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lunes, 8 de enero de 2018

Vigilantismo social en Pamplona


Nos hemos enterado recientemente, pero en marzo del año 2016 un miembro de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz encontró una videocámara oculta en un respiradero de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona. Monumento que por cierto nunca se llamó oficialmente así, sino "de Navarra a sus Muertos en la Cruzada", pero nos entendemos.

¿Qué clase de actividades subversivas venía realizando esta asociación religiosa canónica legalmente inscrita para que alguien le haga una escucha? Pues una misa privada todos los meses (este es un recinto consagrado) en honor a todos aquellos que han dado su vida defendiendo España, además de las reuniones ordinarias de la asociación. Quizás quienes colocaron la cámara creían que iban a grabar a los asistentes brazo en alto y entonando el Cara al Sol; o urdiendo conspiraciones golpistas, pero el hecho es que si no lo han filtrado ya se debe a que lo más peligroso que vieron en los vídeos son unos cuantos rezos.

De la investigación llevada a cabo por parte de la Policía Nacional se desprende que los responsables de la colocación de este artículo de espionaje serían dos miembros de ZER, un colectivo memorialista de extrema izquierda cuya única finalidad es la demolición del monumento que recuerda a los casi 5000 navarros que prefirieron morir luchando a ser llevados al matadero como corderitos mansos.


Descartado el que este dispositivo fuese colocado desde la propia cripta, ya que su acceso está restringido a los miembros de la hermandad, se desprende que quienes colocaron la cámara accedieron al conducto a través de la nave principal del monumento, esta sí en posesión del Ayuntamiento de Pamplona y cerrada al público. Lo que quiere decir que esta maniobra de espionaje fue llevado a cabo con la colaboración de algún empleado municipal, sino en connivencia con el Consistorio de extrema izquierda.

Bien podría ser este el escándalo Watergate de Joseba Asirón, pero la realidad es -y me gustaría equivocarme- que no existe voluntad política alguna para exigirle responsabilidades a la corporación proetarra de Bildu por estas labores de espionaje tan torpes pero que suponen un delito de revelación de secretos que no es baladí, acompañado de otro de prevaricación para los colaboradores necesarios en el Ayuntamiento. Recordar también que este consistorio reserva una partida de 13 millones de euros para la demolición del monumento, que es lo que más le preocupa a los pamploneses, ¿verdad?

Que el vigilantismo social es un proceder habitual en la ultraizquierda es algo harto conocido, un caso típico son los Comités de Defensa de la Revolución aun vigentes en Cuba y que se dedican a la vigilancia y el control de la vida pública y privada de sus conciudadanos; en aras del señalamiento y el acoso a los disidentes aun presentes en ese paraíso socialista del caribe que se está cayendo a cachos. Estos organismos parapoliciales los encontramos en cualquier lugar en el que se intenta reproducir una revolución socialista y todos ellos beben de los Revcom, los comités revolucionarios de la extinta Unión Soviética.

Recientemente las CUP intentaron crear "comités de defensa del referéndum" que se iban a encargar de suministrar las "hòsties que pariran terror" que nos habían prometido.

Esta maniobra de espionaje propia de algún Anacleto no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una estrategia de acoso llevada a cabo por medios y asociaciones en la órbita de la izquierda abertzale y Podemos; que llevan años vigilando las actividades de esta hermandad y sacando fotografías a aquellos que asisten a sus misas o a quienes acuden por el Día de Todos los santos a las tumbas del cementerio de Pamplona que están reservadas a los combatientes caídos durante Guerra Civil.

Tomar fotografías a escondidas de una señora de 88 años que acude a un oficio religioso, lo llaman informar.

El vigilantismo, el señalamiento y el acoso; siempre han estado en el ADN de la extrema izquierda y actualmente la mayor amenaza para la libertad en España no son ni Donald Trump, ni Marine Lepen, por mucho que se empeñe en hacernos creer algún redactor cornudo de El Mundo; sino la formación criptocomunista que es la tercera fuerza más votada, gobierna las dos ciudades más grandes de España y gracias a la cual también el vasquismo ha tomado el poder político en Pamplona y en Navarra.

Hispano

jueves, 9 de noviembre de 2017

Cambio influidor por influencer


Se imaginan Uds. a Donald Trump "bloqueando" a los followers que critican sus twits en el universo internet, a Pablo Iglesias mosqueado por un "comentario" a propósito de su coleta o su torpeza para mantener una relación sentimental discreta y te "elimine" de Facebook o a Oriol Junqueras deleitándonos  en Instagram con imágenes de vendimia mirando una puesta de sol y no le guste tu "me gusta" y te "borre" como seguidor. Pues creo que ni lo hacen ni lo harán pues saben que por su condición pública están expuestos a esas opiniones, está incluido en su cargo y son lo suficientemente inteligentes para no echar más piedras a su propia imagen y reputación.

Les cuento mi experiencia personal de esta misma semana con mi alcalde de Pamplona coetáneo y coterráneo. Hay que ser torpe y necio para entrar al trapo de manera infantil a comentarios divertidos en sus publicaciones en Facebook a propósito del gusto que ha cogido últimamente por redecorar el Zaguán del Ayuntamiento o bailar al Rey por las paredes del Salón de Plenos. Yo pensaba que nuestro alcalde tenía más que hacer que contestar a todos sus acólitos, que no seguidores, con un "me llena de orgullo y satisfacción ..." cada dos por tres. En fin, que no me he llevado una decepción porque mis expectativas eran muy bajas y después de "bloquearme" o "eliminarme", ¡cuidado!, seguirá por sus salones de la red cual Rey "sin mérito" alguno. Fijense que lo normal es tener ediles cercanos al pueblo, es una frase muy utilizada entre los políticos, pues en internet no debe ser así con Joseba Asirón, debe estar acostumbrado a los dóciles votantes que les "encanta" sus noticias y se retroalimentan de su posicionamiento en "la nube". Pues nada sigan en ella pero deje el puesto a otro u otra que tenga los pies en el suelo y dé sentido y sentido del humos a su perfil público.

