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martes, 27 de marzo de 2018

Populismo a la italiana y un Gobierno casi imposible


Italia es, sin ninguna duda, uno de los países más fascinantes y contradictorios al mismo tiempo. Alternando glorias y peleas de familias, períodos de dominación incontestables y largos siglos de ocupación de su suelo, está hecha a imagen de su geografía: una serie de mundos en el mundo, un conjunto de colinas escarpadas y horizontes hasta donde llega la vista. 
El pasado domingo 4 de marzo, los italianos han demostrado otra vez su capacidad para sorprender (y sorprenderse) tras las elecciones legislativas, las más importantes dentro del régimen parlamentario. Una tabla de comprensión del voto precederá los posibles escenarios. Pero, primero, volvamos atrás para realizar un rápido análisis de las fuerzas políticas más importantes que se enfrentaban.

• El PD – Partido Demócrata: encabezado por un Matteo Renzi en horas bajas. Es él quien, después del batacazo previsible en el referéndum de 2016, había abandonado el poder como lo había prometido. Pero, jugando con el hecho de no haber previsto elecciones en el corto plazo (a través del pretexto de la elaboración de una nueva ley electoral), pudo poner en su lugar, con la colaboración del transparente presidente Mattarella, un primer ministro de (larga) transición, el muy estimado Paolo Gentilioni, todavía en el puesto. El partido socialdemócrata (o socioliberal, ¿alguien es capaz todavía de establecer la diferencia?) está agónico y ha hecho campaña sobre la profundización de la integración europea, sobre temas de sociedad secundarios, sobre la acogida a los inmigrantes y sobre golpes de efecto mediáticos. La ridícula controversia sobre la ley de prohibición de llaveros con la efigie de Mussolini (asunto que ha concentrado dos semanas de debates) o sobre la ley del Ius Soli (el derecho de suelo), que naufragó lamentablemente en el Senado, no son más que dos ejemplos entre otros.  Durante ese tiempo, la reforma clave del «renzismo», el Jobs Act  (equivalente a la reforma laboral en Francia) es un fracaso total, hasta el punto de que algunos piensan ya en volver a reformarla. Hemos pasado de un Renzi que copiaba a Manuel Valls y adelantaba a Emmanuel Macron, a un suicidio colectivo similar al de Benoît Hamon [N. del T. lo sucedido en el Partido Socialista Francés]. 

• El Movimiento 5 Estrellas (M5S): con su presidente de honor, Beppe Grillo. Humorista de profesión, entrado en política con ruidoso éxito hace 9 años, proponiendo unos esquemas políticos extremadamente innovadores. Una mezcla de populismo, de “poujadismos” de todos los tipos [N. del T. populismo francés de los años 50], de rechazo a las élites corruptas e incrustadas desde hacía decenios en la política italiana, de patriotismo, de retomar las cuestiones sociales, sazonado con un cierto libertarismo. Esto había empujado a Grillo a proclamar un debate construido con todas las fuerzas del país y proponiendo soluciones serias, y esto desde la extrema derecha a la extrema izquierda. Después de un éxito fulgurante y su entrada en el Parlamento en 2013, la nebulosa se ha estructurado pero también se ha fisurado en su interior, sobre todo entre dos corrientes: una rama muy anti-austeridad y, por lo tanto, muy crítica con las instituciones europeas y el euro; y otra rama mucho más eurófila, liberal y socialdemócrata, sin el discurso antifascista del PD.  

La primera rama ha estado liderada por Luigi di Maio. Hoy es el responsable del partido, y su llegada a la dirección ha tenido dos efectos: la relegación (en parte aceptada) del viejo Grillo y una negación de sus promesas de salida del euro y de Europa. Dos posibles razones para ello: reserva su línea económica directora (política de estímulos, grandes obras públicas) amputando a la vez el programa, permitiendo la puesta en marcha de dichas reformas, con el objetivo de no asustar a las instancias europeas. Es el discurso de “renegociar los tratados” y de ver qué pasa después (discurso que se encuentra en Jean-Luc Mélenchon y, sobre todo, en Alexis Tsipras). O bien ha preferido renegar de sus convicciones de siempre para poder proponer una oferta política, ocupando el espacio que estaba vacío y con el objetivo de no ofrecer lo mismo que los soberanistas del otro lado.  Que son…

• FI – Forza Italia: del inmortal e incombustible papa de la derecha italiana, Silvio Berlusconi.  Empezando de la nada, convertido en gran empresario en la empresa del cemento, en el sector inmobiliario, las obras públicas, el deporte y magnate mediático, gurú del concepto de telerrealidad (Endemol, era él), llega al poder en 1994 con el argumento de venir del sector privado y de ser lo suficientemente rico para estar desprovisto de ambiciones políticas (esto recordará a todos a alguien más reciente [N. del T., Emmanuel Macron]. Pierde y recupera el poder en varias ocasiones (94-95, 2001-2006, 2008), abandona finalmente en 2011 bajo la presión del Presidente de la República, de la clase empresarial italiana, de algunas autoridades eclesiásticas y de la Comisión Europa, sin ningún voto. De vuelta, sin haberse ido nunca realmente, Silvio Berlusconi ha conseguido crear una nueva dinámica alrededor de su personaje (de 81 años y con varias operaciones quirúrgicas) sobre las ruinas de los gobiernos tecnocráticos de Monti y Letta, y sobre la debacle del “renzismo” (pero no olvidemos que Renzi ha sido, en parte, una de sus criaturas políticas; lo que se había llamado en su momento “el pacto del Nazareno”). Liberalismo moderado, capitalismo virtuoso paternalista, anti-fiscalismo (que, de paso, es un verdadero problema en Italia, ya que el régimen fiscal impuesto por Monti-UE ha destruido en parte el tejido de las PYMEs, quien hacía la fuerza de la industria en el Norte de Italia) y vuelta a una política internacional de estabilidad. Finalmente, Forza Italia ha tenido a lo largo de la campaña un posicionamiento ambiguo, pero en general favorable al hecho de permanecer en la Unión Monetaria. Bajo la amenaza de una condena de inelegibilidad, Berlusconi había previsto impulsarse, para estas elecciones, en caso de victoria. Antonio Tajani, actual presidente del Parlamento europeo, es un amigo fiel. Era, en estas elecciones, aliado en la coalición de centro-derecha (las palabras “derecha” e “izquierda” no se emplean desde el final de la guerra) con el partido de Giorgia Meloni, Fratelli d’Italia, y con….

