jueves, 20 de abril de 2017

Cambiar la toponimia para cambiar Navarra


Los separatismos manipulan la Historia, es algo que todos sabemos y que hacen para dotar de una visión pseudohistórica y romántica al imaginario antiespañol imprescindible en su proceso de construcción nacional. La toponimia; es decir los nombres de las localidades, los ríos, las montañas y los lugares; son un legado importante de nuestros antepasados que nos dice de dónde venimos y por lo tanto quiénes somos. Como los abertzales pretenden formatear nuestro pasado para robarnos el futuro, es una lucha que no van a dejar pasar.

Ayer mismo nos enterábamos por la prensa de que el Gobierno euskaldún de Uxue Barkos prepara con nocturnidad y alevosía un proyecto de Decreto Foral que se mete de lleno en el jardín de la toponimia impostada y que pretende que en las señales de toda Navarra consten también los términos vascos de las localidades; independientemente de que no sean oficiales o directamente sean un invento que no respeta ni la Historia de la localidad, ni la falta de uso del euskera en la misma. No sólo es el dineral que nos costarían estas nuevas señalizaciones o el plomazo de visualizar carteles en carretera con términos redundantes, todo esto es lo de menos, es la forma sibilina de manipular nuestro pasado para controlarnos.

No hace falta ser  Nostradamus para vislumbrar el proceso que van a emplear para sustituir la toponimia hispana por otros términos reales o inventados, sólo hace falta ver el procedimiento y los resultados que han obtenido en el País Vasco, que ha sido gobernado durante décadas por la rama vascongada del PNV/Geroa Bai.

El primer paso consiste en exigir como van a hacer ahora, que las señales sean bilingües allá donde sólo consta un término en español. No el bilingüismo en toda Navarra, puesto que esto esto requeriría poner también en español muchos carteles que sólo usan términos euskaldunes en la mal llamada zona vascófona, una zona que realmente es mixta al contrario que los lugares de la actual "zona mixta" en los que hasta en los patios de las ikastrolas puedes escuchar a los críos jugando en castellano. 

Una señal a la entrada de Lecumberri que algún patriota se ha encargado de decorar

En segundo lugar, alegarán que los términos en vasco tienen que tener la preferencia respecto a los términos en castellano, ya sea en orden o en tamaño. Esto es algo que ya se está viendo en muchos pueblos de la Cuenca de Pamplona en los que gobierna Geroa Bai/PNV. Hace algunos años se puso de moda el poner carteles a la entrada de las localidades y en contra la mal llamada violencia sexista, un brindis al sol que no viene a solucionar nada con respecto a la problemática de la violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico. 

Paradójicamente, los proetarras de Bildu colocaron carteles en las entradas de la ciudad en los que se daba prioridad a la leyenda "Pamplona no tolera las agresiones sexistas" frente a la misma leyenda en euskera; mientras que en el caso de los ayuntamientos gobernados por Geroa Guay, el texto que tenía prioridad era el que venía en vasco. Bajo el pretexto de términos vacíos como que "el euskera es la lengua de la tierra" es como los vasquistas desprecian la realidad lingüística de la Cuenca de Pamplona, poniendo a una lengua minoritaria como el euskera por encima del castellano, verdadera lengua común de toda Navarra.

Los nacionalistas vascos ponen en Villava al euskera minoritario por encima del español

El tercer y último paso consistirá en sustituir la cartelería bilingüe por otra exclusivamente en vasco, importando muy poco sustituir los nombres hispanos con verdaderas raíces históricas por imposturas en batúa. Los ejemplos de esta sustitución lingüistica se pueden encontrar en muchos carteles en el País Vasco y el norte de Navarra, en este último caso mayoritariamente por torpeza o dejación de los regionalistas.

El español, reducido a su mínima expresión en muchos carteles viarios del País Vasco

¿Qué podemos hacer para parar este proceso? Yo lo tengo muy claro: si euskaldunizan el nombre de tu localidad metiéndole alguna K o B, haz unos vinilos con las letras de la grafía original y pégalos encima de las letras del cambiazo. Si en los carteles de tu localidad empiezan a darle prioridad al euskera o si incluyen términos inventados que no responden a la realidad lingüística de tu pueblo, táchalos con un spray negro. Ahora te toca a ti hacer tu parte, lo puedo decir más alto pero no más claro.

Hispano

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