Por cierto su blog tampoco tiene desperdicio llamándose "adiospamplona" precuela de el thriller que estamos viviendo en la actualidad. El blog lo crea en 2010 y el mérito es contrastar fotos antiguas con actuales y hacer un pequeño comentario de texto al puro estilo de los ejercicios que utilizábamos en la EGB en los colegios de curas en tiempos de Franco, gran formato influidor.

Pues nada, lo seguiré a través de su blog cuando me aburra mucho o mejor buscaré a otros "influencers" que tengan más sentido y sentido del humor. 

Una colaboración de Cabezudo

jueves, 26 de octubre de 2017

Deconstruir Pio XII para hundir el barrio


El señor concejal Armando Cuenca (concejal de Aranzadi, marca blanca de Podemos en Pamplona), popularmente conocido como Spiderman por su falta de etiqueta, es de lo que no hay. Único en su especie. No hay calificativos para describir a este tipo inefable.

Pues bien, ayer el sujeto en cuestión afirmaba en un pleno, en respuesta al clamor ciudadano contra el cambio de modelo viario en Pío XII: “Iréis en vuestros Rolls Royce y no os dará tiempo a fijaros”. No, Sr Cuenca, ni vecinos, ni comerciantes tienen Rolls-Royce. Déje a un lado sus prejuicios contra la zona de Pío XII.

En las últimas semanas está habiendo una polémica la reorganización de la Avenida Pío XII. Los comerciantes están sumamente preocupados por su futuro, ya que Pío XII es la vía de acceso de su clientela, puesto que la mayor parte de esta clientela no es del barrio, sino de la Cuenca y de otras comarcas de Navarra y Pío XII es su vía de acceso.

El proyecto municipal haría desaparecer gran parte de las plazas de aparcamiento, en una zona que ya de por sí es complicado aparcar, además de quitar un carril en dirección hospitales, así como otro en dirección hacia el centro. Este hecho contrasta con las facilidades, construcción de carretera mediante, que se le va a dar a la multinacional Ikea.

Esto parece el mundo al revés. Las instituciones navarra y pamplonesa, con los cutrepartitos "anticapitalistas" a la cabeza, ahora son defensores del gran capital en detrimento del pequeño comercio. Es un hecho objetivo que al pequeño comercio en el proyecto de Pío XII le quitan dos carriles mientras que al grande, Ikea,  se los ponen.

Cuando estaban en la oposición todo eran compromisos de participación ciudadana y consenso, pero ahora que gobiernan, si te he visto no me acuerdo. El Menticias da titulares de participación con la ciudadanía, pero eso es todo, propaganda, una sarta de mentiras.

El tema se ha convertido en un gran clamor social, tanto por parte de los vecinos y comerciantes, así como de clientes, por no hablar de la dificultad añadida que van a tener las ambulancias y demás vehículos sanitarios para acceder a la zona de hospitales a través de una vía embotellada de turismos.

El tema de la Avenida Pío XII es solo una pieza más del gran plan de destrucción que tiene esta coalición de ultraizquierda.

Si se destruye el tejido comercial e industrial, ellos creen, la gente se echará en sus brazos para depender del Estado, o en este caso del Gobierno de Navarra o ayuntamientos. Esta estrategia ya la han logrado en La Barranca, en la que por medio del sindicato LAB (y ELA) han hecho desaparecer la mayor parte de la industria.

También lo intentaron en la Volkswagen, pero en esta multinacional se dieron cuenta a tiempo y ahora nadie que pertenezca a este sindicato puede entrar a la Volkswagen.

Ahora que están en las instituciones navarras y pamplonesas tienen muchas más palancas para llevar a cabo esta labor (sic) de destrucción.


Si se destruye el tejido comercial de los autónomos, más gente irá al paro y dejará de ser "independiente" para pasar a depender de papá Estado o mamá Comunidad Autónoma.

La gran estrategia está muy calculada. De ahí que en cada zona de Pamplona se denomine de una manera distinta. Si le ponemos nombres distintos nadie sospechará que el trasfondo subyacente es el mismo.

En el centro se le ha llamado "amabilización", en Iturrama "caminabilidad", en Pío XII "peatonalización" y en sanfermines "No a los ataques sexistas". Lo que se ha conseguido en sanfermines no es que cesen los ataques sexistas, sino que España y el mundo entero no vengan a nuestras fiestas porque parece que en Pamplona hay un violador en cada esquina.

Las agresiones sexuales las condena todo el mundo, no cabe duda. Lo que realmente preocupa a la izquierda abertzale es que vengan "extranjeros", pues ellos siguen la tradición eusco-racista de Sabino Arana.

Media Pamplona está llena de pegatinas sin firma, pero sin duda puestas por simpatizantes de la izquierda aberchunga, con la frasecilla: "Gentrification is coming".

La frase se puede traducir en lenguaje coloquial como "viene la masificación humana". Vamos, que el problema es que venga turismo, no que sea de borrachera, o que traiga agresiones.

La izquierda abertzale ya ha protagonizado en San Sebastián campañas contra la "masificación del turismo", el "turismo de borrachera"... Lo mismo ha pasado con las juventudes de la CUP (la Batasuna catalanista) en Mallorca y Barcelona.

Sin negar que exista turismo de borrachera, buena parte de ese turismo viene más bien de Vascongadas, mientras que el turismo que deja dinero a la ciudad, en hoteles, restaurantes, tiendas... viene de buena parte de España y del extranjero. He ahí su preocupación, la de los abertzales.

Lo cierto es que me ha tocado de cerca tener un negocio en el Centro que no estaba relacionado con la venta de alcohol y sacaban buen beneficio económico en Sanfermines.

Se puede decir más alto, pero no más claro: los nacionalistas y la extrema izquierda no quieren otro modelo de turismo (Y DE COMERCIO), directamente no quieren que exista, pero no lo van a decir así de claro. De otra forma la gente se les pondría en contra, incluyendo a muchos de sus votantes.

Si los constitucionalistas llegan a gobernar de nuevo, es posible que haya que promocionar los sanfermines con carteles publicitarios turísticos por toda España y quizás el extranjero. el turismo de Pamplona y de los sanfermines trae considerable riqueza a nuestra Comunidad Autónoma.