• La Liga (hasta hace pocos meses, la Liga Norte): el famoso partido secesionista del Norte de Italia. Sin volver a la historia del inenarrable Umberto Bossi, jefe histórico del partido, recordemos solamente su principal logro, cuando los de La Liga se ridiculizaron declarando la independencia unilateral de la Padania en 1997 (que se solucionó en pocas horas con la intervención de las fuerzas del orden). Después de haber estado varios años relegada, en una postura folklórica y en el papel de «flotador derecho» de Forza Italia, el gran cambio llega con el acceso al poder de Matteo Salvini, antiguo representante de las corrientes de izquierda radical entre los independentistas. Aparece rápidamente como un militante eficaz y un buen organizador de tropas; estructurando su poder político y haciéndose ver en el Parlamento europeo. Su revolución se ha manifestado en tres puntos:  nacionalización del partido y abandono de las veleidades independentistas (lo cual es un éxito, pero todavía incompleto en el sur de Italia), propuesta de un programa soberanista, proteccionista y social (limitación de los flujos migratorios, laicidad, patriotismo, natalidad, bajada de impuestos y políticas sociales) y un programa económico radical (salida de la UE, salida del euro concertada, devaluación, política de estímulos, nacionalización de sectores estratégicos y liberalización de los sectores no estratégicos, nacionalización del Banco central, desde luego, pero también de varios bancos en quiebra; todo ello con el objetivo principal de la reindustrialización).


Dos preguntas esperaban una respuesta a la vista de todo esto: cuánto sacaría el M5S sólo, y si La Liga sobrepasaría a Forza Italia en la coalición de derechas. A pesar de la buena intuición de las encuestas (por una vez), la amplitud del resultado del escrutinio es revolucionaria. El centro-derecha ha sido el más votado con un 37% de los votos, habiendo ganado Salvini su apuesta adelantando a Berlusconi en 4 puntos (18% contra 14%, además del 4% de Fratelli d´Italia), mientras que el M5S de Di Maio se lleva el 32% de los votos, consagrando su asentamiento en el país. La desbandada es total en el Partido Demócrata de Renzi, que no consigue sino el 19%; a pesar de que la ley electoral (Rosatellum) había sido redactada por los aliados de Renzi precisamente con el objetivo, ante todo, de parar la subida del M5S. Otra de las paradojas de estas elecciones. 

Mapa del voto en el Congreso y el Senado: en azul, la coalición de derechas; en amarillo, el M5S; en rojo, el PD y la coalición de centro izquierda (fuente: Corriere della Sera).

Un populismo de las clases medias; un populismo de las clases desfavorecidas

El interés por estas elecciones era difícil de cuantificar antes de ir a votar. Hacía cinco años que Italia no había conocido un escrutinio de peso, y se alternaba entre la impresión de apatía total en el electorado y la voluntad de una revancha sobre la inercia de los últimos años. Finalmente, el 74% de los italianos en condiciones de votar fueron a las urnas, mostrando que el segundo sentimiento se impuso al primero.

En general, los debates han estado muy abiertos durante la campaña. A pesar de algunas tentativas de hablar sobre todo de temas como la laicidad o las reformas de sociedad, es la cuestión del euro y de Europa la que se ha debatido sobre todo, argumentada en los medios; y lo que ha cristalizado las elecciones. La prueba es que se ha visto, entre la lista interminable de partidos candidatos, a los radicales de izquierda rebautizarse como “+Europa”, dirigidos por Emma Bonino, antigua ministra de Asuntos Exteriores bajo el gobierno Letta. Estos últimos no han conseguido más que el 2,4%, cifra muy representativa de la visión de los italianos hacia la Unión Europea: si no se tienen en cuenta los muy recientes cambios de posición de Di Maio, más de la mitad del electorado se ha pronunciado contra la pertenencia de Italia a la Unión Europea y al euro. Es la gran victoria del M5S pero sobre todo de Salvini en la imposición de los temas y los términos de la campaña. La crisis económica y el abandono de Italia por parte de las instituciones europeas (en la crisis de los refugiados) han sido decisivos. 

En todo esto, el aplastamiento de los partidos institucionales en favor de los dos partidos populistas era inevitable, pero también previsible. La toma del poder de La Liga y del M5S se articula lógicamente proporcionando dos discursos antisistema diferentes y complementarios, que se inscriben de manera coherente en el territorio. Dos Italias se responden y una tercera se marginaliza. En el Norte, la ola azul de La Liga se explica por el programa de Salvini: tomar como objetivo, de un lado, la pequeña clase media sensible al discurso anti-inmigración y a la bajada de impuestos, y a los pensionistas por otro lado, a los que Salvini se ha dirigido principalmente para exponer su posición anti-euro. En el Sur (y el Sur sube cada vez más), el triunfo casi total del M5S es un reflejo de la cuestión socio-económica.  Un 57,7% de sus electores ya habían votado por ellos en 2013, 22,8% habían votado otra cosa (de los que 9,8% al PD), pero, más sorprendente todavía, 19,5% de los votantes M5S no había votado por ellos en 2013. Los “grillini” han conseguido el objetivo de sacar más de un millón y medio de italianos de la abstención. Las promesas sociales durante la campaña han sido decisivas en el voto contestatario (la medida estrella era la prestación por desempleo a 1.600 euros). El resultado es claro: el voto M5S calca el mapa geográfico de las regiones con importante tasa de desempleo. 
Mapa del desempleo, extremadamente similar a la del reparto de los votos (ver primer mapa) (fuente: La Repubblica).

El PD no sobrevive más que en dos lugares: metrópolis como Roma y Milán, esta última comenzando un proceso visible de desconexión de una ciudad respecto al resto del país (parecido a una ciudad como París en Francia); y la franja que va de los alrededores de Livorno en Toscana hasta Rávena en Emilia-Romaña: es la antigua línea gótica, que separaba a los alemanes del avance de las tropas aliadas en 1944. Si el PD todavía tiene oportunidad de sobrevivir (como pequeño partido) a esta debacle sin precedentes, podemos estar seguros del fin de la socialdemocracia en Italia (¿y en Europa?) y del discurso del antifascismo como caballo de batalla. Un francés se habría sorprendido, por cierto, escuchar a los mandos del PD en los platós de la televisión italiana reconocer que la estrategia del antifascismo durante la campaña había sido “grotesca”. 

Tres Italias se dibujan en el horizonte: un populismo de clase media, un populismo de clase desfavorecida y un anti-populismo de clase insertado en la globalización. Pero los dos éxitos primeros se anulan y la situación no puede ser más confusa. 

Escenarios para una victoria y dos ganadores

En efecto, el presidente de la República Sergio Mattarella se encuentra en una situación inextricable: ¿cómo arbitrar y decidir la victoria entre una coalición ganadora y un partido ganador?  Algunos se preguntarán entonces por qué no organizar un gobierno de unión nacional entre los dos vencedores. Esto parece imposible ya que los dos campos no pueden acercarse el uno al otro. 

La Liga ha parado toda especulación en este sentido desde la constatación de la victoria, afirmando que se volvaría contra sus aliados. La explicación es simple: Forza Italia no solo ha construido casi enteramente su campaña contra el M5S sino que, además, controla muchos de los Consejos Regionales con La Liga desde hace años. El mensaje lanzado desde la noche de los resultados por los cercanos de Berlusconi a Salvini era pues: nosotros hemos ganado contigo, nosotros gobernaremos contigo. Por el otro lado, el M5S se ha declarado dispuesto a hablar con todas las fuerzas políticas de buena voluntad, pero con “solamente” tres prerrequisitos:  poner a Di Maio como Primer Ministro, conservar la lista de ministros preseleccionados antes del voto del domingo y no tocar ni un punto del programa. En resumen: únase usted sin condiciones. 

