lunes, 22 de mayo de 2017

Pedro Sánchez regresa a la primera línea de la política


Con un resultado predecible todavía es pronto vaticinar sus consecuencias; el PSOE ¿va camino de su recuperación, de estancarse o de su autodisolución?. Todo dependerá de la línea política que lleve a partir de ahora Pedro Sánchez, pero todo apunta a que intentará una aproximación a Podemos y a los separatistas, para lo cual, tendrá que ceder no se sabe cuántas cosas más para poder compartir viaje con semejantes compañeros. Al final la "democracia interna" vía primarias ha supuesto que un grupo de militantes (en torno al 25% de los afiliados, ya que la mitad no han votado y solo la mitad de los que han votado lo han hecho por Sánchez) van a decidir por los millones de votantes socialistas, y por extensión, por el resto de españoles. Curiosa forma de entender la democracia interna y la participación, veremos en que va quedando.

Particularmente a la mayoría de españoles nos importa un comino lo que ocurra con el PSOE, no sería el primer partido en España que pasa de gobernar a desaparecer, véase la Unión de Centro Democrático (UCD). El problema estriba en que, mientras el PSOE termina o no de hundirse, escindirse o incluso desaparecer, puede llegar a terminar de abrir las puertas a los enemigos de la nación española (globalistas, extrema izquierda y separatistas) e incluso llevársela por delante en un momento tan delicado. No es que Susana Díaz, Pachi López, JL Rodríguez Zapatero o Felipe González fueran mucho mejores, el problema es que Sánchez está dispuesto a traspasar barreras y líneas rojas que todos los anteriores jamás habrían llegado a pasar ni en los peores momentos del PSOE en la transición. Con Sánchez es como si el PSOE regresara a la década de los años 30 del pasado siglo, se estaría frentepopularizando, eso sí,  versión 4.0.


Todavía es pronto para analizar las consecuencias de la decisión de 67.125 personas de devolverle la Secretaría General del PSOE a un personaje tan funesto y extremista como Pedro Sánchez, pero la cosa no pinta bien. Si el PSOE decide suicidarse, mientras no le afecte al futuro de España, se puede ir por donde vino, lo triste, repetimos, es que pudiera afectar a nuestro futuro como ciudadanos de la nación española. A todo esto, en clave navarra, si el PSN-PSOE apoya mayoritariamente a Sánchez y éste a su vez es el Secretario General más proclive a los separatistas que ha habido nunca en el PSOE (que ya es decir), nos podemos imaginar por donde va a transitar el PSN-PSOE y hacia dónde va a inclinar sus pactos post-electorales en Navarra...

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