Las áreas con mucho turismo tienden a ser menos nacionalistas. En Cataluña las áreas turísticas, sean Barcelona, Salou, Sitges...nunca ganan los nacionalistas, aunque sí lo hagan en el conjunto de Cataluña.

Hay que fomentar que la gente se haga autónoma, a quien tenga esas intenciones. El Estado se beneficia considerablemente con los autónomos por los puestos de trabajo que crean y los impuestos que aportan.

Una forma de fomentar la contratación de trabajadores por parte de los autónomos sería bajar las cotizaciones. Si un autónomo crea un puesto, no le pongamos un palo en la rueda haciéndole pagar una cantidad desorbitada. Hay que animarle a contratar, no desanimarle.

Es que el Estado por un lado los acribilla a impuestos y luego viene con ayudas a las PYMEs. O sea, ¿primero lo quitas y luego lo das? Si el Estado no quitara tanto a los autónomos se animarían a contratar más y no haría falta tanta ayuda a los autónomos.

Los abertzales no miran con buenos ojos ni el TAV ni la Universidad de Navarra, por lo mismo. La UN atrae a muchos jóvenes de toda España (y el mundo) y éstos "contaminan" la juventud navarrica de constitucionalismo.

Los abertzales piensan: "si los sanfermines se fomentaran, el españolismo también los contaminar a, al fin y al cabo si solo se queda el turismo vasco los intercambios sociales y amistades que hacen los jóvenes navarros serían con jóvenes vascos, con lo que les pueden transmitir el abertzalismo. Por eso los jóvenes navarros no tienen que tener intercambios con zaragozanos, madrileños, murcianos..."

Así que este gran plan pretende por un lado hacer de Pamplona un erial económico y social, para así crear una sociedad nueva dependiente del Estado o de ciertos partidos políticos. Por otro lado hay que perjudicar todo aquello que nos traiga gente de fuera o nos dé acceso a estar con gente de fuera de Navarra, sea el TAV, la Universidad de Navarra o los Sanfermines.

Vamos, que los de la coalición nacionalista y comunista pretenden que nos aislemos del mundo en una época, el s. XXI, en la que estamos más conectados con el resto del planeta de lo que nunca hayamos estado.

Pamplonica

jueves, 10 de noviembre de 2016

Cuando un Arzobispo negocia a escondidas con Asirón y Barkos, y se rinde. O se vende


En el siglo XXI de Donald Trump todo se compra y se vende, y casi todo termina por tener un precio. Avisados estaban los lectores de NavarraResiste.com de que esto podía suceder, y que de hecho era probable que sucediese. No es noticia que el Ayuntamiento de Pamplona desestime las alegaciones contra la exhumación de los restos que reposan en Los Caídos. Sí es noticia que el batasuno Asirón llegue a un acuerdo con el Arzobispado para eso, y que los restos de Mola ya se hayan exhumado, discretamente.

Ah, el clero, siempre prudente y discreto. Bueno, casi siempre. Casi, porque no fue tan discreto en la Carta Colectiva tomando partido contra los enemigos de la Iglesia, en 1936-1939. Ni desde luego fueron discretos, aunque sí caritativos y santos, todos aquellos españoles entonces muertos por ser cristianos, con o sin sotana.

¿Qué ha dado el alkalde Asirón al obispo? El Ayuntamiento reconoce el uso y disfrute de la cripta de Los Caídos. Y el Ayuntamiento también se compromete a llevar a cabo las exhumaciones “con cierta discreción” y la presencia de un sacerdote designado por el Arzobispado. O sea, que no da nada; nada, porque el uso y disfrute ya lo tenía, y para perderlo tendría que haber habido un proceso legal que probablemente ganaría. Nada, porque al filtrarse la cosa a la prensa ya no hay discreción que valga, y todos sabemos ya que Mola ha sido echado de la cripta con el aplauso de la diócesis. Nada, porque la presencia de un sacerdote en una inhumación o exhumación no es una concesión sino un derecho. Nada.

¿Y a cambio de NADA qué ha dado el obispo al alcalde batasuno y a su presidenta Barkos? El Arzobispado retira sus alegaciones a todo el asunto de Los Caídos, o sea que renuncia a los derechos que tenía, y a resistirse al cambio impuesto. Unas alegaciones en las que tenía todas las de ganar, y por tanto que previsiblemente no sólo iban a retrasar años a Asirón, sino que lo iban a impedir para siempre. Tengamos claro esto: el único que públicamente ha renunciado a cosas, y ha dado una victoria a los otros, es el Arzobispo. Los batasunos no dan nada, y no puede decirse que la renuncia eclesiástica sea por el cuidado de las almas o por prudencia. De lo que públicamente se sabe la conclusión es sólo una: que Asirón vence y la Iglesia católica de Navarra pierde, porque elige perder y someterse.

Por supuesto, puede que haya cosas que no se sepan públicamente, que expliquen mejor la claudicación episcopal. Hay unos cuantos campos en los que Asirón y Barkos han puesto barreras a la Iglesia, a algunos de sus negocios, a alguna de sus prelaturas. Quizá los restos de Emilo Mola y de José Sanjurjo y la dignidad de los que lucharon por la Navarra española y libre hayan sido abandonados por alguna buena razón, cuantificable incluso en euros. Puede que ese Colegio que se quiso montar en el Seminario, vacío él, y que no se autorizó, sea ahora autorizado. Puede que los maestros de religión, tan a menudo progres descreídos en clase, sean mejor tratados por el compañero (y ex seminarista) Mendoza. Puede que ese convenio sanitario con la UNAV, a mayor beneficio de la UNAV, vuelva a reverdecer. Puede que la UNAV, al fin y al cabo una empresa propiedad de la prelatura beatífica de la calle Bruno Buozzi, tenga unos buenos acuerdos de investigación, o de intervención sanitaria, o consiga que la UPNA no crezca fuera de control: do ut des, y total a cambio de que el empleado del opus dei, nunca despedido y ahora Director General de la desmemoria frentepopulista, Álvaro Baraibar Echeverría, juegue con el Lego de Los Caídos y trate los restos de los Muertos como si fuesen carroña de perros. Es posible. Y es posible que no nos lo quieran contar.

