viernes, 4 de noviembre de 2016

El dinero de Navarra, para carteles en euskera y propaganda abertzale


En Navarra no hay problemas. Ni necesidades. Todo el mundo tiene sus necesidades cubiertas. Todo el mundo tiene acceso a una educación pública y de calidad, acorde con sus necesidades o sus preferencias. El Sistema Navarro de Salud va sobre ruedas, las listas de espera son mínimas. En Navarra no hay paro. Tampoco hay gente pidiendo en las calles. En Navarra no hay delincuencia.

De lo que sí está muy bien servida la Comunidad Foral es de gente totalitaria o estúpida. En Navarra hay familias que quieren llevar a sus hijos a escuelas infantiles y no pueden hacerlo porque el Gobierno las ha cerrado a quienes no hablen euskera. En Navarra la oferta de formación profesional es escasa y poco variada además de no satisfacer las necesidades empresariales reales. Ahora los estudiantes de la Universidad de Navarra ven restringidas sus posibilidades de recibir una beca por el sectarismo de la coalición que ha usurpado el Gobierno de Navarra.

En la Comunidad Foral el Sistema Sanitario se ha colapsado, de nuevo gracias a la maravillosa gestión del gobierno del cambio, por añadir 7000 personas más y no aumentar los medios técnicos y humanos necesarios para ofrecer una sanidad pública de calidad. Hay listas de espera de años para cualquier intervención leves y graves. Es un tema muy serio, la gente se juega la vida por las tonterías de unos personajes que dicen gobernar para todos a costa de sacrificar el estado de bienestar ¿Cuántas personas morirán por este hecho?

La UCI saturada del Complejo Hospitalario de Navarra

En la capital no sólo hay gente sin techo que tan sólo cuenta con la ayuda de entidades privadas como Cáritas o Paris 365, sino casos de familias de clase media y baja que debido a la situación económica actual se han convertido en nuevos pobres, pobres energéticos, trabajadores pobres... 
La delincuencia en Navarra ha llegado a cotas nunca antes vistas, desde el abuso que supone, por ejemplo, los bancos que no aceptan la dación en pago hasta los traficantes de droga y las mafias dedicadas a la trata de personas pasando por supuesto por las constantes muestras de apoyo al entorno terrorista que es el nacionalismo vasco.

Pero como en Navara no ocurre nada de esto es perfectamente entendible que el Gobierno Foral vaya a gastarse más de 100.000 euros en rotular en euskera todos los carteles de que dan la entrada a Navarra, para que un Andaluz que entra por La Rioja pueda ser recibido en euskera, en un sitio donde nunca se ha hablado batúa. O que el Ayuntamiento de Pamplona financie con 50.000 euros una exposición plagada de mentiras, errores históricos, medias verdades y algún guiño gráfico a sus amados líderes, en pro de imponer, de una manera harto sutil, su proyecto nacionalista sectario y excluyente. Para eso señoras y señores, sí que hay dinero: Para pagar la propaganda y las obsesiones de los abertzales.

El último puro que se ha fumado Asirón le costará a los pamploneses 50.000€ que irán destinados a la "emergencia social" de una exposición en la que se hará propaganda abertzale manipulando la Historia de Navarra para sus intereses. En el cuadro, Asirón "salvando a Navarra" hace 500 años, de traca.

Prometeo

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