jueves, 15 de febrero de 2018

La enseñanza en euskera toca techo en Navarra


Este pasado martes comparecía la consejera de Educación María Solana y en respuesta a aquellos que le acusan de arrinconar los modelos en inglés para promocionar tan sólo el modelo D en euskera, cuestión evidente y que ve cualquiera con dos dedos de frente; ella respondió que el inglés se estudia en todos los centros de Navarra, mientras que el euskera no.

Vamos, que en el PNV/GeroaGuay se pasan por el forro los deseos de los padres navarros que quieren que sus hijos aprendan bien la lingua franca de nuestros días, con la que te puedes comunicar en mayor o menor medida con mil millones de personas. Para ellos, lo que realmente tienen que aprender todos los chavales es a chapurrear euskera, una lengua que no llega al millón de hablantes, el 90% de los cuales ya puedes hablar con ellos en español.

Todos tenemos predilección por nuestra lengua materna eso está claro, pero las lenguas son al fin y al cabo un medio para la comunicación entre las personas. El problema viene cuando son utilizadas de forma política para dividir comunidades humanas ya establecidas. Cuando se quieren imponer con embudo a quienes no las hablan, se convierten en una catetada que creará animadversión entre aquellas personas a las que se pretende hacer tragar con ellas.

Mientras tanto ayer, era el sindicato UGT el que interpelaba públicamente al Eusko-Gobierno de Navarra debido a que un estudio sociolingüístico reciente, financiado por entidades públicas como el Instituto Navarro del Euskera, había puesto datos a una realidad que es un secreto a voces: si tan sólo un 12,9% de los navarros hablan euskera, sólo un 6,7% del común de los navarros lo usan. Esto quiere decir que sólo la mitad de las personas que aprenden euskera lo acabarán usando en su vida diaria, lo que es una puñetera ruina después de los millones de euros gastados en prebendas, campañas promocionales e ikastrolas.

Según este mismo estudio, sólo un 2,9% de los pamploneses usa el euskera en su vida diaria. Estos datos contradicen los del Gobierno de Navarra, que equipara conocimiento de euskera (12,9%) a uso del mismo (6,7%) para crear de forma artificial una demanda de funcionarios vascoparlantes que no se corresponde al uso real de la lengua.


A estos datos se suman las cifras de prematriculación de este año, según las cuales los padres que demandan que sus hijos estudien en vascuence han bajado de un año para otro del 30,8% al 29,5%; mientras que los padres que quieren que sus hijos estudien en el modelo PAI (en inglés) pasan del 30,9% al 32,2%.

La enseñanza en euskera ha tocado techo y eso que en lugares como la zona no vascófona ofrecen de forma cuanto menos fraudulenta todo tipo de facilidades exclusivas, como autobuses y comedores gratis para los alumnos de los modelos en euskera; e incluso incumplen sus propias normas dado que pretenden montar este año dos clases con menos de 8 alumnos, mínimo legal que se habían impuesto, mientras que hay clases castellanoparlantes con más de 25 alumnos que no se desdoblan.

A partir de ahora si quieren que más chavales reciban su ración de adoctrinamiento abertzale con la excusa del euskera, no les va a servir el recurrir a los privilegios, las mamandurrias y el chantaje emocional, van a tener que imponer la inmersión lingüistica en euskera en toda Navarra, para todos y por cojones.

 Imágenes vistas recientemente en institutos del modelo D en Pamplona y que ponen a este modelo como lo que es: una secta de adoctrinamiento abertzale. En el Instituto Eunate de la Chantrea, modelo D, no hay adoctrinamiento (NavarraConfidencial.com)

Por último, lo que nos vienen a decir todos estos datos es algo que ya sabíamos: el euskera es una lengua en caída libre desde hace siglos que actualmente sólo se sostiene mediante el dinero público. Es un mero trámite para pasar el filtro euskaldún del funcionariado, un pozo sin fondo de recursos sin utilidad práctica más allá de la instrumentalización política que hace de ella el nacionalismo vasco.

Hispano

3 comentarios:

  1. Se puede decir más alto, pero no más claro.

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  2. Me parece que poner inglés y vascuence en el mismo plano es un error. Son lenguas a las que se reservan usos muy diferentes. Quien estudia inglés no quiere cambiar su identidad española; pero puede necesitarlo para emigrar. Sin embargo, muchos de los que estudian vascuence sí esperan construirse una nueva identidad nacional que los separe de España algún día. No tienen prisa; cada generación va poniendo su granito de arena.

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    1. Pues sí, hay lenguas que se estudian para que las personas se comuniquen, por desgracia estos agitan el vascuence para separar lo que está unido.

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