Hay veces que alguien se equivoca “bajándose los pantalones”, metafóricamente, porque renuncia a algo importante sin conseguir nada consistente. Otras veces, como ésta, alguien se equivoca “levantándose la sotana”, con el mismo fin, porque no les van a dar nada sólido y renuncian no sólo a su propia dignidad sino a la de todos los que, hijos de la Iglesia, siguen creyendo en la identidad española de Navarra.

Públicamente no les dan nada, o menos que nada. De hecho, una vez vacía la cripta de esos Cuerpos tan molestos, el usufructo de la Iglesia existirá “mientras el edificio donado se mantenga en pie”. Ya adelantamos aquí, y tememos acertar, que Asirón y Barkos ya tienen pensado incluso cómo y a qué empresa adjudicar el derribo del Monumento (http://www.navarraresiste.com/2016/10/paz-y-convivencia-un-negocio-abertzale.html). Con lo cual terminará el usufructo, y al Obispo que esté entonces sólo que quedará lo que en esta sórdida negociación oculta haya conseguido bajo manga, para sí, para su diócesis o para su no siempre leales hermanos en la Fe.

"El mensaje de odio a la fe, a la historia, a la nación, a la democracia, al diálogo y al respeto entre españoles no debería ser un discurso aceptable", ha dicho Enrique Gaza, portavoz de la familia Sanjurjo. Y tiene razón. No es un radical, simplemente dice lo que una mayoría de navarros piensa, lo que debería haber defendido el Arzobispo (y sólo él y sus acólitos saben por qué no lo han defendido) y lo que UPN y PP deberían haber recordado en público, en vez de rendirse a la cobarde “corrección política” impuesta por la extrema izquierda marxista y terrorista. Pues bien, nosotros, y unos cuantos miles de navarros que se van movilizando y agrupando, defenderemos con las familias que quieran eso que los clérigos de hoy se consideran autorizados a no defender de los marxistas que ayer exterminaban a sus predecesores, eso que UPN y PP con Enrique Maya no se levantan a defender por miedo a que les saquen los colores, eso que queda simbolizado en esa batalla de un empleado de la UNAV contra la verdad histórica: la Navarra Foral y Española, ayer, hoy y mañana.

Caius

viernes, 4 de noviembre de 2016

El dinero de Navarra, para carteles en euskera y propaganda abertzale


En Navarra no hay problemas. Ni necesidades. Todo el mundo tiene sus necesidades cubiertas. Todo el mundo tiene acceso a una educación pública y de calidad, acorde con sus necesidades o sus preferencias. El Sistema Navarro de Salud va sobre ruedas, las listas de espera son mínimas. En Navarra no hay paro. Tampoco hay gente pidiendo en las calles. En Navarra no hay delincuencia.

De lo que sí está muy bien servida la Comunidad Foral es de gente totalitaria o estúpida. En Navarra hay familias que quieren llevar a sus hijos a escuelas infantiles y no pueden hacerlo porque el Gobierno las ha cerrado a quienes no hablen euskera. En Navarra la oferta de formación profesional es escasa y poco variada además de no satisfacer las necesidades empresariales reales. Ahora los estudiantes de la Universidad de Navarra ven restringidas sus posibilidades de recibir una beca por el sectarismo de la coalición que ha usurpado el Gobierno de Navarra.

En la Comunidad Foral el Sistema Sanitario se ha colapsado, de nuevo gracias a la maravillosa gestión del gobierno del cambio, por añadir 7000 personas más y no aumentar los medios técnicos y humanos necesarios para ofrecer una sanidad pública de calidad. Hay listas de espera de años para cualquier intervención leves y graves. Es un tema muy serio, la gente se juega la vida por las tonterías de unos personajes que dicen gobernar para todos a costa de sacrificar el estado de bienestar ¿Cuántas personas morirán por este hecho?

La UCI saturada del Complejo Hospitalario de Navarra

En la capital no sólo hay gente sin techo que tan sólo cuenta con la ayuda de entidades privadas como Cáritas o Paris 365, sino casos de familias de clase media y baja que debido a la situación económica actual se han convertido en nuevos pobres, pobres energéticos, trabajadores pobres... 
La delincuencia en Navarra ha llegado a cotas nunca antes vistas, desde el abuso que supone, por ejemplo, los bancos que no aceptan la dación en pago hasta los traficantes de droga y las mafias dedicadas a la trata de personas pasando por supuesto por las constantes muestras de apoyo al entorno terrorista que es el nacionalismo vasco.

Pero como en Navara no ocurre nada de esto es perfectamente entendible que el Gobierno Foral vaya a gastarse más de 100.000 euros en rotular en euskera todos los carteles de que dan la entrada a Navarra, para que un Andaluz que entra por La Rioja pueda ser recibido en euskera, en un sitio donde nunca se ha hablado batúa. O que el Ayuntamiento de Pamplona financie con 50.000 euros una exposición plagada de mentiras, errores históricos, medias verdades y algún guiño gráfico a sus amados líderes, en pro de imponer, de una manera harto sutil, su proyecto nacionalista sectario y excluyente. Para eso señoras y señores, sí que hay dinero: Para pagar la propaganda y las obsesiones de los abertzales.

El último puro que se ha fumado Asirón le costará a los pamploneses 50.000€ que irán destinados a la "emergencia social" de una exposición en la que se hará propaganda abertzale manipulando la Historia de Navarra para sus intereses. En el cuadro, Asirón "salvando a Navarra" hace 500 años, de traca.

Prometeo

lunes, 5 de septiembre de 2016

Asirón contra los muertos. Los políticos contra las cuerdas. Navarra contra los cobardes y los mentirosos.


El Ayuntamiento de Pamplona, presidido por Joseba Asirón, quiere exhumar los restos de Mola y Sanjurjo. Los dos generales están enterrados en la cripta del Monumento a los Caídos. Un monumento que por cierto nunca se llamó oficialmente así, sino “de Navarra a sus Muertos en la Cruzada”. Aquí siempre hemos tenido políticos y aspirantes con ganas de dar la nota, de ser distintos o de parecerlo para abrirse un huequecito.