Así pues, a pesar de la convergencia de numerosos puntos en los programas respectivos de La Liga y el M5S, la falta de libertad de uno, y la intransigencia del otro, impiden toda posibilidad de co-gobierno. Las dos fuerzas continúan oponiéndose y reclamando la legitimidad para gobernar. Pero si la coalición de centro-derecha es designada para formar el ejecutivo, no tendrá la mayoría en el parlamento en cuanto a la confianza (y sería absurdo componer un gobierno sin el M5S).  Entonces, dos escenarios son posibles.

El primero vería la designación del M5S para gobernar, aprovechando una unión de los miembros del PD. En efecto, Matteo Renzi, después de violentos enfrentamientos en el seno del partido desde aquel domingo, ha presentado su dimisión, declarando internamente que ésta no sería efectiva hasta que el nuevo gobierno esté formado. Esta declaración ha tenido el efecto ya descontado de romper el partido en dos: los fieles a la línea de Renzi (ninguna alianza con el M5S) y los que quieren tender la mano a estos últimos. 

Di Maio podría así aprovecharse de un movimiento de traiciones comparable al conocido por el Partido Socialista a favor de La República en Marcha [N. del T., Emmanuel Macron] durante las elecciones francesas de 2017. Esto permitiría a los “grillini” obtener la mayoría necesaria en el Parlamento para gobernar. Pero ello abriría la cuestión de la legitimidad de tal escenario, la coalición de centro derecha ganadora quedando totalmente descartada.  Además, esto significaría que uno de cada tres italianos que ha votado por el M5S contra el PD se encontraría con los dos en el gobierno. Nueva paradoja a la vista. 

Pero Beppe Grillo no ha desaparecido totalmente del movimiento, y sus palabras cuentan todavía en el seno de la base militante y de los electores. Su aviso después del triunfo del domingo ha sido discreto, pero claro: nada de “inciuci” (término peyorativo que significa “acuerdos bajo manga”). Grillo, aparentemente, pretende conservar su lugar de “padre fundador” del movimiento, para garantizar la fidelidad a las promesas sobre las que el movimiento nació. Es él quien permitió la promoción de los “jóvenes” Di Maio y Di Battista, que han convertido el partido en presentable.  Pero parece temer que la normalización vaya demasiado lejos.

El otro escenario posible es el del bloqueo institucional. Si las opciones parecen excesivamente contradictorias a los ojos del presidente Mattarella, entonces podríamos dirigirnos hacia unas nuevas elecciones. En este caso, habría que ponerse de acuerdo sobre una enésima ley electoral para permitir la vuelta a las urnas, y habría un nuevo gobierno transitorio por un tiempo indeterminado. El parlamentarismo integral, sus debilidades estructurales, y la disolución de la voluntad nacional, como broche final.


Conclusiones provisionales

Mientras que la Presidencia en Roma busca una solución a estos resultados, la Comisión Europea ha expresado muy claramente su inquietud ante la formación de un gobierno bajo el liderazgo de Matteo Salvini (lo cual no sorprenderá a nadie), acusando al jefe de La Liga de xenofobia y de elogiar la “democracia iliberal” a la húngara. Jean-Claude Juncker tiene otra mirada diferente en la dirección del M5S. Así pues es una noticia a medias tintas para la Comisión que, después de la formación de la coalición alemana, espera todavía ver la llegada a las más altas instancias italianas de un gobierno euro-compatible. El silencio general sobre las elecciones de la península es, por otra parte, remarcable, siendo la UE consciente de que una media palabra mal entendida daría un argumento de más a las fuerzas anti-europeas en su protesta contra su injerencia. Salvini dejó un mal recuerdo en los espíritus del partido de Angela Merkel en el Parlamento Europeo, y su éxito preocupa.

Añadimos que, entre los candidatos de La Liga figuraban Claudio Borghi y Alberto Bagnai, quienes son algunos de los mejores economistas italianos detractores de la moneda única. Uno fue elegido en el Congreso y el otro en el Senado. A pesar de su ambigüedad en cuanto a la cuestión de la pertenencia de Italia a la UE y al euro, y el apoyo de Grillo al Brexit, el M5S, como rueda de repuesto, guarda una imagen más respetable a los ojos del “establishment” bruselense. Una paradoja más en estas elecciones: el Sur vota contra la austeridad, Juncker se vuelve sudista. 

Las certezas son dos. La primera es que Emmanuel Macron va a ser puesto a prueba en sus proyectos de relanzamiento de la estructura comunitaria, rodeado de una Gran Bretaña que se larga, de una Angela Merkel debilitada, y de miles de incertitudes transalpinas. Y la segunda es que el rediseño político (que parece un espejo invertido del francés) será algo sin precedentes, y por largo tiempo, al otro lado de los Alpes. Las semanas próximas van a ser decisivas para todos. 

Un artículo de Alberto Scotti, traducido por Calíope

viernes, 22 de diciembre de 2017

Cataluña y Navarra: tierras hermanas, mismo combate


Ya se conocen los resultados de las elecciones de ayer en Cataluña.

No entraremos en los repetitivos análisis cuantitativos de urgencia. Casi todo está dicho y únicamente queda esperar un cierto tiempo para poder contemplar, responsable y serenamente, las consecuencias que tales resultados acarrearán a los catalanes y a todos los demás españoles de manera casi inmediata.

Existen algunas analogías notables entre Cataluña y Navarra: ambas son tierras profundamente españolas y partícipes de la empresa hispánica. Únicamente con enormes dosis de violencias de todo tipo puede quebrantarse tal designio. Y, en contraste con ésta pertenencia e Historia común, en ambos territorios ha arraigado la ideología totalitaria, excluyente y falaz del nacionalismo separatista.

Ya tengan raíces burguesas, ya con derivas marxistas-leninistas, todo nacionalismo es un conjunto más o menos coherente de medias verdades, mucho sentimentalismo, no poco voluntarismo, cálculo a largo plazo y audacia a corto. Y, siempre, ausencia de escrúpulos.

Si algo han acreditado estos resultados, que son malos para España sin más matices, es que las políticas normativistas, a corto plazo, acomplejadas, y de perfiles únicamente economicistas, no son reclamo suficientemente para el rearme humano y moral del conjunto de las –denominémoslas por hacerlo de alguna manera aproximativa- fuerzas españolistas/constitucionalistas.

Pero la gran batalla, tanto en Cataluña como en Navarra, se viene librando en otro terreno: en el de los espíritus. Y a los espíritus hay que proporcionarles el alimento apropiado: mitos, ideales, carácter, vida, esperanza... cultura. De no ser así, cualquier impostura sentimental, especialmente cuanto más perversa sea, puede colmar el vacío existente.

