lunes, 22 de mayo de 2017

Cuando Koldo Martínez habla de ETA, sabe de qué habla


¡Menuda trifulca organizó, seguramente sin proponérselo, Koldo Martínez el pasado 18 de mayo!

El portavoz de Geroa Bai en el Parlamento de Navarra aseguró que en el PSN-PSOE había asesinos de ETA. Inmediatamente, la socialista le exigió rectificación bajo amenaza de querella judicial. Y Koldo rebajó tensión, modificando un poquito su afirmación. Cortesía parlamentaria y, de paso, evitar la querella. Además, nunca es bueno abrir algunas cajas de truenos, cuando pueden estallar muy de cerca y a quien menos lo espera.

Para recordar el incidente, puede leerse esta crónica del Menticias, bastante jugosa y detallada en sus expresiones exactas; por lo que dice y por lo que omite.

El incidente tuvo ciertas consecuencias, entre otras, que se incendiaron las redes. Así, resultó sorprendente observar cómo furibundos derechistas antisocialistas insultaban a Koldo Martínez con todo tipo de improperios: malnacido y demás. Como dice Pío Moa, la derecha no tiene cultura política; ni memoria, añado yo. No en vano, las cosas que vamos a recordar también se vivieron en Navarra durante aquellos lejanos años, si bien algunos ya estaban por Madrid y no las sufrieron; aunque ahora regresen y pretendan dar lecciones, o no habían nacido. Entonces, la afirmación de Koldo, siempre tan serio, tan circunspecto, tan puritano… y sectario, ¿fue una absoluta mentira?

Si recurrimos a santa Wikipedia, la vida política de Koldo Martínez Urionabarrenetxea, otro guiputxi más de los que pululan con mando en plaza, nacido en Escoriaza en 1953, se iniciaría en 1991 como candidato a la alcaldía de Pamplona por Euskadiko Ezkerra (EE). Recordemos que EE nació de su antecesor EIA, brazo político de ETA (pm). En 1993, EE se disuelve y buena parte de su gente se integra en el PSOE. Los más fieles intentaron mantener una sigla análoga y el espíritu de la formación desaparecida dando lugar a Euskal Ezkerra (EuE). El intento no prosperó y se disolvió.

Pero a Koldo siempre le picó el gusanillo de la política y se recicló, para desembarcar, años después, en Nafarroa Bai, despuntando especialmente en enero de 2012 al ser elegido presidente de Zabaltzen; asociación de “independientes” (entre otros, los escindidos de los ex–peneuvistas de EA, Hamaikabat) integrada en Geroa Bai, coalición que sucedió en espíritu y cuerpo a Nafarroa Bai.

Este es el relato oficial. El de Wikipedia. El “presentable”. El que le interesa al propio Koldo. Y su partido. Y a su Gobierno. Y, acaso, al resto de todas las izquierdas.

El asunto es que Wikipedia no cuenta todo, todito. De hecho, cuando Koldo recala en EE ya no era una virgencita… políticamente hablando.

Es cierto que ya había culminado su gira europea, habiéndose especializado en bioética clínica, y que había regresado a la Navarra de sus estudios médicos en la “universidad del Opus”.

Pero, como jovencito, y no tanto, ¿acaso no tenía pasado?

Pues va a ser que sí.

En los convulsos años de la Pamplona de finales de los setenta, Koldo ya era una figura mítica en el bullicioso mundo de la autodenominada “izquierda abertzale”, o acaso sea mejor decir, “izquierdas abertzales”.

Era un mundo complicado, sólo para iniciados, con multitud de siglas que surgían, y que en su mayoría derivaban en otras, cuando no desaparecían.

Ya existían, y asesinaban para demostrarlo, sus organizaciones terroristas: ETA (Militar), ETA (Político- Militar) y los Comandos Autónomos Anticapitalistas.

ETA (pm) se escindiría en dos (VII y VIII Asamblea, respectivamente) y sus comandos beriziak (“especiales”, a modo de “cuerpo de élite”) se pasaron en bloque a ETA (m), reforzando su mortífero potencial criminal.