Lo que pasa es que hay demasiados huecos en la historia de Asirón. Pero también en la de los que ahora se llevan las manos a la cabeza con lo que el alcalde quiere hacer.

Lo que Asirón quiere, sin hablar del futuro del edificio, es sacar de él cuanto antes los restos mortales de las ocho personas enterradas en la cripta del Monumento a los Caídos, incluidos los de Emilio Mola y José Sanjurjo, dos de los generales que protagonizaron el alzamiento contra el Frente Popular que dio lugar a la guerra de 1936. Y quiere sobre todo ser él el protagonista.

Asirón se equivoca. Ante todo, porque no puede proceder a la clausura de la cripta. Es un lugar de culto religioso, incluyendo las sepulturas, y el Arzobispado a través de la Parroquia de Cristo Rey tiene unos derechos de uso a perpetuidad. Si la Iglesia se niega no habrá apertura de la cripta ni nada, o en todo caso habría un pleito muy espinoso que el Cuatripartito no querrá.

Pero ese error de nuestro alcalde batasuno no debe ocultar que fue la Iglesia, por boca y mano de Su Eminencia Reverendísima don Fernando Sebastián Aguilar C.M.F., la que en 1997-1998 se deshizo de la propiedad y control del Monumento entero, dándoselos al Ayuntamiento y haciendo posible esto. Sin duda un ahorro de problemas y de dinero, pero poco coherente con lo que la Iglesia navarra había sido y había recibido antes. O se renuncia a todo, o se defiende todo, monseñor. Y la pregunta es... ¿se plantará la Iglesia ahora?


Asirón tropieza. Porque el maquillaje sobre el Monumento emprendido por los Ayuntamientos anteriores al suyo ha hecho que no se trate ya de un símbolo ‘franquista’ al que se le pueda aplicar ni la Ley de Memoria Histórica zapaterista de 2007 ni ninguna de sus secuelas forales. Sí, es un revanchismo simbólico, pero sin bases, ya que está sentenciado que el Monumento cumple con la Ley de Memoria Histórica. Y en cambio es un edificio protegido, diseñado por José Yárnoz y Víctor Eúsa, pagado por la Diputación.

Pero eso no debe hacernos olvidar que si Asirón puede decir y hacer lo que dice y hace es precisamente porque hay una Ley de Memoria Histórica. Qué malo Zapatero, es verdad. Pero tan culpable es el que la hizo como Mariano Rajoy que pudiendo no la suprimió (y el PP aliado con la UPN pudo, en 4 años de mayoría absoluta, y no lo hizo, y no porque hubiese crisis porque dinero no costaba).

Asirón miente. Miente porque dice que “desde hace ya meses el Ayuntamiento ha venido haciendo las gestiones oportunas con la máxima discreción y respeto para llevar a cabo esta acción”, y en cambio las familias afectadas niegan haber sido ni siquiera contactadas. Y Asirón hace trampas, porque ha encargado la gestión técnica del proceso a su compañero abertzale Pako Etxeberria, que es profesor titular de Medicina forense en la Universidad del País Vasco, al que se nombra a dedo por ser presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Y por tener las ideas que tiene, no por su formación. Un acto sectario, calculado, totalmente politizado.

Pero Asirón hace lo que se puede esperar de él. Es normal que un abertzale semialfabetizado y provinciano quiera ganar la guerra 80 años después de perderla. Es normal además que use el Monumento para mantener unida la coalición de partidos perdedores que le dieron a él Pamplona y a Barkos Navarra a pesar de perder en las urnas. Lo que les une es el rencor, el odio y una lectura falseada del pasado, y pocas cosas más.


Asirón hace política. ¿Y contra él? Los caballeros que se hicieron a lo largo de décadas con la gestión efectiva y sesgada del Monumento para... ¿para llegar a esto? ¿Para limitarse a lloriquear en foros y esquinas esperando una intervención milagrosa? No hacen política y no resisten al enemigo. Los chicos y chicas del PP y de la UPN que como con buena intención Álvaro Sobejano piden defender el Monumento en change.org, ¿van a cambiar el rumbo de sus siglas? ¿Lo va a pedir también Álvaro Pardo?  ¿El parlamentario cultural Javier García? ¿O incluso Ana Beltrán? ¿Lo va a pedir Enrique Maya? ¿O van a aceptar que se derriben todas las obras públicas 1936-1975 y se van a callar, por miedo a que toda la izquierda, de Sánchez a Asirón, los acorrale y los llame franquistas? Total, ya fueron al cambio de nombre de la plaza del Conde de Rodezno.

Mientras, la Navarra real tiene otros problemas. Una Policía en el caos. Una Educación en manos abertzales. Unos bomberos a los que se niegan los medios. Una Sanidad que funciona peor. Una economía que se para. Todo eso tiene culpables en los dos lados. Pero Asirón hace su política hace 80 años. Y le va bien, porque sus enemigos piensan más en sus puestos que en la Navarra española que aquí defendemos.

Caius

martes, 21 de junio de 2016

Las tácticas napartarras del separatismo panvasquista


Las dos fuerzas políticas implantadas en Navarra de cariz netamente separatista y panvasquista, que han copado el poder político real tras la debacle electoral del navarrismo del 24 de mayo de 2015, vienen repartiéndose el trabajo pendiente. Que no es otro que la consumación de su insolidario proyecto que denominan eufemísticamente “construcción nacional vasca”; para el que Navarra es pieza imprescindible. Y lo vienen haciendo sin complejos; desarrollado una amplia agenda por todos conocida y por muchos padecida… Así, Geroa Bai cumple el rol del “poli bueno” ante la opinión pública, intelectuales autóctonos, empresarios y demás “fuerzas vivas”.

EH Bildu, por su parte, se comporta con impaciencia y sin complejos; dirigido con “mano de hierro” por Adolfo Araiz.