Es lo que ha sucedido en Cataluña; lo que viene acaeciendo en Navarra. Extraigamos lecciones y obremos en consecuencia.

Política, sí; pero, sobre todo, cultura, metapolítica o como quiera llamársele. Pero encarnadas en la vida, la realidad y las comunidades. Y sacrificio. Y entrega.

Como bien anticipaba Javier Barraycoa en La Gaceta el pasado 20 de diciembre:

«Cabe preguntarse si alguna vez ha existido la aplicación del 155, o simplemente nos han ofrecido un espectáculo de fuegos de artificio, mientras cambiaban el escenario político de una situación que ya se había vuelto inoperable. Pero pasadas las elecciones nos encontraremos de nuevo con la misma Cataluña, los mismos agentes políticos y esencialmente el mismo problema. Se ha liberado un poco de presión para evitar que la olla exprés explote, pero el agua sigue hirviendo. Y la ilusión de los ilusos pronto finiquitará cuando descubran que su voto no ha servido para mucho. Porque, a ver si lo aprendemos de una vez, al nacionalismo se le derrota trabajando día a día, no simplemente votando cada cuatro años». Aquí lo podéis leer entero: La ilusión de los ilusos


Trabajo a largo plazo. En calles y en la cultura. Trabajo al servicio de la comunidad. Es la vía por la que viene optando Navarra por España desde su nacimiento y que proponemos a quienes mantengan el gusto por el riesgo, la responsabilidad, la vida y el amor a Navarra y España.

Sila Félix

jueves, 5 de octubre de 2017

Derecho a hacer el paripé


Cualquier declaración de Rajoy o Soraya respecto a la problemática de Cataluña, basta para ver que esta gente en ningún momento pretende articular un discurso mínimamente operante, capaz de ilusionar a los españoles. Haciendo gala de ese engendro ideológico que es el patriotismo constitucional, el Gobierno de la Nación es incapaz de justificar la permanencia de Cataluña en el proyecto de España, más allá de que es lo que dice la ley. Argumentos estos que no sirven de nada frente a un gobierno autonómico que hace de los hechos consumados su política.

Pero es que Cataluña es España mucho antes de que nos diésemos ninguna constitución y más allá de cualquier opinión, ya sea minoritaria o mayoritaria. A razón de esto, tenemos que estar dispuestos a darle una explicación directa a quien la crea necesaria.

El nacionalismo se ha dotado de unas ideas generales que todos nosotros sabemos que parten de premisas falsas, pero que no por ello pierden su fuerza entre el populacho desinformado. 

Nos han hablado de derecho de autodeterminación, de derecho a decidir y últimamente de votar. Es importante entender que democracia no equivale a votar, democracia significa que el poder viene del pueblo. Puede haber democracia con voto, siempre eso sí como medio para obtener cierto consenso y no verdades absolutas, porque ninguna mayoría puede convertir lo falso en cierto. Puede no haber democracia con voto; que es lo que sucede en Venezuela, donde la gente vota pero no se respetan los derechos civiles de los ciudadanos.

También puede haber democracia sin votar, ¿cómo puede ser esto? pues en la democracia original, la democracia ateniense, el sistema de elección que consideraban más democrático era el sorteo; ya que además de ser más difícil de amañar, en un sorteo todos los ciudadanos tenían las mismas posibilidades, mientras que en una elección se favorecía generalmente a los más ricos. Vuelvo a concluir entonces que democracia no equivale a votar, simplemente existe cierta correlación entre ambos términos.

Centrándonos en el problema que nos ocupa, que un territorio se arrogue el derecho de decidir algo que concierne a toda la nación, como es su configuración territorial, no puede ser algo democrático. De hecho, la unidad nacional es algo recogido en la práctica totalidad de las constituciones alrededor del mundo, y el motivo es simple: un país no puede estar permanentemente sometido al chantaje de una región cada vez que en esta no estén de acuerdo con lo que haya elegido el conjunto o atraviese cualquier tipo de dificultad.

El llamado derecho a decidir plantea otros problemas a su vez: para los independentistas resulta legítimo que sólo ellos decidan respecto a la secesión de su comunidad; pero niegan esa capacidad a las subdivisiones de su ansiado territorio. Si Cataluña puede independizarse, ¿por qué no Tarragona de Cataluña? ¿y los municipios? Si saliese el NO, ¿habría que votar de nuevo cada cinco años hasta que saliese el SÍ? Si saliese el SÍ, ¿se podría volver a votar dentro de cinco años si Cataluña se reintegra en España? Os respondo yo a todo que no, a eso apunta el borrador de la futura Constitución catalana. Es grande la hipocresía que rodea a los movimientos separatistas. 

El derecho de autodeterminación es por el contrario un término cuyo uso está en declive y la razón es simple: cualquiera que sepa leer puede comprobar en minutos que este principio recogido en numerosas resoluciones de la Asamblea General de la ONU, no es aplicable a Cataluña ya que sólo se aplica a los dominios coloniales o aquellos casos en los que el Estado margine o oprima a una parte de su población por motivos raciales o religiosos. El derecho de autodeterminación no se aplica a las naciones que han forjado su convivencia durante siglos, en cuyo caso la secesión sería incompatible con los principios de la ONU: "Art 6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".

Artículo relacionado: Autodeterminación: Entre la fragmentación y la globalización

En definitiva, ni Cataluña tiene derecho a la secesión, aunque todos los catalanes la quisiesen; ni mucho menos un puñado de separatistas tienen derecho a votar algo que no se les ha pedido que voten y que nos afecta a todos.

Hispano

martes, 20 de septiembre de 2016

La basura proetarra, en Vitoria contra la libertad, ¿algo nuevo?


El pasado viernes tuvo lugar en el barrio vitoriano de Judimendi un acto completamente normal en cualquier democracia civilizada del mundo, siempre y cuando ese lugar no sea una de esas regiones españolas en las que la extrema izquierda separatista campa a sus anchas. Como venía diciendo, el pasado viernes el partido patriota VOX ofreció un mitin en un centro cívico de la capital alavesa, hasta ahí todo normal teniendo en cuenta que este partido se presenta como candidato a las elecciones autonómicas del 25-S en el País Vasco. 

Pero como estas tierras no son un lugar nada normal, hoy no tenemos que hablar de este acto electoral; sino de los aproximadamente doscientos chimpancés que terminada la semana, no tenían otra cosa mejor que hacer que intentar reventar el mitin de la formación verde ya que, en su exigua inteligencia, juzgaron que los militantes de VOX no tenían derecho alguno a la libertad de expresión.

El número de asistentes a la reunión rozó el centenar y en la misma se dieron cita algunas personas destacadas en el partido; como las víctimas del terrorismo José Antonio Ortega Lara - funcionario de prisiones secuestrado durante 532 días por la banda terrorista ETA- o Ana Velasco Vidal Abarca -hija del comandante Jesús Velasco Zuzaola, asesinado por la ETA-; además de Santiago Abascal  -actual presidente de VOX-, entre otros.


