto que había servido para identificarle, o que ya estaba siendo investigado desde antes por hechos similares, extremo que parece confirmado en sus declaraciones posteriores.

No nos causa mucha sorpresa que el presunto incendiario fuese un súbdito marroquí de ideología salafista (islamista radical), aunque en este caso lo de presunto casi sobra ya que este personaje ha confesado ser el autor de este y otros hechos similares, así como que con esta quema "se ha ganado el cielo". Que se trata de un ataque islamista no es algo que me invente, sino que el propio juez que está instruyendo el caso ha hecho notar que este individuo actuó motivado por su contrariedad a los valores religiosos occidentales y que por esto mismo se ha dedicado a quemar banderas situadas en balcones de particulares. También se investiga si es el responsable de otros ataques que han causado desperfectos en otras iglesias de la Ribera.



A nivel judicial y pese a la gravedad de estos hechos junto con la evidente peligrosidad de este individuo recientemente radicalizado; el Juzgado de Instrucción Número 3 de Tudela se ha limitado a imponer una irrisoria medida cautelar en forma de orden de alejamiento de 10 metros respecto de templos católicos así como de cualquier acto religioso público o privado.

El tratamiento en la prensa nacional ha sido casi el de ocultar este acto de terrorismo; pocos medios como el ABC o la Gaceta se han hecho eco de la noticia; mientras que otros como El País, El Mundo, TVE, la Sexta... le han hecho el vacío. Aunque realmente no sé qué es mejor, que lo oculten o que nos tomen por gilipollas y digan que era algún tipo de enfermo mental, como está sucediendo en el resto de Europa con otros actos de terrorismo no convencional. Esto no ha sucedido en los medios a nivel regional como el Diario de Navarra, el digital Navarra.com o el Mentizias; que sí que se han hecho eco de la quema y la detención del sospechoso. 

Notoria ha sido también la callada de todos esos colectivos de "tolerantes" que no dudan en señalar como islamófobo a cualquiera que se muestra contrario a esas tradiciones islámicas taaan enriquecedoras como esa obsesión de tapar a la mujer para anularla como persona. Un ejemplo notorio sería el de SOS Racismo Nafarroa, del que decir que es filoabertzale es poco ya que en su cuentas de redes sociales se dedica a publicitar cuentas proetarras taaan tolerantes que ya hemos perdido la cuenta de la veces que de forma velada o no; han incitado, reivindicado o justificado la violencia hacia sus adversarios políticos.

No obstante, recordar que esta asociación es una filial de la organización francesa SOS Racisme, fundada a mediados de los años 80 por el socialista François Miterrand y que tiene por fin la aparentemente loable lucha contra los prejuicios raciales... pero que si digo que este es su fin aparente, es porque antiguos colaboradores han denunciado públicamente un secreto a voces: que guiada por un evidente sesgo ideológico esta organización se había dedicado a ocultar las agresiones en las que se habían dado casos flagrantes de agresiones racistas por parte de extranjeros contra franceses autóctonos, sirvan como ejemplo las declaraciones de Omar Djellil (subtítulos en lengua inglesa), además de servir a modo de cajón de sastre para colocar a personas del Partido Socialista francés.

Pero estas actitudes hipócritas no me sorprenden ya que particularmente estos individuos, que en Navarra se identifican con la extrema izquierda abertzale más rancia, a menudo aplauden cualquier agresión por motivos religiosos, siempre y cuando el agredido sea un cristiano. A esto mismo fin se dedicaban sus homólogos en el 36. Tampoco sorprende el vacío de unos medios que al fin y al cabo buscan que no cunda el pánico, sí, pero en aras de no perjudicar a los intereses económicos de los grandes poderes fácticos que deciden qué es noticia y qué no. 

Lo que realmente me sorprende es la laxitud con la que la judicatura ha actuado: no es que este individuo haya causado un daño irreparable a nuestro patrimonio, que también, es que este incendio provocado es un acto de terrorismo ¿acaso servirá de algo la orden de alejamiento en caso de que este islamista decida que ahora no tiene nada que perder y que el camino más corto al paraíso pasa en primer lugar por comprar un cuchillo de grandes dimensiones en la ferretería de la esquina?... en todo caso Dios no quiera que algo así ocurra.

Hispano

lunes, 6 de junio de 2016

San Fermín, viajero y evangelizador en las Galias


Hay quien dice que los detalles que se conservan de la biografía de San Fermín no tienen base histórica.  Por otro lado, hay quienes quisieran que su efigie se quedara encerrada en la capilla, y así intentar parar la devoción popular que se acrecienta cada año.  Sin embargo, aunque la existencia no pueda basarse en documentos históricos, la tradición y la leyenda también tienen su importancia en la formación de la cultura de un pueblo.  Y resulta que la fama de San Fermín como buen orador y evangelizador hace muchos siglos que traspasó nuestras fronteras, y esto sí que no hay quien lo tape, por mucho que quieran encerrarlo y acallarlo. 