Izquierda-Ezkerra juega con calculada ambivalencia sus cartas; no sea que las queme, por cualquier error táctico, perdiendo más seguidores en su difícil travesía. Podemos, aunque fuera del Gobierno lo sustenta a su albur, pero fortaleciendo, en última instancia, a pesar de timoratos remilgos, la “vasquización” emprendida por Uxue Barcos.

Con todo, y al igual que en la vecina Comunidad Autónoma Vasca, ambas formaciones separatistas seguirán pugnarán entre sí por el liderazgo del conjunto panvasquista.

Geroa Bai está jugando en Navarra, pues, análogo papel al del PNV en la comunidad vecina: moderación en las formas, magníficas relaciones con los “poderes fácticos”, modulación táctica, elaboración de un neolenguaje apropiado al momento (un buen ejemplo de ello es el concepto acuñado por Urkullu de “Nación Foral”); un partido “de orden”, en suma. Pero Geroa Bai no es el PNV… de Euskadi. No en vano, el PNV real de Navarra apenas supera la cifra de unos cientos de afiliados. Así, el peso de Geroa Bai recae en los “independientes”, en su mayor parte viejos supervivientes de los naufragios acaecidos en la periferia de ETA: Euskadiko Ezkerra, su caricatura de Euskal Ezkerra, aquel amago tan lejano ya de Auzolan, sujetos descontentos con la deriva de Eusko Alkartasuna… El futuro de Geroa Bai pasa, inevitablemente, en el plano orgánico por un discreto crecimiento cualitativo y cuantitativo del PNV navarro, y su sincronización estratégica con el PNV de la comunidad vecina; de modo que el peso real de esos “independientes” será laminado. Y, por lo que se refiere a imagen pública, labor institucional, propaganda política y mediática, el futuro pasa por su “navarrización”.

De momento Uxue Barcos ha alejado el fantasma de una inmediata confrontación plebiscitaria o similar; insiste en que se distinguirá por una gestión transparente e inclusiva (¡y parece creérselo!); asegura que exprimirá el Concierto Económico; quiere potenciar a la Policía Foral; ha “normalizado” relaciones con la Comunidad Autónoma Vasca mediante la visita a Pamplona de Urkullu (no al revés, ojo al dato) y manifiesta querer hacerlo igualmente con Aquitania; y como elemento simbólico muy relevante, oficializará el Himno de Navarra (por medio de una Ley de Símbolos que introducirá -de paso- transcendentales cambios a corto plazo en el espacio público). Así, en una primera lectura, además de perseguir un efecto tranquilizador, se percibe en todo ello un cierto aroma casi navarrista; aquel viejo barniz napartarra. Un efluvio que, en el caso de los barnices, siempre es un narcótico muy peligroso.


El concepto de napartarra se diseñó en 1911, denominándose así aquel semanario editado por el PNV entonces. Pero, paradójicamente, el de napartarra, ante todo, es un descalificativo empleado, en el entorno del centro-derecha, frente actitudes o comportamientos acomplejados de determinadas personalidades y estados de ánimo y opinión de origen navarrista “en retirada” y “haciéndose perdonar”.

Pero la tentación napartarra, que ha revestido varias expresiones a lo largo de su peculiar historia, no es de hoy. Ya en el pasado siglo, hacia 1980, surgió un minúsculo Napartarra - Partido Nacionalista Navarro, siendo su principal inspirador intelectual el ilustre roncalés José Estornés Lasa, ex-militante del PNV. Su teoría era no poco sugestiva: Navarra, quien fuera Nación y Estado en tiempos de García V el de Nájera, tendría el derecho a reconstituirse; de modo que la dialéctica Navarra/Euskadi carecería de sentido alguno desde esta peculiar mirada historicista. En cualquier caso, aunque los ingredientes de la purrusalda se incorporen al guiso en orden diverso, el resultado suele ser más o menos parecido: que entren los navarros en Euskadi, o los vascos en Navarra, la suma seguiría siendo la misma.

De aquel intento apenas pervive alguna recóndita reseña periodística, ciertos libros (caso de Navarra, lo que “no” nos enseñaron, de José Estornés), y el sueño roto de una par de docenas de visionarios. Sin embargo, algún interés tendría esta perspectiva, hasta el punto de que en abril de 2007 un Alderdi Napartarra fue registrado legalmente por miembros de Aralar -la entidad fundada por Patxi Zabaleta hoy en HB Bildu- tanto en Navarra como en la Comunidad Autónoma Vasca. El último militante napartarra vivo, casualmente un octogenario afiliado a esa formación separatista, habría cedido la “marca”...


Recientemente se retomó esta aventura de la mano de protagonistas más jóvenes, con otros ropajes, y en una coyuntura muy distinta; pero, al igual que en el caso anterior, sin espacio político alguno: Libertad Navarra-Libertate Nafarra, candidatura encabezada por Mikel Iriarte Galán en las elecciones forales de 2015 que obtuvo 995 votos, inspirada por el autor Tomás Urzainqui. Sus propósitos: “recuperar el Estado navarro, superando la conquista, la polarización identitaria y las fronteras que nos dividen”. ¿A que suena bien?

En cualquier caso, la vía napartarra carece de futuro como partido político: eso ya está demostrado por la Historia. Pero asunto muy distinto es que una vulgata doctrinaria-sentimental de la misma pueda ser esgrimida, como una opción táctica transitoria, por el PNV en su intento de atraer “moderados”, oportunistas… y algún que otro desengañado del navarrismo “oficial” de UPN hoy en recomposición y, de momento, muy poco visible.

Además de esta estricta perspectiva política, nos encontramos con múltiples actuaciones de agitación cultural pseudo-historicista que tan bien saben desplegar los activistas panvasquistas bajo disfraz napartarra. Es el caso, por ejemplo, de la plataforma 1512-2012 Nafarroa bizirik constituida en su empeño de falsificar la historia de Navarra y el resto de España, por medio de múltiples de acciones de todo tipo –en un empeño digno de elogio por el voluntarismo y los medios empleados- con la excusa de la plena incorporación de Navarra a la empresa española en 1512.