La convocatoria de este acto fue señalada por los autodenominados "antifascistas" en diversos blogs y cuentas de las redes sociales. Como era de esperar, durante el mitin político empezó a congregarse ilegalmente una recua de unos doscientos borrokas en una bocacalle que conduce al centro; para acto seguido comenzar a ladrar insultos hispanófobos como "españoles hijos de puta", consignas usadas por el entorno de ETA como "Alde hemendik utzi bakean" (fuera de aquí, dejadnos en paz) o "Jo ta ke, irabazi arte" (luchar hasta ganar), además de amenazas de muerte a los asistentes como "Lo que tú necesitas es un tiro en la nuca". Como se puede ver, un grupo de jóvenes sanos y pacíficos; amantes del respeto, la cultura y el bien hacer.

Artículo relacionado: El timo del "antifascismo"

A la salida del acto ya sí, pasaron de la violencia verbal a la física; lanzando botellas, piedras y tuercas en dirección a los asistentes al mitin, lo que motivó cargas de la Ertzaintza para disolver esta piara de oligofrénicos. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos ni males mayores gracias a la protección de la Guardia Civil y la policía autónoma vasca.

En estos momentos los únicos partidos que me consta que han condenado estos hechos son UPyD y Ciudadanos. Ningún otro candidato a las elecciones vascas se ha dignado a condenar esta acción de terrorismo de baja intensidad. No es que espere que este tipo de hechos incomoden lo más mínimo a los nacionalistas o la extrema izquierda, es que ni el PSOE ni mucho menos el PP han siquiera reprobado esta vulneración de los derechos electorales y la libre expresión.
Sin embargo, la respuesta de los jóvenes de VOX a este intento de sabotaje no ha podido ser más brillante y ha logrado un mayor impacto que los propios incidentes en Vitoria. Durante un acto en Bilbao en el que participaba Otegi, uno de los militantes logró colar un altavoz que interrumpió el discurso del líder extraoficial de EH Bildu con los gritos de insutos y amenazas proferidos por sus propios cachorros proetarras en Vitoria. Mejor que veáis el vídeo para ver el careto que se le queda a Arnaldo el secuestrador:


Volviendo al primer tema que nos ocupa, hechos semejantes tuvieron lugar en Pamplona durante las Elecciones al Parlamento Europeo del año 2014. Un grupo de niñatos se dio cita mediante redes sociales, whatsapp y carteles en la parte vieja; para boicotear un mitin de según ellos "Fuerza Nueva" que iba a tener lugar en las Escuelas de San Francisco. Realmente se trataba de un mitin de la coalición eminentemente carlista Impuso Social, que con mayor o menor fortuna se presentó a los comicios a la Eurocámara. Como era de esperar, a la cita acudieron medio centenar de descerebrados (I. Antifa, gorrinos, etc) que se dedicaron a increpar y amenazar a los asistentes al acto, pero que no se fueron a casa sin unas buenas multas por violentar derechos electorales.


Desde que la banda terrorista ETA dejó al menos momentáneamente las armas, por mucho que se empeñen en emplear discursos pomposos en los que hablan de paz, normalidad y nuevos tiempos; esconden la realidad de que, en estas tierras, no rige el Estado de Derecho. No existe verdadera libertad ni paz donde los disidentes son amenazados y agredidos. La libertad no se gana mendigando, la libertad se toma por asalto. No mires a otro lado y haz tu parte para que las generaciones venideras lo sean de españoles libres.

Hispano

lunes, 19 de septiembre de 2016

Ciudadanos, ¿los enemigos de Navarra?


En esta casa de NavarraResiste.com tenemos una ventaja de esas que ya escasean: aquí no se hace política, ni de siglas ni de cargos. Estamos del lado de los que defiendan Navarra en, de, por y para España, sean los que sean. Y estamos en contra de los que atacan nuestra identidad nacional española, sean los que sean. Así que gozamos de la libertad de decir lo que nos parece bien o mal en unos o en otros, porque no les debemos nada y en cambio ellos se lo deben todo al pueblo navarro.

Hace unos días, la prensa abertzale pagada por el PNV (o sea, Diario de Noticias, léase Mentizias) publicó con gran escándalo que el presidente de UPN, Javier Esparza, había buscado “un acuerdo con Ciudadanos para que la formación de Albert Rivera no se presentara en Navarra en las elecciones generales”. Qué terrible noticia: Esparza creía que -según aquellas encuestas que luego le fallaron a Podemos- la candidatura de Ciudadanos, sin esperanza de escaño en Navarra según decían, “iba en beneficio de Podemos y de las fuerzas abertzales”. En fin, Esparza temía el sorpasso y trató de unir el voto españolista en Navarra.

Obviamente, si todo el voto de extrema izquierda y abertzale se unía existía el riesgo de dejar de ser la candidatura más votada en Navarra. Símbolos aparte, para los de UPN-PP eso implicaba unos jugosos puestos de senador… y para Esparza su continuidad como líder. Los 25.000 votos de Ciudadanos parecían casi una necesidad. Y no hay escándalo salvo en los acomplejados abertzales.

Hay que tener en cuenta que Ciudadanos en Navarra tiene como gestor provisional a Carlos Pérez-Nievas, exconsejero de Educación y exparlamentario de CDN, no muy exitoso en ninguna de las dos cosas pero siempre con buenos contactos en UPN. Y que UPN se lanzó a una campaña “anticiudadanos” a propósito del “antiforalismo” centralista que se reprochaba a los de Rivera. Un auténtico suicidio, porque por poco eficaz que fuese el ataque, Ciudadanos se quedó a 220 votos de entrar en el Parlamento en 2015, y su escaño habría quitado la mayoría al Cuatripartito de Barkos. Qué cosa tan mala es dejarse llevar por los vocingleros y negociantes de a bordo. Una buena razón para explicar el intento de Esparza, y para no repetir en el “anticiudadanismo” suicida.

Curiosamente, Ciudadanos no ha retrocedido por las acusaciones de adorar el Amejoramiento: señal de que hay decenas de miles de navarros para los que importan más España y el bienestar de los navarros de hoy que los apaños de la Transición y que una cierta discutible lectura del pasado. Lo que les ha lastrado hasta ahora ha sido más bien su no-organización en Navarra.

España es lo que importa. Yo entiendo que puede haber partidarios de una cierta lectura del Fuero, o de otra, siempre que ninguna incurra en falsedad. Pero España es antes que el fuero, y es más que el fuero, y Navarra es antes española que ningún amejoramiento. Esos son hechos. No me escandaliza que Esparza se acerque a Ciudadanos, que les vaya bien si es por el bien de la nación (la única que hay, España), y también si llegase aquí alguien a decir lo que ha dicho Gorka Maneiro en UPyD del País Vasco (“reforma del entramado institucional, supresión del Concierto Económico, denuncia de las corruptelas, redes clientelares y actitudes despóticas, denuncia de la política lingüística nacionalista, reforma de la ley electoral, …”). No nos asustamos: hay muchas maneras correctas de ver Navarra, que pueden compartir camino y pueden oponerse juntas a la amenaza batasuna, etarra, marxista, podemita y jeltzale. Así ha de ser, y lo único criticable son las divisiones dentro de ese frente navarro y español. Así que bienvenidos sean, si cumplen, los de Ciudadanos. Y todos los demás.