La tradición cuenta, por tanto,  que  San Fermín fue hijo del senador romano Firmus y que nació en Pamplona a mediados del siglo III d.C.  Pero cómo transcurrió su vida, desde que su familia se convirtiera al cristianismo, es una cuestión poco conocida.


Fue bautizado por Honesto,  discípulo de San Saturnino, y se formó en Humanidades y en doctrina cristiana.   A los treinta años, después de haber sido ordenado obispo en Toulouse, le encomendaron la evangelización de las Galias.  Tras pasar los Pirineos, llegó a la ciudad de Agen, donde el paganismo era moneda corriente.  Allí conoció al presbítero Eustaquio y, en su compañía, instruyó a la ciudadanía en las verdades cristianas.  Después vivió en Clermont-Ferrand, donde consiguió la conversión de los jueces Arcadio y Rómulo tras una discusión sobre los ídolos paganos.  Más al norte llegó hasta Beauvais, porque supo que el gobernador Valerio perseguía a los primeros cristianos y los martirizaba. Y así fue, viendo Valerio el éxito de la oratoria del de Pamplona, lo encerró cargado de cadenas y mandó que lo azotaran. 

Finalmente, fue en Amiens  donde se estableció y realizó una intensa actividad apostólica, por la que fue muy respetado por la población, que poco a poco fue abandonando el politeísmo impuesto por el Imperio romano. San Fermín era conocido por su elocuencia, astucia y sagacidad, lo que acabó atrayendo la ira del gobernador y los sacerdotes de los templos existentes. 

25 septiembre: San Fermín, obispo de Amiens y mártir

Así, siguiendo órdenes del emperador Diocleciano de perseguir a los cristianos (febrero de 303), el gobernador Sebastián mandó apresar a San Fermín y someterlo a juicio.   El interrogatorio comenzó así: “¿No eres tú ese malhechor que aleja al pueblo de la religión de los emperadores?”    A lo que él respondió con gran seguridad que procedía de Pamplona, de una familia senatorial, y había sido enviado a predicar el Evangelio a las Galias, para enseñar al pueblo que hay un solo Dios misericordioso.  Al escuchar esto, el gobernador le reclamó que renunciara a su locura y se sometiera a la religión original de sus padres, si no quería sufrir penalidades.

En lugar de dejarse intimidar, parece ser que San Fermín pronunció estas palabras: “Has de saber, presidente Sebastián, que no temo las penas con que amenazas. Lo que me apena es que en tu vanidad e ignorancia creas que yo, servidor del Dios inmortal que todo lo domina, me voy a doblegar con tus tormentos… Con cuántas más penas me amenaces, tanto más me dará mi Dios la virtud de soportarlas a fin de que merezca alcanzar la corona inmortal”.   El gobernador quedó sorprendido por su constancia y fuerza en la predicación. Pero no se apiadó, y ordenó a sus soldados que lo prendieran y lo encerraran en la cárcel.   Fue decapitado a espada en la noche del 25 de septiembre del 303. 

El culto a san Fermín se inició en Amiens, lugar de su martirio. La tradición habla del hallazgo de sus reliquias a comienzos del 615, siendo trasladadas el 13 de enero de ese mismo año a la catedral de Amiens bajo el pontificado de Salvio. En el siglo XII, el culto al santo adquirió gran popularidad en la ciudad francesa, gracias a la labor del obispo Godofredo.  Desde entonces, la devoción al santo obispo y mártir no ha dejado nunca de estar presente en la ciudad de Amiens, como se puede comprobar en la catedral de esta ciudad, donde su vida aparece narrada en varios relieves y esculturas.

Los cuatro relieves cuentan escenas de la vida de San Fermín.  Incluso se puede observar el momento de la decapitación en la parte derecha de la imagen: San Fermín arrodillado ante un verdugo con espada

La devoción a San Fermín en su tierra de origen comenzó después de otro gran viaje, el de sus reliquias de vuelta a su tierra. En Pamplona, no se encuentra ningún testimonio sobre el culto a san Fermín hasta el siglo XII, cuando Pedro de París, obispo de esta sede, recibió de Amiens unas reliquias del cráneo del mártir (año 1186). Parece que la devoción al santo extendida en aquel tiempo habría llegado de manos de los inmigrantes francos asentados en Pamplona. Su culto se intensificó en el siglo XVII hasta tal punto que el papa Alejandro VII proclamó, el 14 de abril de 1657, a San Fermín y a San Francisco Javier co-patronos igualmente principales de Navarra.   Además, San Fermín es también patrono de la diócesis de Pamplona.     


Referencias y más información en:

Calíope