Ciertamente, saltar del navarrismo al nacionalismo separatista no es fácil de explicar. No en vano, existe una línea roja que transgredir, una barrera psicológica e ideológica que pasa por el apego a España. Pero, dado que, aparentemente, España no presenta “un proyecto sugestivo de vida en común”, al decir de Ortega, es casi inevitable que tamaña carencia sea cubierta por otros –incluso- antagónicos: el de los Països Catalans, Euskal Herria, la confederación ibérica podemita…

Para cualquier constitucionalista que se precie –o españolista, unionista, patriota, o como se quiere denominar cada uno- romper con ese bagaje histórico, cultural, humano y moral, recalando en cualquier separatismo, no parece factible; según veíamos. No obstante, para acomodaticios, tibios y cuantos sitúan su patria en el dinero o, incluso, en el Reino de los Cielos, la vía napartarra proporciona un “relato”, una transición, un enganche a otro proyecto –la Euskal Herria del PNV- que, de momento, oferta la ilusión de un porvenir radiante… acorde además a sus personalísimos intereses. También a cobardes y oportunistas sin escrúpulos.

Si la navarridad españolista sigue achicándose, en cualesquiera de sus expresiones (cuantitativa, cualitativa, moral, simbólica y comunitariamente), el panvasquismo seguirá creciendo –entre quienes hayan borrado de sus almas la tradición y experiencia españolas-, y el constructo napartarra posibilitará una vía transitable para el acomodo a “los nuevos tiempos” de temperamentos menos aguerridos a la par de templados por el supuesto pragmatismo navarro.

Lo cierto es que, a pesar de todos estos aprendices de brujo, el producto original es más potente y atractivo que la imitación.

Debajo de la bandera de Navarra de mentirijillas, esconden la ikurriña


José Basaburúa

martes, 26 de abril de 2016

Cosas que te puedes encontrar en la Feria del Libro de Pamplona

Inocente de mí, este sábado me acerqué a los puestos del Día del Libro en busca de algo interesante y me encontré con que la pequeña feria que había se convirtió en la feria del libro (del libro de papel de liar). Según llegaba a Carlos III pude ver varios puestos, todos con nombres “euskéricos” excepto el stand de El Corte Inglés. No quise juzgar en un primer momento a los vendedores ni a la gente que acudía pero me gustaría describir brevemente esta atmósfera.

Gran masa de gente y diversas carpas para cada tienda, también había una carpa con un pequeño espectáculo musical del que podrían disfrutar pequeños y mayores, nada más llegar pude escuchar la palabra “antifascista” varias veces al hombre que tenía el micrófono. Inspeccionando uno a uno los puestos, pude ver que el único libro útil que había era sobre recetas de Carlos Arguiñano, el resto sólo era un costoso papel higiénico. Todos los puestos los protagonizaba en primera línea una serie de libros escritos por nuestro alcalde Joseba Asirón, pude ver que uno de ellos trataba sobre la evolución de Pamplona y otro era un simpático cómic elaborado en colaboración con Stan Lee.

Bromas aparte, lo que más me impactó fue un libro de tiras cómicas con apariencia algo infantil lleno de propaganda abertzale y todo tipo de injurias:





¡Ah! Y también encontré una guía del País Vasco con una curiosa cruz gamada en su portada.


Analizando lo comentado previamente, a mi entender, la feria del libro es un evento público donde todo tipo de librerías pueden participar y adaptarse a diversos tipos de público. Por lo que vi, el kanvio ha enchufado a las librerías afines a la izquierda abertzale y no sólo eso, sino que ha puesto a la venta el repertorio de libros más propagandístico que tenían. Libros de Otegi, corralitos forales, CAN, agramonteses, historia de euskal herria... Lo más inverosímil de este día era encontrarse el libro “Relatos de plomo”, totalmente ilocalizable. Me gustaría saber a qué límites vamos a llegar, si se permite politizar algo tan cotidiano y participativo como el día de San Jorge, los euskosanfermines y las euskonavidades están de camino, sin movilización y permitiendo que se den este tipo de situaciones sólo alimentamos la ambición territorial hitleriana del nacionalismo que poco a poco va adueñándose del folclore local y regional además de inventarse otro tipo de usanzas.

Sugiero que la próxima vez no se vendan biblias (y otro tipo de libros) en euskera, a más de uno le haríais pensar que sois parte del rancio sacerdocio ultracatólico. 


P.D.: Pensaba que no se podían editar libros en euskera en los años 40 y 50.

lunes, 8 de febrero de 2016

Asirón, el santo sin mayoría y sin procesión


Hace un par de semanas nos tocaba hablar de cómo Joseba Asirón -el inmerecido alcalde bildurri que con un 16% de los votos le ha tocado sufrir a esta ciudad por obra y gracia de Geroa Bai, Podemos e Izquierda Unida- estaba politizando los espacios públicos al servicio de su ideología abertzale. Hoy la pura actualidad nos hace hablar de cómo Asirón está politizando la cultura, y en concreto las tradiciones populares, todo esto en pro de una Pamplona y una Navarra más abertzales, más hipócritas y más idiotas.

Por todos es sabido que Asirón se niega a acudir como alcalde a cualquier tipo de ceremonia religiosa importándole bien poco el lado tradicional que algunas de estas puedan tener para la ciudad de Pamplona, por ejemplo la misa en honor de San Saturnino a la que acudían las anteriores corporaciones por ser el patrón de la ciudad, el 29 de noviembre y durante muchos siglos. Esto no quita que Asirón se dé al postureo más cutre y superficial como organizar una suerte de "procesión" laica con el Santo, hasta la iglesia en la que se va a celebrar la misa que él ha eliminado del programa municipal.

La semana pasada Joseba se volvía a lucir con dos nuevas 'asironadas'. En primer lugar, el equipo municipal de Bildu esta vez se negó a participar en la procesión de San Blas del miércoles día 3, otra tradición muy arraigada en la ciudad y en la que el ayuntamiento debería acudir en cuerpo de ciudad y esto es porque representan a Pamplona -nos guste o no- y no al 16% que les ha votado, por lo que deben mantener las tradiciones de la ciudad por encima de sus fobias ideológicas.