Caius

martes, 23 de agosto de 2016

Como piensa la candidata de Podemos a las elecciones vascas del 25-S

Tras la publicación en esta web del artículo "La gemela de Laura Peretz", se han producido dos nuevos acontecimientos; la designación oficial por Podemos de Pilar Zabala como candidata por parte de la formación morada a la Lehendakaritza, y la fecha para las elecciones legislativas (y por lo tanto, presidenciales) en la CAV; 25 de septiembre. Como no podía ser menos, la izquierda radical mediática está eufórica con la candidata podemita, tal y como reflejan sendos artículos en el diario digital público, y el periódico en su edición en papel Diario de Noticias. Lo bueno de ambos artículos es que han llegado (políticos y periodistas) a tal nivel de soberbia que van asomando "la patita" por debajo de la puerta.


Como podemos apreciar en el artículo del Diario de Noticias, Pilar Zabala Artano ha votado a la izquierda aberchale en el pasado ("en el pasado ha votado no solo a la izquierda aberchale", luego, que entre otros, ha votado a la izquierda aberchale). Por otro lado, en dicho artículo reconoce que su formación apuesta por el manido y rastrero "derecho a decidir", es decir, que los podemitas han asumido íntegramente las posiciones del PNV, PDC (antigua Convergencia), EHBildu, ERC, CUP, Compromis y BNG. En realidad, uno llega a plantearse si entre partidos como Podemos y Bildu en País Vasco y Navarra existe alguna diferencia sustancial.

Por otro lado, el diario digital ex-zapaterista y filopodemita Público.es (antiguamente también tuvo edición en papel que afortunadamente pasó a mejor vida) también recoge una entrevista la gemela política de Laura Peretz, os dejamos unas cuantas perlas del mismo, que de nuevo pueden ser las declaraciones del candidato/a a Lehendakari de Podemos o de Bildu


¿Eso significa que está a favor del derecho a decidir? 

Claro que sí. Podemos está a favor del derecho a decidir. 

¿Usted se siente vasca, española o las dos cosas?

Mi identificación es, principalmente, con esta zona territorial. Yo me siento vasca, porque siempre he vivido aquí, y esta tierra me tiene maravillada.

Han pasado casi seis años del fin de la violencia de ETA, pero el proceso de paz no termina de consolidarse. ¿Quién tiene responsabilidades?

En este tema hay dos puntos importantes, que además son claves para desbloquear el proceso de paz. Por un lado, la sociedad vasca lleva mucho tiempo pidiendo que ETA se disuelva y entregue las armas. Eso debe hacerse cuanto antes, de la manera más garantista posible. Por otro lado, está la actitud del Estado español, que está haciendo una dejación de sus funciones. El proceso de paz debería ser una prioridad para el gobierno; no hay que olvidar que estamos hablando de una situación que ha generado muchísimas víctimas mortales de manera totalmente injusta. Lo que ocurre es que el gobierno del PP no es amigo de dialogar, y eso es un fallo enorme. Sabemos muy bien que cualquier conflicto, sea del ámbito que sea, jamás alcanza una solución si no hay diálogo. Así que hay que presionar para que el Estado cambie de actitud, porque el gobierno del PP no ha hecho nada. Pero también hay que presionar para que ETA se disuelva y entregue las armas. Son dos requisitos igual de importantes.

¿Un Gobierno Vasco a cargo de Podemos se implicaría en este asunto? 

Si gobernase Podemos, se facilitaría un final definitivo de la violencia bastante más rápido que si lo hiciese cualquier otra fuerza política.

Por supuesto. No olvidemos que Podemos es un partido de carácter estatal, por lo que la fuerza y el apoyo puede ser mucho mayor. Si gobernase Podemos, se facilitaría un final definitivo de la violencia bastante más rápido que si lo hiciese cualquier otra fuerza política.

Usted pertenece a una familia golpeada por el terrorismo de estado. ¿Ese tipo de víctimas ha tenido el mismo trato que las víctimas de ETA?

Por supuesto que no, y es una pena. Esto demuestra que no se han respetado los derechos humanos de todas las personas. De hecho, hoy por hoy, tras una interpretación del Ministerio del Interior, hay víctimas del terrorismo de estado que no son reconocidas como tales. Eso es realmente grave. Existe un informe de un catedrático de Derecho Penal, Ignacio Muñagorri, que advierte que el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, prevarica cuando realiza ciertas interpretaciones de la ley en determinadas sentencias. En el caso “Lasa y Zabala”, en el que hubo una sentencia con personas condenadas a 75 años de cárcel, el hecho de que a nosotros no nos consideren víctimas del terrorismo resulta un agravio comparativo y una nueva vulneración de los derechos humanos. Con esa decisión, el ministerio del Interior protege a los torturadores y asesinos y desprotege a las verdaderas víctimas, que somos nosotros. Esto es de una gravedad tal que deberá ser solucionado por el derecho internacional. 

¿Qué le parece que se siga aplicando la política de dispersión contra presos vascos?

En este tema son muy importantes las aportaciones de las asociaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, o de distintos expertos y juristas. Todos ellos coinciden en señalar que la dispersión no favorece la reinserción social, y la propia Constitución española dice que las personas presas deben reinsertarse en la sociedad. La dispersión es un castigo para los familiares. Hay personas que tienen 80 años y no pueden desplazarse a ver a sus hijos, y eso el derecho internacional no lo considera humanitario. Aquí se han aplicado medidas de excepción en materia penitenciaria debido a la violencia de ETA, pero ahora llevamos casi seis años sin actividad armada. Si la dispersión no favorecía nada antes, menos sentido tiene hoy. Tampoco debemos olvidarnos de las personas enfermas que siguen en la cárcel: lo último que necesitan es sufrir la dispersión. 

La Abogacía del Estado va a intentar que Arnaldo Otegi no se pueda presentar como candidato de EH Bildu a las elecciones autonómicas. ¿Qué le parece?

En democracia debe ser la ciudadanía quién elija si una persona es candidata o no. La Abogacía del Estado y la Fiscalía siempre han sido partidarias de determinadas maniobras que no han sido muy democráticas. En este caso, considero que Otegi ya ha cumplido su condena, y debe ser la ciudadanía vasca quien tome decisiones.

Viriato

jueves, 16 de junio de 2016

Vencedores y vencidos 10 días antes de la batalla del 26J


Casi todas las encuestas de estos días, empezando por las oficiales del CIS, dan otra vez 2 diputados a UPN-PP, otros 2 a Podemos y 1 al PSN. Es decir, que Navarra ha perdido 6 meses desde las elecciones de diciembre para volver a mandar a Madrid a Ione Belarra y Eduardo Santos de Podemos, a Carlos Salvador e Íñigo Alli de UPN-PP y a Jesús Mari Fernández del PSOE. No parece una buena inversión ni es un buen negocio. No desde luego si se trata de defender los intereses de Navarra en España y de que no nos defraude aún más el sistema político.