Existían varios partidos políticos semiclandestinos: EIA (Euskal Iraultzarako Alderdia), impulsado por ETA (pm); EHAS que generó el HASI (Herri Alderdi Sozialista Iraultzailea) de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS; liderada, no lo olvidemos por ETA Militar), LAIA (también en KAS, pero luego escindido en LAIA Ez y LAIA Bai); más escisiones, integraciones, etc., etc. Se estructuraban “organismos de masas”: LAK, LAB, ASK… Y se movían los grupos estudiantiles, entre los que Koldo era una figura ya mítica por entonces.
Eran varios: IAM (Ikasle Abertzaleen Mugimendua), más o menos próximo a HASI y por tanto a ETA (m); EGAM (Euskadiko Gaztedi Abertzaleen Mugimendua), cercano a EIA (en la órbita, pues, de ETA Político-Militar), GAI (Gaztedi Iraulyzaile Abertzaleak), etc.

Tampoco las cosas estaban del todo claras. Había quienes estaban en IAM pero les gustaba EIA. Y quien estaba en EGAM pero le atraía HASI. Unos se conformaban con ir a manifestaciones, o hacer huelgas estudiantiles, o señalar “fascistas” y apalearlos, pero otros pasaban a la “clandestinidad”; es decir, se integraban en alguna de esas organizaciones terroristas.

Las cosas se fueron perfilando poco a poco, hasta la disolución de ETA (pm) y la consolidación de EE, partido que pese a sus tremebundos orígenes, jugó un papel interesante en la “pacificación”, moderándose notablemente para recalar, finalmente, en el  PSE-EE-PSOE.

Hubo gente que, militando en ETA (pm), pasó a ETA (m). Y viceversa. Otros que estaban en HASI pasaron a EIA,  en su día EE, o se fueron a su casa. Hubo de todo. ¿Y Koldo? Por entonces, las gentes del lugar -de aquellos institutos públicos de Pamplona que entonces eran únicamente cuatro (los dos ahora unificados bajo la denominación Plaza de la Cruz, Irubide y Ermitagaña) y del Centro de Formación Profesional Virgen del Camino- experimentaban tras la muerte de Franco una ebullición ideológica masiva y enfermiza.

La Unión de Juventudes Maoístas (de la mítica ORT) era, acaso, la más numerosa de las organizaciones presentes en aquellos cinco centros; pero con la misma potencia y rapidez con que apareció, se disolvió en el tiempo; nunca llevaron bien que se les acusara de “españolistas”. Ya estaban, para recordárselo, los chicos de IAM, EGAM y GAI. Y Koldo era un maestro, un líder, un veterano admirado que aconsejaba, orientaba, debatía… sobre todo entre los primeros.

Sin duda entonces conoció a muchas gentes, que derivarían en todo tipo de posiciones políticas; especialmente en el seno de los confusos, salvo para iniciados, contornos de las izquierdas abertzales. Pero también en otros lares.

Seguro que Koldo conserva una formidable memoria. Y algunos papeles. Y sería maravilloso que un día lo pusiera todo ello en negro sobre blanco y no omitiera detalles. Que conste que no lo decimos para reabrir sumarios, pues entendemos que por medio de la Amnistía del 77 se pretendió cerrar, de una vez con todas, con las heridas de la guerra civil y violencias posteriores; aunque muchos de sus beneficiados y descendientes se empeñen en reabrirlas en una única dirección. Como decíamos, con aquella amnistía, de la que los de ETA (m) especialmente se sirvieron para seguir asesinando a mansalva, tantísimos pecadillos de jovencito, tales como hacer pintadas de IAM junto al histórico Patxi Zabaleta a finales de 1976 por los que ambos fueron detenidos, pasaron a mejor vida. En todo caso, seguro, segurito, que nos asombrarían muchas cosas de las que podría narrar Koldo, salvo un lamentable ataque de amnesia prematura, que Dios no lo quiera.

Pero, en todo caso, lo de dar lecciones de moral, ética, memoria histórica y demás, Koldo de verdad, nada de nada. Que ya te vale. No eres quien.

Una colaboración de el colibrí

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