Eso sí, Asirón no dejó pasar la oportunidad de convocar a la prensa para darse un paseo por el tradicional mercadillo de dulces que se da por San Blas en la plaza de San Nicolás. Hay que recordar que si cada año se da este mercado caracterizado por sus pirulís rojos en honor a San Blas, es por ser el patrón de las enfermedades de la garganta y los laringólogos. Y esto va más allá del postureo de personajes como nuestro alcalde que no van a una procesión por ser una tradición cristiana, pero sí a un mercadillo cuya razón de ser es otra tradición cristiana.

Joseba Asirón se parece cada vez se parece más a el Gato de Schrödinger, sólo que en este caso un día omite el acudir a una procesión por puro ateísmo militante, mientras que al siguiente detiene el pleno del Ayuntamiento -el único del mes- para acudir a ver los Coros de Santa Águeda. Santa Águeda es otra virgen y Santa cristiana en este caso oriunda de la isla de Sicilia. Fue torturada y martirizada por su fe Cristiana, hasta el punto de seccionarle los pechos. Por esto es patrona de las enfermeras y protectora de las mujeres en general.

El pasado jueves día 4 fue la víspera del día de Santa Águeda (el 5), es tradicional también en estas tierras que recorran los pueblos y las ciudades rondas de corales cantando coplas en honor a esta Santa, mientras golpean el suelo con varas de acebo siguiendo el ritmo. Pues bien, el alcalde bildurri mientras margina la tradicional procesión de San Blas, al día siguiente interrumpe su trabajo para acudir a ver las rondallas de Santa Águeda de forma muy entusiasta. ¿Quizás su repentino interés por la religión tenga que ver con esa canción que dice que es "el día de Euskal Herria"?

Parece ser que es progresista celebrar unos Santos cristianos pero otros no, si es que estos no sirven para sustentar su pseudocultura abertzale, claro está. Quieren un cristianismo manipulable al servicio de su nueva “fe” nacionalista. Éstos no son laicos, ni ateos, no se hagan ustedes ilusiones: son profundamente hipócritas y cutres.

lunes, 25 de enero de 2016

La batasunización de los espacios públicos


Se trata de algo de lo que ya veníamos avisando desde hace tiempo: una vez Bildu ha tocado poder, va a utilizar los espacios públicos para sus propios fines importándoles bastante poco las necesidades del 85% de los ciudadanos que no les habían votado y de ello tenemos dos ejemplos recientes bastante claros.

En octubre del año pasado Bildu cumplió una de sus aspiraciones históricas y ésta era contaminar ideológicamente los Civivox de Pamplona, recordar que estos son una serie de centros localizados en los barrios de Pamplona y que son utilizados para toda clase de actividades culturales como cursos de cocina, literatura, baile, idiomas o diversas actividades deportivas. Estos centros acogían como vengo diciendo usos múltiples siempre y cuando estos no tuviesen que ver con la política, y Bildu no iba a dejar pasar la oportunidad de meterle mano a uno de los pocos ambientes que permanecían libres de su ideología sectaria.

Como venía diciendo, el equipo de Joseba Asirón aprobó fuera del pleno, con nocturnidad y alevosía, una serie de nuevas normas para estos centros sociales en las que se establecían nuevos usos políticos y partidistas para los que en un principio habían sido vedados estos recintos municipales. Así es como ya en este año nuevo, los históricos dirigentes de la Izquierda Abertzale Rufi Etxeberría y Josu Beaumont dieron una charla hace un par de semanas en el Civivox del Palacio del Condestable -construido por cierto en el siglo XVI por un Beaumont, todo bastante irónico-.

De esta misma manera y recientemente también, cinco miembros de la organización EKIN, ilegalizada en el año 2001 por encontrarse bajo el mando directo de la banda terrorista ETA; han anunciado un nuevo acto otra vez en el Civivox de Condestable, dispuesto a denunciar las supuestas torturas que las FyCSE han venido realizando a miembros de la banda terrorista. Sí, las mismas que la ETA en circulares internas pedía denunciar aunque fuesen falsas.

El segundo caso que nos ocupa es el que más polvo ha levantado estos meses pasados. Sin duda recordaréis que un grupúsculo 'okupa' ocupó un inmueble propiedad del Gobierno de Navarra en la calle de la Compañía del casco viejo de Pamplona, la finalidad de este grupo era crear un gaztetxe en Pamplona o lo que es lo mismo, un local juvenil "autogestionado" que en la teoría suena muy bonito, pero que en la práctica para lo único que sirve es para que los jóvenes afines a la izquierda abertzale tengan un local gratuito en el que organizarse, realizar sus actividades propagandísticas y consumir múltiples sustancias. 

Nosotros lo sabemos, ellos lo saben, y todo intento por intentar colar como inclusivo un proyecto secundado por grupos tan "plurales" como las gazte asanbladas, Indar Gorri u otros grupos en la órbita de la IA; resulta bastante ridículo. Los hechos lo demuestran, entre las primeras actividades realizadas en dicho local tenemos la bienvenida a un preso de SEGI, así como comidas o "pintxopotes" solidarios con los presos de ETA.


Como no quedaría muy bonito para Geroa Bai que la Izquierda Abertzale les robase un edificio con titularidad del Gobierno Foral, la sombra de un desalojo comenzó a volar sobre este edificio, y no tardó el alcalde Joseba Asirón en ofrecerle a estos jóvenes, que de forma evidente son de su cuerda, un nuevo edificio que 'okupar', esta vez el chalé de Caparroso.

La moraleja de toda esta historia está muy clara, si eres abertzale puedes ocupar ilegalmente un edificio propiedad del Gobierno de Navarra y que Geroa Bai tolere la usurpación de este bien público sin que la Policía Foral efectue el desalojo preceptivo. Como premio y para evitar problemas, el ayuntamiento de Pamplona presidido por Bildu te dará a dedo, sin ningún concurso público y por compartir su misma ideología, un chalé con vistas al río Arga. En cambio, si no eres abertzale y te quieres reunir con tus amigos en un local, te jodes y te pagas una bajera como todos los demás. Para Bildu lo primero es lo primero: la batasunizacón de los espacios públicos.