Y el 26J parece que tendremos más de lo mismo, que no es bueno. Once candidaturas concurren en Navarra a las elecciones generales repetidas. Entre los 11, divisiones y más divisiones. Como siempre, unos quieren cambio y otros continuidad. Unos quieren unidad nacional de España otros fomentan o al menos pueden aplaudir su ruptura. Unos de izquierdas y otros de derechas, aunque no sepamos con claridad qué quieren decir. Unos apoyan el cuatripartito de Uxue Barxos (pero van en 4 listas distintas) y otros dicen que lo rechazan (pero en muchas cosas le ríen las gracias y no se unen contra ella).

El cuatripartito es casi de chiste. Unidos como una roca en las políticas antiespañolas del actual Gobierno de Barkos, se presentan por separado al Congreso y al Senado, defendiendo programas diferentes. ¿Son lo mismo o no lo son?

En diciembre de 2015, por ir solos y por la subida de Podemos, Geroa Bai y EH Bildu perdieron los escaños que tenían en el Congreso. Formalmente, sólo un escaño en el senado se quedó para los nacionalistas, y sólo por una ficción fallida de coalición. Ahora no se les augura ni eso. IU, por supuesto, sigue fuera del Congreso y del Senado por Navarra, como casi siempre.

El gran cambio político de diciembre del 15 fue que Podemos quedó como segunda fuerza por Navarra y consiguió dos escaños. Son, en votos, los líderes de la coalición de Barkos. ¿Eso hace al nacionalismo más débil? Desde luego que no. Pablo Iglesias, si necesita al nacionalismo vasco, pedirá su apoyo y sus votos y le dará a cambio lo que exija, sea Navarra sea independencia. Curiosamente, con más diputados no-nacionalistas y menos diputados abertzales Navarra está en más peligro que antes. Y esto es el resultado de una buena jugada estratégica de Podemos: acuden solos a las urnas con lo que pueden decir dentro y fuera que no son abertzales, que defienden lo mismo que en toda España y además captan votos navarros de protesta que nunca votarían nacionalista; y a la vez juegan con sus resultados y los de los abertzales para sus maniobras de poder en toda España.

El único cambio que puede haber en Navarra es en el quinto escaño al Congreso… si el PSN no da la talla con Pedro Sánchez y deja de ser tercera fuerza, su escaño podría ir a quien les sustituyese, sea Bildu sea, más improbablemente, Geroa Bai. Ciudadanos necesitaría crecer mucho para llegar a disputar ese puesto, aunque tuvo en diciembre un buen resultado de los decepcionados por el centrismo oficioso, y eso pese a una campaña agresiva desde un foralismo muy mal entendido.

La verdadera cuestión no son unos resultados que más o menos conocemos ya… lo angustioso es qué sistema político tenemos cuando nos presentan al senador José Cruz Pérez Lapazarán como un modelo de rejuvenecimiento de la política y de  lucha contra la corrupción, la política profesional y la mezcla de intereses empresariales; o al eurodiputado Pablo Zalba como un modelo de entrega, vocación y formación políticas; o a los candidatos batasunos de Bildu, aliados hoy y siempre de los podemitas, como defensores de la identidad de Navarra. Yendo así, gane quien gane, perderemos todos.

Caius

martes, 14 de junio de 2016

"Sorpasso" en la izquierda española


Sorpasso es un término italiano que significa adelantar y que no recoge el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE). El término fue introducido en la política española por el "Califa de Córdoba", Julio Anguita, cuando popularizó en la década de los noventa del pasado siglo la teoría del sorpasso al PSOE, que consistía básicamente en desplazar a los socialistas como fuerza hegemónica de la izquierda. El jueves 9 de junio el CIS confirmaba las últimas encuestas dejando a la coalición UP (Unidos Podemos) como segunda fuerza parlamentaria en las próximas elecciones generales del 26-J.

¿Marketing o realidad? hasta donde UP son una conjunción de marxistas y socialdemócratas o un partido neoizquierdista radical, postmaterialista, post marxista y postsocialdemocrata

De confirmarse la tendencia, el PSOE sería por primera vez  en los últimos cuarenta años el tercer partido en el Congreso de los Diputados, desplazado por otra fuera política de "izquierda". Por su parte, IU/PCE han sido absorbidos por esa fuerza política de izquierda radical que, como el PSOE de los años 70, anda a medio camino entre el marxismo y la social-democracia. En realidad nos encontramos con un Deja Vú a escala nacional: el PP vendría a ser la UCD (y Mariano Rajoy una especie de Adolfo Suarez) y Podemos (previa absorción de IU/PCE) pretendería emular al PSOE postmarxista de Felipe González Márquez.

A pesar de todo esto, la llave de la gobernabilidad parece que la va a tener un PSOE con cerca de 80 diputados (ya les gustaría a muchos partidos pequeños o incluso extraparlamentarios como Vox o UPyD tener esos resultados), que será quien podrá mantener en el poder cuatro años más a Mariano Rajoy o entregarle la Moncloa a Pablo Iglesias II. Todo indica que no van a variar mucho los votos que obtuvieron las distintas siglas con representación parlamentaria, e incluso, la coalición de Pablo Iglesias II obtendría menos votos de los que obtuvieron Podemos e IU por separado el 20-D, sin embargo, el millón de votos de IU/PCE , sumados a los votos podemitas, equo y confluencias, al juntarse superan el voto socialista confirmándose el mencionado sorpasso.

Ahora cabría hacernos la siguiente pregunta;  ¿cómo hemos llegado a esto?. Está claro que Podemos ha podido surgir gracias al apoyo mediático, principalmente de los canales de TV La Sexta y Cuatro (quebrados primero y integrados después en los holdings A3Media y Mediaset) y un apoyo más tímido del resto de cadenas salvo alguna salvedad. Siendo la "caja tonta" el principal instrumento de consumo de noticias en España (muy por encima de internet o la prensa escrita), no es de extrañar que la gran revelación política que ha encauzado la legítima protesta e indignación ciudadana haya sido el partido y los candidatos del mismo que les han sido puestos en bandeja a los ciudadanos desde la televisión.

Pues bien, La Sexta, Cuatro y el desaparecido periódico en papel Público vieron la luz gracias a un empeño personal del ex Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó incluso a enfrentarse con el todopoderoso Grupo Prisa/El País para sacar adelante estos nuevos medios de comunicación más dóciles al proyecto de reingeniería social zapaterista. Gracias a estos medios que, una vez integrados en los anteriormente mencionados holdings han mantenido intacta su línea ideológica, han servido de altavoz para moldear a la opinión pública española en torno al proyecto Zapatero de reingeniería social. Y han sido estos medios los que una vez desacreditado el PSOE por su negligente gestión socio-económica, corrupción y sumisión a Bruselas/los mercados, han decidido sustituir unas siglas totalmente "desacreditadas"  por una nueva marca con un mismo proyecto/fin.

El factor sociológico y cultural que ha permitido otorgar una enorme base social (y electoral) a podemos no se puede entender sin tener presente las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero, a la postre, el principal enemigo del PSOE y el causante último de su ruina

Pero no vayan a creer nuestros lectores que la culpa de Podemos ha sido exclusiva de los canales televisivos patrocinados por el nefasto Zapatero. El Partido Popular de Rajoy, Sorayitas, y el matrimonio S.A. Arriola/Celia Villalobos también ha apostado por un podemos fuerte que retenga el "voto del miedo" y ponga al PSOE en la tesitura del "susto o muerte" (o susto de muerte). Un PP cercado por la corrupción, sin principios ni apenas línea ideológica y con una situación laboral, social y económica desastrosa, ha apostado por crear un monstruo político enfrente que obligara a los votantes y a partidos como el PSOE/C´S a apoyar la investidura de Rajoy, sin importarles nada el interés general, la nación y los españoles.

El próximo 26-J puede ocurrir cualquier cosa, y todas las opciones están encima de la mesa, pero está claro que Unidos Podemos es un "tsunami" político no por méritos propios, sino por décadas de adoctrinamiento progresista/separatista en la educación, la cultura y los medios de comunicación de masas, con una clase política totalmente alejada de la ciudadanía y sus problemas reales, que anteponen el interés personal al general. El egoísmo de Sánchez y Rajoy (y la geo-estrategia de los Arriola de turno) nos han precipitado a la "segunda vuelta", veremos que nos depara las próximas elecciones generales, hasta donde llega el sorpasso por la izquierda, y quien ocupará la Moncloa para los próximos cuatro años.


Frente a la "estrategia del miedo" que nos vende a Unidos Podemos como un nuevo "soviet", la formación de Pablo Iglesias II es mucho más complicada que resumirlo todo en el clasicazo de "comunistas". Si bien una parte de los cuadros son marxistas, filomarxistas o postmarxistas, ni la mayoría de los votantes son marxistas (probablemente ni sepan lo que es el marxismo), ni la coalición roji-verde-morada tenga como meta la URSS o Cuba propiamente. Sin embargo, no es descartable que Venezuela, Bolivia, Ecuador y Grecia sean los proyectos que tengan en mente, los cuales, si bien no encierran a sus oponentes en Gulags siberianos ni se gastan el dinero en misiles intercontinentales, dejarán España en una situación social, económica y política muchísimo peor que Suarez, Zapatero o Rajoy, eso si sobrevive unida....

martes, 17 de mayo de 2016

El PSOE en Navarra se tambalea. ¿Buena o mala noticia?


Un escalofrío recorre España. IU y Podemos concurren unidos a las elecciones de junio, y pueden –o más bien desean- adelantar en votos y escaños al PSOE. Los socialistas podrían, según algunas encuestas, quedar reducidos a tercera fuerza electoral, muy menguados en el Congreso y casi extinguidos en el Senado de no ser por sus feudos andaluces. Esto sería una catástrofe para el partido de Felipe González, que ha gobernado España durante seis legislaturas constitucionales. Pero sería aún más grave, aunque no necesariamente malo, para la Nación como tal, donde con todos sus inmensos errores la existencia del PSOE ha permitido la creación y supervivencia del actual sistema. En junio veremos.

En Navarra lo ya estamos viendo. El PSOE fue primera o segunda fuerza en Navarra desde 1977 a 2011, pero desde 2011 es la tercera, y puede ir a menos. Aquí no hacemos política y nos dan igual las siglas siempre que su meta no sea destruir la Navarra española. Justamente por eso, por el impacto nacional, hay que valorar la actual crisis agónica del PSOE navarro.

Esto viene de lejos, de muy lejos. Los socialistas gobernaron dos legislaturas casi enteras Navarra, desde 1984 con Gabriel Urralburu; fueron años de expansión y no malos en algunas cosas, sobre todo en que los socialistas empezaron a hacer caso a sus propias bases y abandonaron las simpatías abertzales de algunos antes. Pero Urralburu perdió en 1991, y fue a la cárcel por corrupción después. Mala recomendación, y peor aún porque su sucesor en el PSOE y presidente de un Gobierno de coalición, Javier Otano, también fue imputado por corrupción y cohecho en 1996.

Entonces no se hizo limpieza dentro, como quería la Comisión Gestora de Víctor Manuel Arbeloa. Y desde entonces el PSOE ha vivido dividido en su interior, tanto por temas de dinero como por asuntos de política más o menos cercana a UPN, como también por la tentación de su parte más extremista de volver al poder de la mano de los independentistas vascos. Aunque saben que sus votantes no son abertzales, y que sean o no de izquierdas quieren una Navarra en España, los cantos de sirena del separatismo llegan una y otra vez a ellos.


¿Y les va bien? La verdad es que no, y cada vez peor. Juan José Lizarbe como candidato perdió en 1999 y 2003, con Fernando Puras en el 2007, Roberto Jiménez perdió en 2011 y María Chivite perdió en 2015. Con Roberto Jiménez el PSOE pasará a ser sólo la tercera fuerza política en Navarra. Y si sus 9 escaños forales parecieron una catástrofe entonces, en 2015 han sido 7. ¿Cuál es la clave? A mayor radicalismo, a mayor cercanía a las posturas nacionalistas de unos y a las de extrema izquierda de otros, peor les va. Yendo a lo que nos ocupa, a mayor identificación con la Navarra Foral y y Española les ha ido mejor porque es lo que su gente quiere; y más extremismo y más nacionalismo, peor.

¿Cómo de peor? Tanto como para haber llegado a ser TERCER partido de Navarra, sin representación en las Cortes generales, e incluso en 2016 con el riesgo de ser hasta CUARTO, según como vaya el intercambio de favores entre Bildu, Geroa y Unidos Podemos. Un auténtico hundimiento.

Para la defensa de Navarra no es necesariamente bueno que se hunda o desaparezca un partido que, al menos un par de décadas, ha sido un centroizquierda más o menos respetuoso de las libertades y han respetado la españolidad de Navarra. El drama del PSOE es que algunos han fomentado el voto radical, que luego ha terminado en las arcas de podemos; otros han sido complacientes con el separatismo, y eso son votos para Bildu y Geroa Bai; y la gente normal que quiere una Diputación honrada y que funcione en una provincia bien organizada puede terminar votando a UPN o sencillamente no votando.

Por Navarra y por España, y aunque tengamos ideas políticas bien diferentes, habría sido mejor que el PSOE no viviese esta crisis. Si existe peligro de que los radicales tomen el poder es, por supuesto, culpa del mismo PSOE en los años anteriores, y también de UPN-PP, pero muchos preferiríamos ver un PSOE español y defensor de sus ideas respetando la libertad de todos en vez de ver sus votos en manos de los comunistas y proetarras que nos llevan al enfrentamiento civil.

Caius